A algunos les toca volver a ver las caras de los compañeros en directo, vestiditos al completo y con la mascarilla bien plantada. Pero, a pesar de que al regresar a la normalidad todo parece estar más controlado, no siempre es asÃ. ¿O acaso puedes parar a voluntad los ruidos de tu estómago cuando no te ha dado tiempo de tomar el cafelito de las 11?
El nombre, Kamihime, es un juego de palabras con Otohime (Princesa del sonido), un pequeño dispositivo electrónico que se ubica en los baños públicos japoneses. El aparato emite un sonido parecido al de la descarga de la cisterna. De esta manera, los pudorosos nipones evitan que las flatulencias que anuncian la tormenta que se avecina no se escuchen, y una vergüenza que se evitan, oye, a la vez que ahorran agua. Kamihime tendrÃa una intención parecida, aunque algo menos tecnológica y escatológica.
A algunos les toca volver a ver las caras de los compañeros en directo, vestiditos al completo y con la mascarilla bien plantada. Pero, a pesar de que al regresar a la normalidad todo parece estar más controlado, no siempre es asÃ. ¿O acaso puedes parar a voluntad los ruidos de tu estómago cuando no te ha dado tiempo de tomar el cafelito de las 11?
El nombre, Kamihime, es un juego de palabras con Otohime (Princesa del sonido), un pequeño dispositivo electrónico que se ubica en los baños públicos japoneses. El aparato emite un sonido parecido al de la descarga de la cisterna. De esta manera, los pudorosos nipones evitan que las flatulencias que anuncian la tormenta que se avecina no se escuchen, y una vergüenza que se evitan, oye, a la vez que ahorran agua. Kamihime tendrÃa una intención parecida, aunque algo menos tecnológica y escatológica.