El creativo publicitario Eric Kessels acaba de publicar Small Change, un libro que reflexiona sobre la censura en las webs de subastas online que, a pesar de su anecdótico origen, permite diferentes interpretaciones relacionadas con el nazismo, la economĆa, la geopolĆtica del siglo XXI y la expresión artĆstica.

La agencia de publicidad KesselsKramer emprendió hace mĆ”s de una dĆ©cada la publicación de libros que, de una forma u otra, tenĆan relación con su lĆnea creativa y que servĆan para tener notoriedad en el sector.
Alguno de sus tĆtulos, como Almost in every picture ālibro compuesto por una colección de fotos domĆ©sticas encontradas en un mercadillo en las que siempre aparece la misma mujerā son ya clĆ”sicos que han dado lugar a catorce tĆtulos diferentes, que explotan el mismo concepto.

Lo mismo sucede con Useful Photography, mĆ”s de una decena de libros dedicados a recopilar imĆ”genes procedentes de manuales de instrucciones de diferentes disciplinas o fotografĆas que los particulares comparten por internet para informar a un tercero de determinados detalles de un producto.

Su Ćŗltima creación ha sido Small Change, un volumen que lleva la firma del propio Eric Kessels, quien ha pretendido llamar la atención sobre un tema que se repite con frecuencia en las subastas online: la censura de fotos y contenidos que podrĆan ser ofensivos para ciertos los internautas.
Curioseando por una de esas subastas, Kessels descubrió Ein Volk ehrt seinen FuĢhrer, un libro clĆ”sico de la propaganda nazi. Ā«El vendedor ofertaba el libro mostrando algunas dobles pĆ”ginas en las que ciertos detalles se habĆan tapado con unas monedasĀ», explica Kessels a Yorokobu.

Esos detalles eran, principalmente, el rostro de Hitler y todos los elementos de iconografĆa nazi que aparecĆan en las imĆ”genes.
«Decidà repetir eso mismo en todo el libro pero, ademÔs, eliminé todos los textos de propaganda. Censuré todo el libro, de principio a fin, y lo titulé Small Change».

En esta nueva versión todas las esvÔsticas, todos los jerifaltes nazis y hasta el Führer aparecen cubiertos, curiosamente, por monedas de euro o céntimos de euro.
«En primer lugar es muy interesante ver cómo la gente censura los productos de las subastas online. Los vendedores deben ser creativos para tapar determinadas partes, bien por motivos sexuales, por ser propaganda o por contener materiales que no pueden ser mostrados si no son previamente censurados», declara Kessel, que decidió pujar y comprÔrselo.
En el caso de Ein Volk ehrt seinen FuĢhrer, el Ā«censorĀ» eligió una moneda, pieza que curiosamente tambiĆ©n se suele utilizar, como ha demostrado el propio Kessels en el volumen 13 de su colección Useful Photography, para todo lo contrario. En lugar de ocultar, las monedas se utilizan para dar al espectador una referencia real de, por ejemplo, el tamaƱo de los penes que la gente comparte por internet.

En todo caso, el creativo reconoce que lo que encuentra mÔs interesante de todo este proyecto es «cómo la naturaleza de este libro cambia tan sólo poniéndole monedas sobre las imÔgenes. Las imÔgenes resultan mucho menos amenazantes y se transforma completamente la perspectiva que tenemos de ellas».

Un imaginativo método que, también es una interesante metÔfora sobre el poder económico, el imperialismo comercial, su relación con el Tercer Reich, su papel en los conflictos que asolaron Europa en el siglo XX y, por qué no, en la crisis que vive el Continente en estos primeros años del siglo XXI.