El coche eléctrico se ha convertido en la primera opción para aquellos conductores a los que les gusta conducir pero son conscientes de la necesidad de dar un paso hacia la e-movilidad; aquellos que quieren o necesitan acceder con su vehículo por las ZBE de las ciudades, y que no están dispuestos a dejarse medio sueldo cada vez que van a repostar.
Pese a ser la principal alternativa de quienes apuestan por la movilidad sostenible, no todos los conductores del coche eléctrico saben todo lo que necesitarían conocer sobre electrificación. Y precisamente es sobre lo concerniente a una de las piezas principales de sus vehículos, las baterías, donde se detectan las principales lagunas.
La primera de ellas tiene que ver con los propios componentes de la batería. Sí, sabemos que la mayoría de ellas tienen al litio como principal material, pero ¿por qué este y no otro? La respuesta, entre otros motivos, está en su capacidad de almacenaje y en que carece del llamado efecto memoria. ¿Sabes en qué consiste?
Quizás lo más preocupante sea el desconocimiento generalizado acerca del uso de las propias baterías. Por ejemplo, ¿de qué manera podemos conseguir que su ciclo de vida sea mayor? ¿O cómo conseguir una mayor autonomía con cada recarga? ¿Cuánto tiempo, de media, necesita una de estas baterías para cargarse? ¿Es necesario cargarlas en su totalidad o no es conveniente? ¿Puede resultar contraproducente el uso frecuente de la carga ultrarrápida?
Por su parte, a los conductores más concienciados con el medio ambiente les suele preocupar todo lo relacionado con lo que ocurre después de que la batería se reemplaza. ¿Se reciclan? Y si es así, ¿cómo?
Aunque probablemente sea la garantía de estas baterías lo que más preocupa a quien tiene previsto adquirir un coche eléctrico. En ese caso, la respuesta está en el propio concesionario.
En el caso de Opel, que dispone de una amplia gama de vehículos eléctricos, ofrece una garantía que cubra al menos el 70% de la capacidad de carga de la batería durante 8 años o 160.000 kilómetros. Además, garantiza un rápido reemplazo en caso de que sea necesario (bien en el concesionario o reparador autorizado Opel más cercano).
El coche eléctrico se ha convertido en la primera opción para aquellos conductores a los que les gusta conducir pero son conscientes de la necesidad de dar un paso hacia la e-movilidad; aquellos que quieren o necesitan acceder con su vehículo por las ZBE de las ciudades, y que no están dispuestos a dejarse medio sueldo cada vez que van a repostar.
Pese a ser la principal alternativa de quienes apuestan por la movilidad sostenible, no todos los conductores del coche eléctrico saben todo lo que necesitarían conocer sobre electrificación. Y precisamente es sobre lo concerniente a una de las piezas principales de sus vehículos, las baterías, donde se detectan las principales lagunas.
La primera de ellas tiene que ver con los propios componentes de la batería. Sí, sabemos que la mayoría de ellas tienen al litio como principal material, pero ¿por qué este y no otro? La respuesta, entre otros motivos, está en su capacidad de almacenaje y en que carece del llamado efecto memoria. ¿Sabes en qué consiste?
Quizás lo más preocupante sea el desconocimiento generalizado acerca del uso de las propias baterías. Por ejemplo, ¿de qué manera podemos conseguir que su ciclo de vida sea mayor? ¿O cómo conseguir una mayor autonomía con cada recarga? ¿Cuánto tiempo, de media, necesita una de estas baterías para cargarse? ¿Es necesario cargarlas en su totalidad o no es conveniente? ¿Puede resultar contraproducente el uso frecuente de la carga ultrarrápida?
Por su parte, a los conductores más concienciados con el medio ambiente les suele preocupar todo lo relacionado con lo que ocurre después de que la batería se reemplaza. ¿Se reciclan? Y si es así, ¿cómo?
Aunque probablemente sea la garantía de estas baterías lo que más preocupa a quien tiene previsto adquirir un coche eléctrico. En ese caso, la respuesta está en el propio concesionario.
En el caso de Opel, que dispone de una amplia gama de vehículos eléctricos, ofrece una garantía que cubra al menos el 70% de la capacidad de carga de la batería durante 8 años o 160.000 kilómetros. Además, garantiza un rápido reemplazo en caso de que sea necesario (bien en el concesionario o reparador autorizado Opel más cercano).
