En los Ăşltimos años mucho se ha oĂdo hablar de las impresoras 3D. Que si con ellas se pueden imprimir Ăłrganos y prĂłtesis, que si en el futuro cualquiera se podrá imprimir una pistola o una hamburguesa. Pero si no vives en el futuro, si no eres un cirujano o un peligroso pistolero, ÂżquĂ© utilidad tiene una impresora 3D? ÂżCĂłmo y para quĂ© puede una persona corriente usar estas máquinas? Esa es la pregunta a la que quiere dar respuesta La Vaguada.
El centro comercial madrileño invita al evento MTV Trendy Week para impartir unos talleres de cultura urbana que se sucederán los dĂas 4, 7, 9, 11, 14 y 17 de noviembre. Moda, fotografĂa, cursos de DJ… En Yorokobu tuvimos la suerte de poder asistir a dos de ellos, el de impresiĂłn 3D y el del uso y manejo del bolĂgrafo 3D. AllĂ descubrimos que somos mejores narrando las creaciones de otros que creando las propias. Eso y un montĂłn de cosas bastante más interesantes.

Los programas de diseño 3D se empezaron a crear hace tres dĂ©cadas, pero ha sido ahora, con su combinaciĂłn con las impresoras, cuando sus mayores utilidades han empezado a florecer. Uno entiende estos modernos artilugios como máquinas capaces de convertir en tangibles las ideas de otros, pero Âży si pudieran parir las ideas propias? ÂżY si no hiciera falta bucear por Internet para buscar patrones que imprimir? Programas como el Cura permiten esto. A partir de un dibujo o una fotografĂa se pueden añadir relieves para hacer un objeto a medida. Los chicos de la MTV adaptaron su ya mĂtico logo para que saltara del papel a la vida real, despuĂ©s de unas cuantas horas en impresiĂłn, porque sĂ, el futuro ya está aquĂ, pero de momento, es algo lento.

Los objetos en la impresora tardan desde media hora hasta 12, dependiendo de su complejidad. En el taller de MTV en La Vaguada pudimos ver varios, desde una Torre Eiffel en miniatura hasta una réplica de una persona. Objetos diferentes que responden a técnicas diferentes.
Hay varios tipos de impresoras 3D. Las hay que funcionan con una bobina de plástico, un cordel de ABS (el plástico de los Legos) que se funde y se va superponiendo a base de capas. Hay otras que funcionan con polvo, este puede ser de todo tipo: cĂ©lulas madres para crear Ăłrganos, material comestible para hacer comida… Si se combina con un escáner tridimensional se puede hacer una rĂ©plica exacta de casi cualquier cosa, incluso de una persona. Los polvos que más se usan son el de plástico y el de metal, sobre todo para aplicaciones industriales. Como en los talleres de la MTV se trata de divertir y aprender, no de sacarse un tĂtulo de ingeniero industrial, aquĂ nos centramos en trabajar con plástico.

BolĂgrafos tridimensionales
La modernidad tambiĂ©n ha llegado al lápiz y el papel. En nuestro curso de acercamiento a las tres dimensiones no todo iban a ser ordenadores, asĂ que nos decantamos por probar el bolĂgrafo en 3D. Este artilugio funciona como una pistola de calor. Se le introduce un tubo de plástico y este, al llegar a la punta del boli, se derrite con calor para ir solidificádose casi al instante. El proceso, por lo tanto, es similar al de la impresora 3D, solo que aquĂ no hay una máquina que haga el trabajo y el resultado puede ser algo menos brillante. AquĂ la pericia es casi tan importante como la imaginaciĂłn. Se suele trabajar sobre un papel, asĂ que la sensaciĂłn es similar a la del dibujo convencional. Una buena idea es calcar un dibujo, convertir los diseños de los más pequeños en juguetes. Simplemenmte hay que calcar, seguir las lĂneas del diseño con el boli y cuando terminemos, despegarlo del papel para ver cĂłmo hemos convertido un dibujo en algo fĂsico, aunque bidimensional. Plano. Para dotar de volumen a la creaciĂłn hay que jugar con la imaginaciĂłn, pero en el fondo, de eso va todo, Âżno?
En los Ăşltimos años mucho se ha oĂdo hablar de las impresoras 3D. Que si con ellas se pueden imprimir Ăłrganos y prĂłtesis, que si en el futuro cualquiera se podrá imprimir una pistola o una hamburguesa. Pero si no vives en el futuro, si no eres un cirujano o un peligroso pistolero, ÂżquĂ© utilidad tiene una impresora 3D? ÂżCĂłmo y para quĂ© puede una persona corriente usar estas máquinas? Esa es la pregunta a la que quiere dar respuesta La Vaguada.
El centro comercial madrileño invita al evento MTV Trendy Week para impartir unos talleres de cultura urbana que se sucederán los dĂas 4, 7, 9, 11, 14 y 17 de noviembre. Moda, fotografĂa, cursos de DJ… En Yorokobu tuvimos la suerte de poder asistir a dos de ellos, el de impresiĂłn 3D y el del uso y manejo del bolĂgrafo 3D. AllĂ descubrimos que somos mejores narrando las creaciones de otros que creando las propias. Eso y un montĂłn de cosas bastante más interesantes.

Los programas de diseño 3D se empezaron a crear hace tres dĂ©cadas, pero ha sido ahora, con su combinaciĂłn con las impresoras, cuando sus mayores utilidades han empezado a florecer. Uno entiende estos modernos artilugios como máquinas capaces de convertir en tangibles las ideas de otros, pero Âży si pudieran parir las ideas propias? ÂżY si no hiciera falta bucear por Internet para buscar patrones que imprimir? Programas como el Cura permiten esto. A partir de un dibujo o una fotografĂa se pueden añadir relieves para hacer un objeto a medida. Los chicos de la MTV adaptaron su ya mĂtico logo para que saltara del papel a la vida real, despuĂ©s de unas cuantas horas en impresiĂłn, porque sĂ, el futuro ya está aquĂ, pero de momento, es algo lento.

Los objetos en la impresora tardan desde media hora hasta 12, dependiendo de su complejidad. En el taller de MTV en La Vaguada pudimos ver varios, desde una Torre Eiffel en miniatura hasta una réplica de una persona. Objetos diferentes que responden a técnicas diferentes.
Hay varios tipos de impresoras 3D. Las hay que funcionan con una bobina de plástico, un cordel de ABS (el plástico de los Legos) que se funde y se va superponiendo a base de capas. Hay otras que funcionan con polvo, este puede ser de todo tipo: cĂ©lulas madres para crear Ăłrganos, material comestible para hacer comida… Si se combina con un escáner tridimensional se puede hacer una rĂ©plica exacta de casi cualquier cosa, incluso de una persona. Los polvos que más se usan son el de plástico y el de metal, sobre todo para aplicaciones industriales. Como en los talleres de la MTV se trata de divertir y aprender, no de sacarse un tĂtulo de ingeniero industrial, aquĂ nos centramos en trabajar con plástico.

BolĂgrafos tridimensionales
La modernidad tambiĂ©n ha llegado al lápiz y el papel. En nuestro curso de acercamiento a las tres dimensiones no todo iban a ser ordenadores, asĂ que nos decantamos por probar el bolĂgrafo en 3D. Este artilugio funciona como una pistola de calor. Se le introduce un tubo de plástico y este, al llegar a la punta del boli, se derrite con calor para ir solidificádose casi al instante. El proceso, por lo tanto, es similar al de la impresora 3D, solo que aquĂ no hay una máquina que haga el trabajo y el resultado puede ser algo menos brillante. AquĂ la pericia es casi tan importante como la imaginaciĂłn. Se suele trabajar sobre un papel, asĂ que la sensaciĂłn es similar a la del dibujo convencional. Una buena idea es calcar un dibujo, convertir los diseños de los más pequeños en juguetes. Simplemenmte hay que calcar, seguir las lĂneas del diseño con el boli y cuando terminemos, despegarlo del papel para ver cĂłmo hemos convertido un dibujo en algo fĂsico, aunque bidimensional. Plano. Para dotar de volumen a la creaciĂłn hay que jugar con la imaginaciĂłn, pero en el fondo, de eso va todo, Âżno?