Isla ignorada: un periódico para visibilizar la vida de las lesbianas
”Yorokobu gratis en formato digital!
Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por Ɣrboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
ā sola sóloā.
AsĆ comienza este hermoso poema de Gloria Fuertes que escribió, como ella misma decĆa, Ā«con toda la sinceridad y lógica inmadurez de mis diecisiete aƱosĀ». El poema se titula Isla ignorada, y ese es tambiĆ©n el tĆtulo de un periódico creado por Sara Merec, artista visual, y coordinado por MarĆa Santoyo, agente cultural, docente y comisaria independiente de exposiciones.
Isla ignorada es un proyecto documental y social que explora la identidad de las lesbianas, partiendo de los testimonios de mujeres de distintas generaciones y lugares de origen. «Me considero una contadora de historias. Y este periódico consiste precisamente en eso, contar las historias de vida de una veintena de mujeres que tienen como punto en común ser lesbianas», explica Sara Merec.
Ā«El origen del proyecto era casi un experimento. QuerĆa medir de alguna manera cuĆ”n visibles somos. Pero conforme iba hablando con cada una de ellas y haciendo sus retratos, me di cuenta de que el proyecto no podĆa limitarse a estas mujeres que valientemente daban la cara, sino que tenĆamos que llegar a aquellas mujeres que no se atreven a salir del armario, que han sido vĆctimas de violencia, etc.. Y ĀæquĆ© mejor manera para llegar a cuanta mĆ”s gente mejor que un periódico?Ā», continĆŗa.
La visibilización de este colectivo es el objetivo del proyecto. Pero el dinero manda y no es fÔcil conseguir el capital suficiente para llevar a cabo esta idea. Asà que han recurrido a una campaña de financiación colectiva para conseguir la financiación suficiente que les permita ponerlo en marcha.
«Nos apropiamos de un medio de comunicación tradicional, el formato clÔsico destinado a la difusión de asuntos de interés, para hablar de algo que se ha silenciado mucho tiempo», afirman las creadoras del proyecto. Esa combinación de usar un formato en crisis para dar voz a quienes han sido invisibilizadas por el doble hecho de su condición de mujeres y su sexualidad hace el proyecto aún mÔs atractivo.
Ā«Para nosotras es muy importante que aunque sea un periódico, presente el mejor acabado posible, teniendo en cuenta las limitaciones que conlleva imprimir en una rotativa. Tanto las fotografĆas como los textos y la maquetación han sido cuidados con el mismo esmero que si fuĆ©semos a publicar un libro de calidadĀ».
En Isla ignorada, texto e imagen van de la mano. «Tan importantes son los retratos como las experiencias y reflexiones de las participantes. Para nosotras es fundamental generar una reflexión sobre la problemÔtica que tratamos, pero también queremos contribuir a romper con los estereotipos que aún persisten. Es fundamental actualizar el imaginario colectivo y hacerlo mÔs acorde con la realidad», afirman.
Porque para conocer esa realidad no sólo hay que escuchar, también hay que ver, observar, mirar. Es la única manera de romper estereotipos, de destruir clichés.
Ā«Nos parecĆa buena idea abordar el tema de la invisibilidad lĆ©sbica utilizando un medio de difusión masivo y asequibleĀ», cuentan las creadoras de este proyecto. Ā«LaĀ invisibilidad es un tema que nos preocupa a muchas, pero que del que no se suele hablar y menos en los medios de comunicaciónĀ».
Ā«AdemĆ”s, queremos que el mensaje se extienda rĆ”pida y fĆ”cilmente y el periódico tiene esa facultad. Hay mucha cultura de compartir un periódico en un cafĆ© o en el metro una vez que lo has leĆdoĀ».
Pero Āæpor quĆ© en ese formato y no una revista?Ā Ā«Existen unas cuantas revistas de lesbianas a nivel nacional e internacional, la mayorĆa digitales; tambiĆ©n hay fanzines, pero hasta ahora no se habĆa publicado un periódico con este tipo de contenidoĀ».
En principio, Isla ignorada no se plantea como una publicación periódica. Sus creadoras lo ven mÔs como una carta de presentación, una declaración de intenciones. «Es la punta del iceberg de un proyecto social que queremos desarrollar cuando culminemos el crowdfunding. Queremos generar un laboratorio que nos permita conectar con mujeres en riesgo, invisibilizadas por sus circunstancias geogrÔficas, familiares, sociales o culturales para ofrecerles soporte».
Pero no descartan, sin embargo, repetir la experiencia si consideran que puede aportar valor.
La campaƱa y la maqueta del periódico pueden verse en Verkami hasta el 15 de abril. La intención de Santoyo y Merec es que parte de la primera tirada se distribuya gratuitamente el DĆa de la Visibilidad LĆ©sbica, el próximo 26 de abril, Ā«para ver cómo reaccionan personas que no estĆ”n familiarizadas con este tema. Nos encantarĆa que asociaciones LGTBI se interesen por la publicación, pero tambiĆ©n escuelas, universidades, librerĆas, etc.Ā».
Para animar al mecenazgo, se han planteado recompensas que aportan un plus al proyecto. Una serie de cuatro recortables para crear tu propia bollera diseƱados por la ilustradora Clara López, que sirve como burla a la cuestión estereotĆpica de parecer o no una lesbiana; seis BioRisos (risografĆas) obra de Aizpea Lasa Villa que retratan a icónicas lesbianas de todos los Ć”mbitos culturales y Ć©tnicos; chapas con los diseƱos de los risos y los recortables; y fotografĆas firmadas por la propia Sara Merec.
Ā«En principio son recompensas limitadas al crowdfunding, pero imagĆnate que nos hiciesen algĆŗn encargo desde un colegio y las niƱas y niƱos usasen los recortables para hablar de diversidad. SerĆa muy satisfactorioĀ», afirma Merec.
Que este periódico hable de lesbianas no significa que sólo quiera difundir su mensaje entre este colectivo. Parten de la base de que el punto en común de todas ellas es su sexualidad, lo que les hace compartir una serie de experiencias vitales. Sin embargo, hablamos de un colectivo muy diverso. Su intención es alcanzar a muchas mÔs mujeres. «Y eso implica, por ejemplo, no limitarnos sólo a España».
El suyo, cuentan, pretende alcanzar a todo tipo de público, que el mensaje no se limite únicamente a su colectivo. «Si entre todos queremos educar en la diversidad y fomentarla, tenemos el deber de conocer y entender al otro. En el periódico hemos hablado de cosas de las que ni si quiera entre nosotras hablamos normalmente y creo que eso es muy significativo», afirma Merec.
A juzgar por campaƱas homófobas como la Ćŗltima de Hazte OĆr o las noticias de ataques a homosexuales, este mensaje de respeto y conocimiento del otro que pretenden lanzar parece imprescindible. Ā«La violencia se manifiesta de muchas maneras. Muchas de nosotras hemos sentido miradas de rechazo o incluso de asco cuando hemos besado a nuestra pareja en pĆŗblico y para nosotras eso es una violencia silenciosaĀ», cuenta Merec a Yorokobu.
«Hablando con las mujeres que he entrevistado, hay un sentimiento generalizado de que nos enfrentamos a una doble moral. Somos muy permisivos con todo y todos hasta que nos afecta directamente. Mientras que no haya una normalización real y no se trabaje en un modelo educativo que abrace la diversidad, seguirÔ existiendo la discriminación y la violencia».
EspaƱa es uno de los paĆses mĆ”s avanzados en cuanto a legislación LGTBI, pero aĆŗn queda mucho camino que recorrer. Se ha conseguido que la homosexualidad no sea vista como algo estigmatizante, al menos entre la población mĆ”s joven. Pero mientras que los gais se han hecho mĆ”s visibles y por tanto aceptados en general, no se puede decir lo mismo de las lesbianas.
Una posible explicación habrĆa que buscarla en la discriminación histórica hacia las mujeres en general. Ā«Si partimos de una visión machista de la mujer y que la convierte en objeto al servicio del hombre, una mujer lesbiana carece de sentido: no sirve ni para procrear, ni para darle placer, ni para ser su ama de casaĀ», reflexiona la creadora de Isla ignorada. Ā«La mujer ha sido obviada durante siglos, asĆ que de la mujer lesbiana quĆ© podemos esperar⦠De hecho es algo en lo que queremos trabajar en el futuro. Rescatar la memoria histórica relativa a lesbianas de nuestros paĆsĀ».
Ā«Tampoco olvidemos que durante tantos aƱos se ha considerado que la mujer no podĆa disfrutar del sexo, Āæcómo dos mujeres iban a poder tener una relación sentimental? Era impensable. CuĆ”ntas āamigasā habrĆ”n vivido toda una vida juntas sin que se sospechase nada sobre su relaciónĀ».
Esa discriminación femenina se ha manifestado también en la manera en la que las mujeres, sea cual sea su tendencia sexual, han sido educadas. Se les ha enseñado a ser sumisas, a no hacer ruido, a quedarse en un segundo plano. La cosa se complica si, ademÔs, confiesa ser lesbiana. «Muchas mujeres sienten que la peor publicidad que pueden hacerse es asumirse como lesbianas en su entorno», afirma Sara Merec.
Sin embargo, la artista visual es optimista ante el futuro. Que ver a dos mujeres cogidas de la mano cuando caminan por la calle sea cada vez mÔs frecuente, hace pensar que se estÔ andando por el buen camino. «Las nuevas generaciones parecen menos condicionadas que nosotras y eso es esperanzador».
No obstante, la visibilización de la homosexualidad no tiene que ver con el concepto gay friendly fruto del marketing. En opinión de Merec, una parte bastante significativa del colectivo de lesbianas no estĆ” de acuerdo con la comercialización de esa marca. Ā«Hay un debate muy interesante sobre la pĆ©rdida de sentido histórico y reivindicativo que tenĆa la marcha del Orgullo para convertirse en un producto āmarketinianoāĀ», asegura.
A esta isla ignorada que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo, es mi deseo;
āmanantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengoā.
AsĆ reza otra estrofa del poema de Gloria Fuertes que da tĆtulo al proyecto, algo que Merec plantea como un homenaje y reivindicación de la obra de Fuertes. Ā«ReleĆ algunos de sus poemas y me topĆ© conĀ Isla ignorada. SentĆ que transmitĆa lo mismo que querĆa transmitir yo con mi proyecto. Suena un poco melancólico tal vez, pero en absoluto derrotista. Porque el concepto que hay detrĆ”s es dejar de ser islas y convertirnos en un archipiĆ©lago infinitoĀ».
”Yorokobu gratis en formato digital!
Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por Ɣrboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
ā sola sóloā.
AsĆ comienza este hermoso poema de Gloria Fuertes que escribió, como ella misma decĆa, Ā«con toda la sinceridad y lógica inmadurez de mis diecisiete aƱosĀ». El poema se titula Isla ignorada, y ese es tambiĆ©n el tĆtulo de un periódico creado por Sara Merec, artista visual, y coordinado por MarĆa Santoyo, agente cultural, docente y comisaria independiente de exposiciones.
Isla ignorada es un proyecto documental y social que explora la identidad de las lesbianas, partiendo de los testimonios de mujeres de distintas generaciones y lugares de origen. «Me considero una contadora de historias. Y este periódico consiste precisamente en eso, contar las historias de vida de una veintena de mujeres que tienen como punto en común ser lesbianas», explica Sara Merec.
Ā«El origen del proyecto era casi un experimento. QuerĆa medir de alguna manera cuĆ”n visibles somos. Pero conforme iba hablando con cada una de ellas y haciendo sus retratos, me di cuenta de que el proyecto no podĆa limitarse a estas mujeres que valientemente daban la cara, sino que tenĆamos que llegar a aquellas mujeres que no se atreven a salir del armario, que han sido vĆctimas de violencia, etc.. Y ĀæquĆ© mejor manera para llegar a cuanta mĆ”s gente mejor que un periódico?Ā», continĆŗa.
La visibilización de este colectivo es el objetivo del proyecto. Pero el dinero manda y no es fÔcil conseguir el capital suficiente para llevar a cabo esta idea. Asà que han recurrido a una campaña de financiación colectiva para conseguir la financiación suficiente que les permita ponerlo en marcha.
«Nos apropiamos de un medio de comunicación tradicional, el formato clÔsico destinado a la difusión de asuntos de interés, para hablar de algo que se ha silenciado mucho tiempo», afirman las creadoras del proyecto. Esa combinación de usar un formato en crisis para dar voz a quienes han sido invisibilizadas por el doble hecho de su condición de mujeres y su sexualidad hace el proyecto aún mÔs atractivo.
Ā«Para nosotras es muy importante que aunque sea un periódico, presente el mejor acabado posible, teniendo en cuenta las limitaciones que conlleva imprimir en una rotativa. Tanto las fotografĆas como los textos y la maquetación han sido cuidados con el mismo esmero que si fuĆ©semos a publicar un libro de calidadĀ».
En Isla ignorada, texto e imagen van de la mano. «Tan importantes son los retratos como las experiencias y reflexiones de las participantes. Para nosotras es fundamental generar una reflexión sobre la problemÔtica que tratamos, pero también queremos contribuir a romper con los estereotipos que aún persisten. Es fundamental actualizar el imaginario colectivo y hacerlo mÔs acorde con la realidad», afirman.
Porque para conocer esa realidad no sólo hay que escuchar, también hay que ver, observar, mirar. Es la única manera de romper estereotipos, de destruir clichés.
Ā«Nos parecĆa buena idea abordar el tema de la invisibilidad lĆ©sbica utilizando un medio de difusión masivo y asequibleĀ», cuentan las creadoras de este proyecto. Ā«LaĀ invisibilidad es un tema que nos preocupa a muchas, pero que del que no se suele hablar y menos en los medios de comunicaciónĀ».
Ā«AdemĆ”s, queremos que el mensaje se extienda rĆ”pida y fĆ”cilmente y el periódico tiene esa facultad. Hay mucha cultura de compartir un periódico en un cafĆ© o en el metro una vez que lo has leĆdoĀ».
Pero Āæpor quĆ© en ese formato y no una revista?Ā Ā«Existen unas cuantas revistas de lesbianas a nivel nacional e internacional, la mayorĆa digitales; tambiĆ©n hay fanzines, pero hasta ahora no se habĆa publicado un periódico con este tipo de contenidoĀ».
En principio, Isla ignorada no se plantea como una publicación periódica. Sus creadoras lo ven mÔs como una carta de presentación, una declaración de intenciones. «Es la punta del iceberg de un proyecto social que queremos desarrollar cuando culminemos el crowdfunding. Queremos generar un laboratorio que nos permita conectar con mujeres en riesgo, invisibilizadas por sus circunstancias geogrÔficas, familiares, sociales o culturales para ofrecerles soporte».
Pero no descartan, sin embargo, repetir la experiencia si consideran que puede aportar valor.
La campaƱa y la maqueta del periódico pueden verse en Verkami hasta el 15 de abril. La intención de Santoyo y Merec es que parte de la primera tirada se distribuya gratuitamente el DĆa de la Visibilidad LĆ©sbica, el próximo 26 de abril, Ā«para ver cómo reaccionan personas que no estĆ”n familiarizadas con este tema. Nos encantarĆa que asociaciones LGTBI se interesen por la publicación, pero tambiĆ©n escuelas, universidades, librerĆas, etc.Ā».
Para animar al mecenazgo, se han planteado recompensas que aportan un plus al proyecto. Una serie de cuatro recortables para crear tu propia bollera diseƱados por la ilustradora Clara López, que sirve como burla a la cuestión estereotĆpica de parecer o no una lesbiana; seis BioRisos (risografĆas) obra de Aizpea Lasa Villa que retratan a icónicas lesbianas de todos los Ć”mbitos culturales y Ć©tnicos; chapas con los diseƱos de los risos y los recortables; y fotografĆas firmadas por la propia Sara Merec.
Ā«En principio son recompensas limitadas al crowdfunding, pero imagĆnate que nos hiciesen algĆŗn encargo desde un colegio y las niƱas y niƱos usasen los recortables para hablar de diversidad. SerĆa muy satisfactorioĀ», afirma Merec.
Que este periódico hable de lesbianas no significa que sólo quiera difundir su mensaje entre este colectivo. Parten de la base de que el punto en común de todas ellas es su sexualidad, lo que les hace compartir una serie de experiencias vitales. Sin embargo, hablamos de un colectivo muy diverso. Su intención es alcanzar a muchas mÔs mujeres. «Y eso implica, por ejemplo, no limitarnos sólo a España».
El suyo, cuentan, pretende alcanzar a todo tipo de público, que el mensaje no se limite únicamente a su colectivo. «Si entre todos queremos educar en la diversidad y fomentarla, tenemos el deber de conocer y entender al otro. En el periódico hemos hablado de cosas de las que ni si quiera entre nosotras hablamos normalmente y creo que eso es muy significativo», afirma Merec.
A juzgar por campaƱas homófobas como la Ćŗltima de Hazte OĆr o las noticias de ataques a homosexuales, este mensaje de respeto y conocimiento del otro que pretenden lanzar parece imprescindible. Ā«La violencia se manifiesta de muchas maneras. Muchas de nosotras hemos sentido miradas de rechazo o incluso de asco cuando hemos besado a nuestra pareja en pĆŗblico y para nosotras eso es una violencia silenciosaĀ», cuenta Merec a Yorokobu.
«Hablando con las mujeres que he entrevistado, hay un sentimiento generalizado de que nos enfrentamos a una doble moral. Somos muy permisivos con todo y todos hasta que nos afecta directamente. Mientras que no haya una normalización real y no se trabaje en un modelo educativo que abrace la diversidad, seguirÔ existiendo la discriminación y la violencia».
EspaƱa es uno de los paĆses mĆ”s avanzados en cuanto a legislación LGTBI, pero aĆŗn queda mucho camino que recorrer. Se ha conseguido que la homosexualidad no sea vista como algo estigmatizante, al menos entre la población mĆ”s joven. Pero mientras que los gais se han hecho mĆ”s visibles y por tanto aceptados en general, no se puede decir lo mismo de las lesbianas.
Una posible explicación habrĆa que buscarla en la discriminación histórica hacia las mujeres en general. Ā«Si partimos de una visión machista de la mujer y que la convierte en objeto al servicio del hombre, una mujer lesbiana carece de sentido: no sirve ni para procrear, ni para darle placer, ni para ser su ama de casaĀ», reflexiona la creadora de Isla ignorada. Ā«La mujer ha sido obviada durante siglos, asĆ que de la mujer lesbiana quĆ© podemos esperar⦠De hecho es algo en lo que queremos trabajar en el futuro. Rescatar la memoria histórica relativa a lesbianas de nuestros paĆsĀ».
Ā«Tampoco olvidemos que durante tantos aƱos se ha considerado que la mujer no podĆa disfrutar del sexo, Āæcómo dos mujeres iban a poder tener una relación sentimental? Era impensable. CuĆ”ntas āamigasā habrĆ”n vivido toda una vida juntas sin que se sospechase nada sobre su relaciónĀ».
Esa discriminación femenina se ha manifestado también en la manera en la que las mujeres, sea cual sea su tendencia sexual, han sido educadas. Se les ha enseñado a ser sumisas, a no hacer ruido, a quedarse en un segundo plano. La cosa se complica si, ademÔs, confiesa ser lesbiana. «Muchas mujeres sienten que la peor publicidad que pueden hacerse es asumirse como lesbianas en su entorno», afirma Sara Merec.
Sin embargo, la artista visual es optimista ante el futuro. Que ver a dos mujeres cogidas de la mano cuando caminan por la calle sea cada vez mÔs frecuente, hace pensar que se estÔ andando por el buen camino. «Las nuevas generaciones parecen menos condicionadas que nosotras y eso es esperanzador».
No obstante, la visibilización de la homosexualidad no tiene que ver con el concepto gay friendly fruto del marketing. En opinión de Merec, una parte bastante significativa del colectivo de lesbianas no estĆ” de acuerdo con la comercialización de esa marca. Ā«Hay un debate muy interesante sobre la pĆ©rdida de sentido histórico y reivindicativo que tenĆa la marcha del Orgullo para convertirse en un producto āmarketinianoāĀ», asegura.
A esta isla ignorada que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo, es mi deseo;
āmanantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengoā.
AsĆ reza otra estrofa del poema de Gloria Fuertes que da tĆtulo al proyecto, algo que Merec plantea como un homenaje y reivindicación de la obra de Fuertes. Ā«ReleĆ algunos de sus poemas y me topĆ© conĀ Isla ignorada. SentĆ que transmitĆa lo mismo que querĆa transmitir yo con mi proyecto. Suena un poco melancólico tal vez, pero en absoluto derrotista. Porque el concepto que hay detrĆ”s es dejar de ser islas y convertirnos en un archipiĆ©lago infinitoĀ».
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