16 de noviembre 2016    /   DIGITAL
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La contribución femenina a la programación no acaba con Ada Lovelace

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She walks in beauty es el título de uno de los mÔs conocidos poemas de Lord Byron, aquél héroe romÔntico, poeta y viajero. George Gordon Byron tuvo una vida corta e intensísima, plena de aventuras y amantes, escÔndalos sexuales y una desbordante creatividad. El sexto barón Byron tuvo a los veintisiete años (un cubo perfecto) una hija llamada Ada, futura condesa de Lovelace.

Ada apenas conoció a su padre. Su madre la inclinó hacia la matemÔtica y la lógica, quizÔ para apartarla de los desvaríos de su padre poeta. Ambos, padre e hija, murieron a la edad de treinta y seis años (cuadrado perfecto de un número perfecto).

Ada Byron se convirtió en la primera programadora de la historia. SĆ­, la ā€˜fundadora’ de la programación fue una mujer, la hija de un poeta. Trabajó con Charles Babbage, uno de esos raros genios que el mundo ha dado: matemĆ”tico, filósofo, ingeniero, inventor y padre de ocho hijos (otro cubo perfecto). El caso es que Babbage ideó un ingenio al que llamó ā€˜mĆ”quina programable’. ĀæLes suena?

Diseñó lo que estaba llamado a ser el primer ordenador de la historia. Por suerte o por desgracia, la cosa se quedó en diseño, nunca llegó a construirse, y hubo que esperar 70 años hasta que Alan Turing y John Von Neumann cambiaron la historia contemporÔnea poniendo los pilares de lo que hoy conocemos como informÔtica.

A lo que vamos: la mĆ”quina de Babbage, que se llamaba ā€˜analytical engine’, era programable, y Ada Byron escribió el primer programa de la historia, que servĆ­a para calcular nĆŗmeros de Bernouilli (ese tipo de cosas que es la primera —y probablemente Ćŗltima— vez que oyen nombrar). Hoy dĆ­a, casi dos siglos despuĆ©s, hay un lenguaje de programación llamado Ada, en honor a la hija del poeta.

Es curiosa la relación de la informĆ”tica y las mujeres. La primera programadora fue mujer, algunas de las mĆ”s destacadas tambiĆ©n lo han sido: Grace Hopper, ā€˜amazing Grace’, cambió el mundo de los lenguajes de programación con su idea de Ā compilador y de lenguaje independiente de la mĆ”quina, uno de los pilares de la informĆ”tica actual.

Y no se pierdan la foto de Margaret Hamilton, la responsable del software que llevó al Apolo XI a la Luna, posando junto a la pila de papel con todo el código impreso.

Foto: MIT
Foto: MIT

Incluso hoy en dƭa, los estudios sugieren que las mujeres son, en tƩrminos generales, mejores programadoras que los hombres.

Y, sin embargo, el de los informÔticos sigue siendo un mundo masculino, el número de mujeres en los estudios de informÔtica es muy inferior al de hombres y lo mismo ocurre en las empresas. La cosa llega hasta que incluso algunas programadoras ocultan su género para que su código sea aceptado mÔs fÔcilmente. Demencial en un mundo en el que impera la lógica, una situación que cambia demasiado despacio pese a iniciativas como #GirlsWhoCode.

Así que mientras hacemos algo por que esto mejore, les dejo con unos versos del She walks in beauty de Lord Byron, porque a veces es la poesía la que nos salva de la lógica y no al revés, como pretendía la madre de Ada.

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Ada Byron se convirtió en la primera programadora de la historia. SĆ­, la ā€˜fundadora’ de la programación fue una mujer, la hija de un poeta. Trabajó con Charles Babbage, uno de esos raros genios que el mundo ha dado: matemĆ”tico, filósofo, ingeniero, inventor y padre de ocho hijos (otro cubo perfecto). El caso es que Babbage ideó un ingenio al que llamó ā€˜mĆ”quina programable’. ĀæLes suena?

Diseñó lo que estaba llamado a ser el primer ordenador de la historia. Por suerte o por desgracia, la cosa se quedó en diseño, nunca llegó a construirse, y hubo que esperar 70 años hasta que Alan Turing y John Von Neumann cambiaron la historia contemporÔnea poniendo los pilares de lo que hoy conocemos como informÔtica.

A lo que vamos: la mĆ”quina de Babbage, que se llamaba ā€˜analytical engine’, era programable, y Ada Byron escribió el primer programa de la historia, que servĆ­a para calcular nĆŗmeros de Bernouilli (ese tipo de cosas que es la primera —y probablemente Ćŗltima— vez que oyen nombrar). Hoy dĆ­a, casi dos siglos despuĆ©s, hay un lenguaje de programación llamado Ada, en honor a la hija del poeta.

Es curiosa la relación de la informĆ”tica y las mujeres. La primera programadora fue mujer, algunas de las mĆ”s destacadas tambiĆ©n lo han sido: Grace Hopper, ā€˜amazing Grace’, cambió el mundo de los lenguajes de programación con su idea de Ā compilador y de lenguaje independiente de la mĆ”quina, uno de los pilares de la informĆ”tica actual.

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Incluso hoy en dƭa, los estudios sugieren que las mujeres son, en tƩrminos generales, mejores programadoras que los hombres.

Y, sin embargo, el de los informÔticos sigue siendo un mundo masculino, el número de mujeres en los estudios de informÔtica es muy inferior al de hombres y lo mismo ocurre en las empresas. La cosa llega hasta que incluso algunas programadoras ocultan su género para que su código sea aceptado mÔs fÔcilmente. Demencial en un mundo en el que impera la lógica, una situación que cambia demasiado despacio pese a iniciativas como #GirlsWhoCode.

Así que mientras hacemos algo por que esto mejore, les dejo con unos versos del She walks in beauty de Lord Byron, porque a veces es la poesía la que nos salva de la lógica y no al revés, como pretendía la madre de Ada.

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Opiniones 7
  • Eduardo SĆ”enz de Cabezón, el chico mĆ”s machista del mundo. Que osa escribir un artĆ­culo asĆ­ y que se lo publiquen…

    Por supuesto que Ada Lovelace no es la única programadora, ni desarrolladora, ni analista, ni tester, ni ingeniera ni jefa de proyectos informÔticos, entre otras profesiones ligadas a la informÔtica. Ha habido y hay muchas, algunas famosas y muchísimas que no lo son, aunque el sujeto (u objeto) que ha escrito este artículo no lo sepa. Le pediríamos por favor que deje de mentir. Si hablara sobre una persona viva, le denunciaría en pleito.

    Ada Lovelace no es hija de un poeta. En fin, lo es, todo el mundo tiene padre y madre biológicos, tú también ¿y qué? eso no es relevante. Ni toda la mitología inventadasobre su familia y sus circunstancias, ¿escribirías algo así sobre Laplace? ¿un poema de su madre? Resulta que se supone que hablas de una persona pero sólo escribes dos versos de su padre, y sin traducir ni nada.

    Obvias escribir que esta señora fue matemÔtica, ingeniera, inventora, mecenas y jefa de proyecto. Sí, hoy en día sería directora de proyecto, buscado la financiación, el conocimiento y los medios que hicieran falta para llevar a cabo su idea. No solamente fue una programadora. Y el lenguaje Ada no tiene nada que ver con ella.

    Sólo te refieres a ella com “hija del poeta” y nadie ha hecho nada por ella por ser hija de ningĆŗn poeta sino por lo que hizo por sĆ­ misma, por sus propias decisiones e inquietudes. Por supuesto tenĆ­a dinero y pudo hacer cosas que otras personas sin Ć©l no podĆ­a. Vaya Āæte suena? Seguimos viviendo en un mundo de desigualdad en ese sentido. Pero todo el mĆ©rito es suyo, que como mujer activa hizo lo que hizo y que es mucho mĆ”s de lo que a penas insinĆŗas. Por ella misma, ni por su padre, ni por decisiones de su madre, ni su marido, ni su salud ni sus hijos. Ella.

    Muchas mujeres trabajan en el mundo de la informĆ”tica hoy en dĆ­a tambiĆ©n. QuizĆ” son menos en porcentaje que los hombres Āæy quĆ©? Cada una y cada uno hace lo que le da la gana. Las mujeres no somos un nĆŗmero ni una cuota ni una cosa. En cambio, las mujeres no sufrimos ningĆŗn machismo en este Ć”mbito en Europa. No conozco a ninguna mujer que haya sufrido machismo (a parte de tu artĆ­culo) en la informĆ”tica, ni mucho menos que tenga ni que se le haya pasado por la cabeza omitir que es mujer. Hay mucho machismo en los campos de la sanidad, por ejemplo, pero no en informĆ”tica. Tampoco se valora menos el trabajo de las mujeres y el trabajillo que han hecho esos estudiantes habla de un 74% y un 78% en una muestra que vete a saber como han hecho, no es muy relevante y puede ser casual, a parte que no son para nada imparciales y ese mismo bies de actitud (“sorprendentemente” ha resultado que…) ya explicarĆ­a una diferencia mucho mayor.

    Por favor, ruego que borren este este artĆ­culo.

    • Tu comentario esta completamente fuera de lugar. Mal interpretar cada palabra en este articulo demuestra que algo falla en tu forma de entender las cosas. Descalificar de esta manera y con semejante desprecio haces que tu comentario pase a ser una mera “trolleada” o bilis plasmada en palabras. Descansa…

    • Hola Sandra,
      siento mucho el disgusto que te ha provocado el artĆ­culo que escribĆ­ en Yorokobu sobre Ada Byron o Ada Lovelace.
      Comienzas tu comentario diciendo que soy ā€œel chico mĆ”s machista del mundoā€, lo cual es, creo, bastante injusto incluso aunque el artĆ­culo fuera machista que, honestamente, creo que no lo es. Calificar asĆ­ a una persona por una pĆ”gina de texto me parece cuando menos exagerado. En este caso, me parece ademĆ”s erróneo.
      Tengo claro que Ada Byron no fue la Ćŗnica programadora del mundo, ni desarrolladora, etc.. tengo la suerte de trabajar con matemĆ”ticas y programadoras todos los dĆ­as, ya sea bajo su supervisión, codo a codo, o supervisando yo su trabajo. Dos de ellas (y otro compaƱero), a las que respeto profundamente como personas y como profesionales, leyeron el artĆ­culo antes de que lo enviara a Yorokobu, y me hicieron algunas precisiones pero en ningĆŗn momento lo vieron como machista. Siento que tĆŗ sĆ­ lo veas asĆ­ y de manera tan dura (que te llamen ā€œsujeto u objetoā€ ademĆ”s de ā€œel chico mĆ”s machista del mundoā€ asĆ­, por internet, no es plato de gusto, la verdad).

      No sĆ© por quĆ© dices que miento en el artĆ­culo. Ada sĆ­ fue hija de un poeta, Lord Byron, que es uno de los personajes fundamentales de la cultura de su tiempo, y que me permitĆ­a situar el contexto de Ada de una manera especial, no todos tenemos un padre tan conocido, tan brillante y con una obra tan magnĆ­fica. Eso no quiere decir que yo piense ni por asomo que los mĆ©ritos de Ada tienen su origen en su padre ni en nadie mĆ”s. Los mĆ©ritos de Ada no son por su padre, sino mĆ”s bien ā€œpeseā€ a su padre. Todas las fuentes que he consultado explicitan la intención de la madre de Ada de inclinarle hacia estudios de tipo lógico-cientĆ­fico como reacción al carĆ”cter y vida de su padre. Por supuesto que todo lo que hizo Ada Byron o Lovelace, como prefieras, fue por ella misma, pero tambiĆ©n teniendo en cuenta sus circunstancias y las influencias de su familia o de quien sea, igual que el resto de personas, de todos los Ć”mbitos. Nadie somos islas.

      Me alegro muchísimo de que no conozcas a nadie en Europa que no haya sufrido machismo en informÔtica. Por desgracia, otras mujeres sí lo han sufrido y espero que esto cambie, en parte por que se naturalicen los logros de unos y otras, de unas y otros o de ambos en conjunto. Yo nunca he hecho (conscientemente) distinciones entre personas, su código y algoritmos o sus resultados matemÔticos por razón de su sexo y creo que es así casi siempre en todos los Ômbitos con los que tengo contacto. Pero créeme cuando te digo que algunas de mis compañeras y matemÔticas e informÔticas con las que he trabajado (en Europa) me han contado experiencias muy concretas en las que sí han sufrido ese machismo, y lo he podido ver muy de cerca.

      En cuanto al lenguaje Ada, sĆ­ que fue nombrado en honor a Ada Lovelace (yo consultĆ© a un programador de Ada y la pĆ”gina de desarrolladores del lenguaje, donde cuentan el origen e historia de este lenguaje, en concreto dicen que: “The name ā€œAdaā€ is not an acronym; it was chosen in honor of Augusta Ada Lovelace (1815-1852), a mathematician who is sometimes regarded as the world’s first programmer because of her work with Charles Babbage. She was also the daughter of the poet Lord Byron.”

      En fin, que se critique lo que uno hace, aunque sea de una forma tan dura (y en mi opinión tan injustificada) como tú haces, me permite ver las cosas que puedo o podría haber hecho mejor, así que te agradezco la crítica aunque creo que si estuviera mejor fundamentada nos sería mÔs útil a ambos, a ti y a mí.

      Un saludo y gracias por tu mensaje
      Eduardo

    • Hola Sandra, creo que estĆ”s siendo un poco dura con el escritor del artĆ­culo, que estĆ” intentando mas que nada destacar la aportación a la informĆ”tica de algunas grandes mujeres. Pero si que estoy de acuerdo en que patina mucho con el tópico de que el mundo actual de la informĆ”tica es machista. Si que hay mayorĆ­a de hombres, pero no porque no se quiera que entren mujeres, ya desde las facultades se nota que hay mayorĆ­a de un gĆ©nero sobre el otro, Āæfalta de interĆ©s? quizĆ”, no voy a entrar en imaginar las razones, pero este es un mundo meritocrĆ”tico y nadie se fija en el gĆ©nero de la persona cuando quiere entrar a un trabajo o colaborar en un proyecto, aquĆ­ solo se miran conocimiento, habilidades y experiencia. Ni nadie tienen que ocultar ser mujer para que tengan en cuenta sus aportaciones, ese “estudio” se demostró falso hace tiempo.

  • A Sandra MuƱoz,

    TendrĆ­a varias cosas para comentar respecto a tu mensaje, pero en principio, solo lo harĆ© a una. A esta frase: “Y el lenguaje Ada no tiene nada que ver con ella”

    Como comenta Eduardo en su articulo, “hay un lenguaje de programación llamado Ada, en honor a la hija del poeta”, no dice que tenga que ver, si no que lo nombraron asĆ­ en honor a ella.

    Wikipedia: “El nombre se eligió en conmemoración de lady Augusta Ada Byron (1815-1852) Condesa de Lovelace, hija del poeta Lord George Byron, a quien se considera la primera programadora de la Historia, por su colaboración y relación con Charles Babbage, creador de la mĆ”quina analĆ­tica”

    Hay veces (y no digo que sea esta..) que para comentar algo, ademƔs de leer, hay que comprender.

    Saludos.

  • Comentarios cerrados.