Arrojar toneladas de escombros al suelo desde lo alto de una grúa y grabarlo. Registrar el despegue de los aviones militares A10 Thunderbolts y los disparos de su artillería. Llenar de micrófonos un estudio para capturar el sonido del impacto de bolas de acero sobre un xilófono. Estas son solo algunas de la técnicas que utilizaron los responsables de sonido de la última entrega de Supermán para añadir riqueza acústica a la película que se acaba de estrenar en Estados Unidos. The Sound of Man of Steel es un documental realizado por Michael Coleman (lo interesante empieza a partir del minuto 1.45), que entrevista a los responsables del sonido en la nueva entrega de la película de acción en la que se puede apreciar el delicado equilibrio necesario para compaginar los efectos sonoros con la claridad del diálogo.
Los supervisores de sonido de la película han logrado incluso introducir el sonido de vuelo original que se podía escuchar en la serie de Supermán de los años 50 en algunas escenas. “El secreto está en conseguir que se pueda apreciar para el entendido sin distraer a la persona que solo quiere ver la película”, explica uno de los entrevistados en el documental.
El corto valora el esfuerzo de un colectivo muy importante en las películas relegado a segundo plano frente a los efectos visuales y la dirección, pero cuya labor es importantísima para hacer buen largometraje.
Arrojar toneladas de escombros al suelo desde lo alto de una grúa y grabarlo. Registrar el despegue de los aviones militares A10 Thunderbolts y los disparos de su artillería. Llenar de micrófonos un estudio para capturar el sonido del impacto de bolas de acero sobre un xilófono. Estas son solo algunas de la técnicas que utilizaron los responsables de sonido de la última entrega de Supermán para añadir riqueza acústica a la película que se acaba de estrenar en Estados Unidos. The Sound of Man of Steel es un documental realizado por Michael Coleman (lo interesante empieza a partir del minuto 1.45), que entrevista a los responsables del sonido en la nueva entrega de la película de acción en la que se puede apreciar el delicado equilibrio necesario para compaginar los efectos sonoros con la claridad del diálogo.
Los supervisores de sonido de la película han logrado incluso introducir el sonido de vuelo original que se podía escuchar en la serie de Supermán de los años 50 en algunas escenas. “El secreto está en conseguir que se pueda apreciar para el entendido sin distraer a la persona que solo quiere ver la película”, explica uno de los entrevistados en el documental.
El corto valora el esfuerzo de un colectivo muy importante en las películas relegado a segundo plano frente a los efectos visuales y la dirección, pero cuya labor es importantísima para hacer buen largometraje.
De todas maneras ese trabajo de ingeniería sonora suele perderse en la exhibición. Esta película se mezcló en el sistema dolby atmos, que de hecho tenía su origen en la empresa catalana inmasound que fue adquirida por dolby. Sólo existen dos salas equipadas en dolby atmos y tres en inmasound en España. Pero hay que reconocer que en una película todo cuenta, especialmente aspectos que suelen pasar desapercibidos porque se dan como normales cuando en realidad exigen muchas horas de trabajo e investigación.
bualaaa!!!
De todas maneras ese trabajo de ingeniería sonora suele perderse en la exhibición. Esta película se mezcló en el sistema dolby atmos, que de hecho tenía su origen en la empresa catalana inmasound que fue adquirida por dolby. Sólo existen dos salas equipadas en dolby atmos y tres en inmasound en España. Pero hay que reconocer que en una película todo cuenta, especialmente aspectos que suelen pasar desapercibidos porque se dan como normales cuando en realidad exigen muchas horas de trabajo e investigación.
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