20 de octubre 2010    /   CREATIVIDAD
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Gustavo Zerbino, superviviente del accidente de Los Andes: “Ser feliz es una actitud, una decisión”

20 de octubre 2010    /   CREATIVIDAD     por          
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Ni el santo grial ha sido tan buscado. Lo que mĆ”s se ha perseguido en la historia de la humanidad ha sido la felicidad. Desde hace unos aƱos la ciencia intenta estudiarla, medirla, ponerla en parĆ”metros porcentuales… y, desde ayer, se ha convertido por primera vez en centro de debate de un congreso internacional.

La idea fue de Coca-Cola. La compañía, hace años, descubrió que era la marca que mÔs se asociaba con esta sensación y a partir de ahí fundó el Instituto Coca-Cola de la Felicidad. Luego vinieron los primeros estudios, un libro y ahora un congreso en el que expertos de la talla de Valentín Fuster, Javier SÔdaba, Eduardo Punset, Gustavo Zerbino o el primer ministro de ButÔn, Jigme Thinley, estÔn hablando de la felicidad.

Esta sensación se abordó por todos sus flancos. Y quedó claro que lo científico nunca serÔ un argumento mayor que lo humano. Lo que vivió Gustavo Zerbino, uno de los supervivientes del accidente aéreo de Los Andes en 1972, tira por tierra las legiones de datos, porcentajes y encuestas que intentan encontrar la esencia de la felicidad.

”””CRAAAAAAASH!!! El avión estÔ destrozado en medio de una nada nevada donde hace un frío infernal. Muchos han muerto. Otros no saben ni dónde estÔn. Y luego llegarían los días de frío de hasta 40 grados bajo cero y los días de calor de hasta 50 grados en un lugar sin comida y sin comunicación con el resto del mundo.

Tú, en cambio, probablemente, anoche dormiste en una buena cama y no creo que pases mucha hambre. Y ¿eres feliz? Ahora compÔrate con los que cayeron en Los Andes. Ponte en su lugar. ¿Eres feliz?

AĆŗn asĆ­ ā€œen el siglo 21 hay un factor comĆŗn: la sensación de miedo e inseguridadā€, dijo Zerbino. ā€œLa crisis actual estĆ” provocada por el miedo. Porque lo importante no es lo que pasa. Es lo que hacemos nosotros con lo que nos pasaā€.

Volvamos a Los Andes. ā€œAl principio, en la cordillera, nos preguntamos ĀæPor quĆ© nos ha pasado esto a nosotros? y eso nos paralizaba. Esa no era la estrategia correcta. Lo que habĆ­a que preguntarse era cómo salir de ahĆ­ā€, explicó el uruguayo.

Ese fue el primer cambio que permitió que en esos 72 dĆ­as ā€œtransformaran la adversidad en alientoā€. El segundo, saber que ya no serĆ­a una persona, sino ā€œel integrante de un equipoā€. Y el definitivo: escuchar en la radio que se habĆ­a suspendido su bĆŗsqueda. ā€œFue la mejor noticia. Desde entonces ya sólo dependĆ­a de nosotros sobrevivir y por eso hicimos cosas increĆ­blesā€.

ā€œLo Ćŗnico que ofrece resultados son las accionesā€, aseguró Zerbino. ā€œEn Los Andes aprendimos tambiĆ©n que la queja es una terrorista y no sirve para nada. Aprendimos que decir que no querĆ­amos que hubiesen muerto nuestros amigos no servĆ­a para nada. Lo que nos movĆ­a era el amor por volver a ver a nuestros familiares y amigos que seguĆ­an vivos. En vez de quejarnos, tenĆ­amos que agradecerā€.

Los 16 supervivientes tambiĆ©n descubrieron que ā€œel Ćŗnico momento en el que podemos actuar es el presente y que la felicidad estĆ” en el camino y no en el finalā€.

Pero las creencias tambiĆ©n son decisivas. ā€œTodos decĆ­an que era imposible sobrevivir pero nosotros no lo sabĆ­amos. Nos salvamos por eso. Porque no sabĆ­amos que era imposible. Es la creencia la que mataā€, aseguró. ā€œSi crees que puedes, lo vas a conseguir. Es sólo cuestión de tiempoā€.

ā€œDespuĆ©s dijeron que fue un milagro pero no fue asĆ­. Fue un planteamiento estratĆ©gico. Eramos 16 personas haciendo cosas extraordinarias por amor. Construimos una sociedad donde se compartĆ­a todo por la supervivencia. El objetivo era que no muriera ni uno de nosotrosā€, indicó.

Y de Los Andes, Zerbino trasladó al auditorio, de nuevo, a su vida personal. ā€œTodos tenemos una cordillera. Podemos quejarnos o agradecerlo. O podemos adoptar la actitud caprichosa de no aceptar la realidad. Nosotros tenĆ­amos miedo, angustia, impotencia, inseguridad, hambre, frĆ­o… Pero no nos podĆ­amos quejar. HabĆ­a que vivirlo y atravesarlo. Las quejas consumen energĆ­a y no producen resultados. Dejen de escuchar quejas y la gente dejarĆ” de acudir a ustedes para quejarseā€.

Zerbino dijo que no se permitieron estar tristes ni un momento. ā€œDecidimos estar agradecidos y, aunque el dolor es inevitable, el sufrimiento es optativoā€. Porque, al final, ā€œla mayorĆ­a de las creencias sobre la felicidad son erróneasā€. ā€œSer feliz es una actitud, una decisiónā€.

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Ni el santo grial ha sido tan buscado. Lo que mĆ”s se ha perseguido en la historia de la humanidad ha sido la felicidad. Desde hace unos aƱos la ciencia intenta estudiarla, medirla, ponerla en parĆ”metros porcentuales… y, desde ayer, se ha convertido por primera vez en centro de debate de un congreso internacional.

La idea fue de Coca-Cola. La compañía, hace años, descubrió que era la marca que mÔs se asociaba con esta sensación y a partir de ahí fundó el Instituto Coca-Cola de la Felicidad. Luego vinieron los primeros estudios, un libro y ahora un congreso en el que expertos de la talla de Valentín Fuster, Javier SÔdaba, Eduardo Punset, Gustavo Zerbino o el primer ministro de ButÔn, Jigme Thinley, estÔn hablando de la felicidad.

Esta sensación se abordó por todos sus flancos. Y quedó claro que lo científico nunca serÔ un argumento mayor que lo humano. Lo que vivió Gustavo Zerbino, uno de los supervivientes del accidente aéreo de Los Andes en 1972, tira por tierra las legiones de datos, porcentajes y encuestas que intentan encontrar la esencia de la felicidad.

”””CRAAAAAAASH!!! El avión estÔ destrozado en medio de una nada nevada donde hace un frío infernal. Muchos han muerto. Otros no saben ni dónde estÔn. Y luego llegarían los días de frío de hasta 40 grados bajo cero y los días de calor de hasta 50 grados en un lugar sin comida y sin comunicación con el resto del mundo.

Tú, en cambio, probablemente, anoche dormiste en una buena cama y no creo que pases mucha hambre. Y ¿eres feliz? Ahora compÔrate con los que cayeron en Los Andes. Ponte en su lugar. ¿Eres feliz?

AĆŗn asĆ­ ā€œen el siglo 21 hay un factor comĆŗn: la sensación de miedo e inseguridadā€, dijo Zerbino. ā€œLa crisis actual estĆ” provocada por el miedo. Porque lo importante no es lo que pasa. Es lo que hacemos nosotros con lo que nos pasaā€.

Volvamos a Los Andes. ā€œAl principio, en la cordillera, nos preguntamos ĀæPor quĆ© nos ha pasado esto a nosotros? y eso nos paralizaba. Esa no era la estrategia correcta. Lo que habĆ­a que preguntarse era cómo salir de ahĆ­ā€, explicó el uruguayo.

Ese fue el primer cambio que permitió que en esos 72 dĆ­as ā€œtransformaran la adversidad en alientoā€. El segundo, saber que ya no serĆ­a una persona, sino ā€œel integrante de un equipoā€. Y el definitivo: escuchar en la radio que se habĆ­a suspendido su bĆŗsqueda. ā€œFue la mejor noticia. Desde entonces ya sólo dependĆ­a de nosotros sobrevivir y por eso hicimos cosas increĆ­blesā€.

ā€œLo Ćŗnico que ofrece resultados son las accionesā€, aseguró Zerbino. ā€œEn Los Andes aprendimos tambiĆ©n que la queja es una terrorista y no sirve para nada. Aprendimos que decir que no querĆ­amos que hubiesen muerto nuestros amigos no servĆ­a para nada. Lo que nos movĆ­a era el amor por volver a ver a nuestros familiares y amigos que seguĆ­an vivos. En vez de quejarnos, tenĆ­amos que agradecerā€.

Los 16 supervivientes tambiĆ©n descubrieron que ā€œel Ćŗnico momento en el que podemos actuar es el presente y que la felicidad estĆ” en el camino y no en el finalā€.

Pero las creencias tambiĆ©n son decisivas. ā€œTodos decĆ­an que era imposible sobrevivir pero nosotros no lo sabĆ­amos. Nos salvamos por eso. Porque no sabĆ­amos que era imposible. Es la creencia la que mataā€, aseguró. ā€œSi crees que puedes, lo vas a conseguir. Es sólo cuestión de tiempoā€.

ā€œDespuĆ©s dijeron que fue un milagro pero no fue asĆ­. Fue un planteamiento estratĆ©gico. Eramos 16 personas haciendo cosas extraordinarias por amor. Construimos una sociedad donde se compartĆ­a todo por la supervivencia. El objetivo era que no muriera ni uno de nosotrosā€, indicó.

Y de Los Andes, Zerbino trasladó al auditorio, de nuevo, a su vida personal. ā€œTodos tenemos una cordillera. Podemos quejarnos o agradecerlo. O podemos adoptar la actitud caprichosa de no aceptar la realidad. Nosotros tenĆ­amos miedo, angustia, impotencia, inseguridad, hambre, frĆ­o… Pero no nos podĆ­amos quejar. HabĆ­a que vivirlo y atravesarlo. Las quejas consumen energĆ­a y no producen resultados. Dejen de escuchar quejas y la gente dejarĆ” de acudir a ustedes para quejarseā€.

Zerbino dijo que no se permitieron estar tristes ni un momento. ā€œDecidimos estar agradecidos y, aunque el dolor es inevitable, el sufrimiento es optativoā€. Porque, al final, ā€œla mayorĆ­a de las creencias sobre la felicidad son erróneasā€. ā€œSer feliz es una actitud, una decisiónā€.

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Opiniones 4
  • Gracias Mar!!!
    Y seguimos quejĆ”ndonos…verdad?
    Pues cuanto mƔs oigamos quejas, mƔs se encarnizarƔ nuestra cruzada en pos del agradecimiento y la actitud.
    Menos Esteban y mƔs creatividad!

    • Pues sĆ­. Nos quejamos. OĆ­mos quejas y quejas… Pero Āæsabes la gran diferencia? Que ahora te oyes y te sientes un imbĆ©cil-quejica.

      : )

  • Me ha gustado mucho leer este testimonio….Puede ayudar a personas que viven momentos difĆ­ciles….Realmente la persona humana tiene capacidad para soportar situaciones que nunca hubiera imaginado antes….Aveces uno puede pensar: “No …a mĆ­ si me pasase esto….no lo soportaria”,,,,pero cuando te pasa ….te das cuenta que no puedes hacer nada ante aquella situación, porque si no la puedes cambiar….te tienes que enfrentar con la vida que tienes…

  • Comentarios cerrados.