
Ni el santo grial ha sido tan buscado. Lo que mĆ”s se ha perseguido en la historia de la humanidad ha sido la felicidad. Desde hace unos aƱos la ciencia intenta estudiarla, medirla, ponerla en parĆ”metros porcentuales… y, desde ayer, se ha convertido por primera vez en centro de debate de un congreso internacional.
La idea fue de Coca-Cola. La compaƱĆa, hace aƱos, descubrió que era la marca que mĆ”s se asociaba con esta sensación y a partir de ahĆ fundó el Instituto Coca-Cola de la Felicidad. Luego vinieron los primeros estudios, un libro y ahora un congreso en el que expertos de la talla de ValentĆn Fuster, Javier SĆ”daba, Eduardo Punset, Gustavo Zerbino o el primer ministro de ButĆ”n, Jigme Thinley, estĆ”n hablando de la felicidad.
Esta sensación se abordó por todos sus flancos. Y quedó claro que lo cientĆfico nunca serĆ” un argumento mayor que lo humano. Lo que vivió Gustavo Zerbino, uno de los supervivientes del accidente aĆ©reo de Los Andes en 1972, tira por tierra las legiones de datos, porcentajes y encuestas que intentan encontrar la esencia de la felicidad.
”””CRAAAAAAASH!!! El avión estĆ” destrozado en medio de una nada nevada donde hace un frĆo infernal. Muchos han muerto. Otros no saben ni dónde estĆ”n. Y luego llegarĆan los dĆas de frĆo de hasta 40 grados bajo cero y los dĆas de calor de hasta 50 grados en un lugar sin comida y sin comunicación con el resto del mundo.
Tú, en cambio, probablemente, anoche dormiste en una buena cama y no creo que pases mucha hambre. Y ¿eres feliz? Ahora compÔrate con los que cayeron en Los Andes. Ponte en su lugar. ¿Eres feliz?
AĆŗn asĆ āen el siglo 21 hay un factor comĆŗn: la sensación de miedo e inseguridadā, dijo Zerbino. āLa crisis actual estĆ” provocada por el miedo. Porque lo importante no es lo que pasa. Es lo que hacemos nosotros con lo que nos pasaā.
Volvamos a Los Andes. āAl principio, en la cordillera, nos preguntamos ĀæPor quĆ© nos ha pasado esto a nosotros? y eso nos paralizaba. Esa no era la estrategia correcta. Lo que habĆa que preguntarse era cómo salir de ahĆā, explicó el uruguayo.
Ese fue el primer cambio que permitió que en esos 72 dĆas ātransformaran la adversidad en alientoā. El segundo, saber que ya no serĆa una persona, sino āel integrante de un equipoā. Y el definitivo: escuchar en la radio que se habĆa suspendido su bĆŗsqueda. āFue la mejor noticia. Desde entonces ya sólo dependĆa de nosotros sobrevivir y por eso hicimos cosas increĆblesā.
āLo Ćŗnico que ofrece resultados son las accionesā, aseguró Zerbino. āEn Los Andes aprendimos tambiĆ©n que la queja es una terrorista y no sirve para nada. Aprendimos que decir que no querĆamos que hubiesen muerto nuestros amigos no servĆa para nada. Lo que nos movĆa era el amor por volver a ver a nuestros familiares y amigos que seguĆan vivos. En vez de quejarnos, tenĆamos que agradecerā.
Los 16 supervivientes tambiĆ©n descubrieron que āel Ćŗnico momento en el que podemos actuar es el presente y que la felicidad estĆ” en el camino y no en el finalā.
Pero las creencias tambiĆ©n son decisivas. āTodos decĆan que era imposible sobrevivir pero nosotros no lo sabĆamos. Nos salvamos por eso. Porque no sabĆamos que era imposible. Es la creencia la que mataā, aseguró. āSi crees que puedes, lo vas a conseguir. Es sólo cuestión de tiempoā.
āDespuĆ©s dijeron que fue un milagro pero no fue asĆ. Fue un planteamiento estratĆ©gico. Eramos 16 personas haciendo cosas extraordinarias por amor. Construimos una sociedad donde se compartĆa todo por la supervivencia. El objetivo era que no muriera ni uno de nosotrosā, indicó.
Y de Los Andes, Zerbino trasladó al auditorio, de nuevo, a su vida personal. āTodos tenemos una cordillera. Podemos quejarnos o agradecerlo. O podemos adoptar la actitud caprichosa de no aceptar la realidad. Nosotros tenĆamos miedo, angustia, impotencia, inseguridad, hambre, frĆo… Pero no nos podĆamos quejar. HabĆa que vivirlo y atravesarlo. Las quejas consumen energĆa y no producen resultados. Dejen de escuchar quejas y la gente dejarĆ” de acudir a ustedes para quejarseā.
Zerbino dijo que no se permitieron estar tristes ni un momento. āDecidimos estar agradecidos y, aunque el dolor es inevitable, el sufrimiento es optativoā. Porque, al final, āla mayorĆa de las creencias sobre la felicidad son erróneasā. āSer feliz es una actitud, una decisiónā.
Gracias Mar!!!
Y seguimos quejĆ”ndonos…verdad?
Pues cuanto mƔs oigamos quejas, mƔs se encarnizarƔ nuestra cruzada en pos del agradecimiento y la actitud.
Menos Esteban y mƔs creatividad!
Pues sĆ. Nos quejamos. OĆmos quejas y quejas… Pero Āæsabes la gran diferencia? Que ahora te oyes y te sientes un imbĆ©cil-quejica.
: )
Me ha gustado mucho leer este testimonio….Puede ayudar a personas que viven momentos difĆciles….Realmente la persona humana tiene capacidad para soportar situaciones que nunca hubiera imaginado antes….Aveces uno puede pensar: “No …a mĆ si me pasase esto….no lo soportaria”,,,,pero cuando te pasa ….te das cuenta que no puedes hacer nada ante aquella situación, porque si no la puedes cambiar….te tienes que enfrentar con la vida que tienes…
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