3 de junio 2021    /   IDEAS
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Ciudades espaƱolas que quieren mandar al coche al destierro

3 de junio 2021    /   IDEAS     por          
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”Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista Junio/JulioĀ haciendo clic aquĆ­.

La salud, el planeta, el aire limpio, la seguridad vial, la velocidad, la proximidad, el mĆŗsculo comercial, el atractivo económico, el glamur, la accesibilidad, los cuidados, el juego, el ruido, la contaminación, el reequilibrio de gĆ©nero, el estrĆ©s, los atascos, la diversidad cultural, la sociabilidad, los compromisos internacionales, el verde urbano, el ciclo del agua, los residuos, la vivienda… todas son dimensiones mĆ”s o menos evidentes del nivel de sostenibilidad de una ciudad.

Sobre ellos sobrevuela un cambio cultural al que asistimos. Una de las políticas mÔs intensas sobre la que trabajan las ciudades hoy es la movilidad, ese conjunto de medidas que nos ponen ante una disyuntiva crucial: el uso que hacemos del coche privado, responsable del actual autosolismo. Un coche, un ciudadano, en expresión de Carlos Moreno, padre del cronourbanismo, profesor de la Sorbona y asesor de la alcaldesa de París Anne Hidalgo. Ambos situaron a la capital francesa en la vanguardia de estos cambios.

Cambios que ya avanzan en EspaƱa. Este es un viaje por ciertas experiencias de norte a sur, de oeste a este. Recorremos un paƭs en pleno cambio urbano. Ciudades de un paƭs que se mueve por la sostenibilidad.

PONTEVEDRA (84.000). EL REFERENTE

El mayor exponente del cambio. Hace 22 años que se dieron cuenta de que así no podían seguir y empezaron. Hoy llevan, con mucho, la delantera y se ha posicionado como ejemplo mundial. Lograron revertir el panorama y situar al peatón en el centro de la movilidad. Allí el coche es un invitado y eso se nota en sus calles, que solo usan los coches necesarios para que la ciudad funcione.

Lograron eliminar la mitad de los viajes en el conjunto de la ciudad (el 90 y el 70% en las zonas mĆ”s centrales). Cuando antes el 70% del espacio lo ocupaban los coches y el 30 todo lo demĆ”s, ahora es al revĆ©s: el 70% estĆ” para caminar, pasear, comprar, estar, jugar, socializar… Su reciente ordenanza crea un nuevo tipo de calles, los Ā«espacios de coexistencia y uso pluralĀ», con vocación de que sean mayoritarias. En ellas, la prioridad es de la persona que camina. Bicis y patinetes han de adaptarse a su paso. Los coches pueden acceder a sus garajes y los repartos tienen horarios determinados.

urbanismo sostenible

A CORUƑA (250.000). RONDA PEATONAL

En pleno proceso de reforma de los principales ejes del centro para recuperar su esencia peatonal y con un prolƭfico programa de acupuntura urbana denominado CoruƱa CamiƱa, nos fijamos en una original iniciativa: la Ronda Peatonal, que transcurrirƔ mƔs o menos en paralelo a su mayor avenida, la Ronda de Outeiro, de 4,5 km.

Amplía, así, la filosofía peatonal a muchos barrios no centrales, algunos de los cuales ya tenían vías peatonales, que se coserÔn con este itinerario pedestre lineal. Un proceso animado y participado por su Mesa da Mobilidade, órgano municipal en el que estÔn representadas mÔs de 100 entidades sociales.

GIJƓN (270.000). RECUPERAR EL MURO

Un amplio debate ciudadano acompaña a este escaparate urbano sobre el CantÔbrico, la vía que rodea el arenal de San Lorenzo. Una especie de autovía que quieren recuperar para el ocio, el paseo y el dinamismo económico. El municipio estÔ decidido a vencer las resistencias de los sectores mÔs conservadores y acentuar las restricciones al coche privado que ensayaron durante la pandemia. La dimensión de los cambios todavía no estÔ clara, pero los debates y sesiones del Colegio de Arquitectos y el Consejo Social de la ciudad muestran una clara tendencia de reducir al mínimo el trÔfico de vehículos.

VALLADOLID (300.000). VA10Ā 

La ciudad trabaja en varios frentes su movilidad peatonal y ciclista, dentro de un programa que llaman Valladolid Ciudad Verde. Con el centro urbano prÔcticamente peatonal en su totalidad, han puesto un especial empeño en su transporte público, creando la VA10, una plataforma de circulación exclusiva por la que discurren 14 de las 20 líneas de autobuses, gracias a la cual aumentó la que los expertos llaman «velocidad comercial», esa que puede hacer mÔs atractivo el transporte público. En paralelo, reducen la capacidad de las calles para el coche particular, con el objetivo de que circulen únicamente los que sean necesarios.

urbanismo sostenible

BILBAO (350.000). TODO 30Ā 

Esa fue la espectacular apuesta de Bilbao: ser la primera ciudad del mundo mayor de 300.000 habitantes que establece este lƭmite de velocidad en todas sus calles y plazas, distanciƔndose asƭ de la norma estatal, que obliga a ir como mƔximo a 30 km/h en las vƭas de un solo carril por sentido. Persiguen reducir accidentes y eliminar el estrƩs urbano.

Otras importantes medidas de esta capital vasca consistieron en promover la movilidad ciclista y la vertical, instalando ascensores en bastantes barrios situados en las múltiples laderas que conforman esta urbe. El nuevo Bilbao no es ya el Guggenheim, el metro de Foster, la Alhóndiga o San Mamés. También su forma de moverse.

DONOSTIA (190.000). LOGƍSTICA CERO EMISIONES

Buena parte de los paquetes que llegan a San SebastiÔn cada día se centralizan en una especie de intercambiador urbano a partir del cual se distribuyen en bici. Es una magnífica respuesta al incremento del comercio electrónico que llena las ciudades de furgonetas. Allí restringieron su uso en el centro histórico, donde tienen un horario para concentrarse en una plaza, a partir de la cual se distribuyen a pie, con el apoyo de carritos.

Y en el resto de la ciudad lo confĆ­an a la logĆ­stica de Txita, la empresa a cuya base llegan paquetes en camiones o furgos y de la que parten en bicis a los domicilios donostiarras. Una apuesta que seguro marcarĆ” tendencia para el resto de ciudades.

VITORIA-GASTEIZ (250.000). GREEN CAPITALĀ 

Otro de los grandes referentes en sostenibilidad urbana con espectaculares avances en recuperación del espacio público, diversificación modal, promoción de las bicis e innovaciones en el transporte público. Una de sus grandes apuestas fue el que llaman Cinturón Verde, un conjunto de parques naturales y sendas que fueron recuperando durante las últimas décadas y que conforman un auténtico rosario de biodiversidad y paisajismo en torno al municipio.

Hace unos años se plantearon que esa infraestructura verde invadiese la ciudad, creando una malla vegetal entre los principales parques urbanos y la corona natural. Estos corredores verdes, con gran variedad de arbolado y espacios contagiados de césped y arbustos, se combinarÔn con otro proyecto en el que estÔn embarcados: las supermanzanas, un plan que dirige su creador, Salvador Rueda, y que consiste en eliminar la gran mayoría del trÔfico de coches por muchas de sus calles. Solo algunos ejes quedarÔn motorizados, recuperando el 70% del espacio público para otras actividades humanas.

LOGROƑO (150.000). CALLES ABIERTAS

Así se denomina la gran apuesta tÔctica de la era covid en España. Se llaman soluciones tÔcticas a las que, en vez de hacer costosas obras públicas para transformar el espacio, consiguen el mismo efecto con pintura sobre el asfalto y pequeñas intervenciones. Fue la opción de la capital riojana, que se reveló como una de las ciudades mÔs activas de la península a la hora de definir su estrategia ante la pandemia.

Su respuesta quedó resumida en una frase: Logroño, calles abiertas. Abiertas a las personas, o al menos cada vez mÔs abiertas. Lo interesante de su propuesta fue el camino por el que optó: avanzar mucho en poco tiempo. Para aprovechar la dinÔmica pandémica no esperó a transformar aceras, plataformas segregadas o bordillos: eligió pintarlos, convirtiéndose en un ejemplo de que «si se quiere, se puede».

BARCELONA (1.600.000). REVUELTA ESCOLAR

De polĆ©mico tacticismo saben mucho en Barcelona, donde se produjo un agrio debate —todavĆ­a vivo— con los coloristas tatuajes de asfalto de algunas calles del Eixample. Anexionaron superficie a las aceras pintando zonas que ocupaban los coches. Se alzaron voces, pero mayoritariamente por motivos estĆ©ticos, pues no lo entendĆ­an como una simple transición. En plena pandemia, el ayuntamiento reformuló el programa de las supermanzanas, que la ciudad habĆ­a anunciado hace aƱos y frenó para darle otra dimensión. Ahora irĆ”n todavĆ­a mĆ”s lentamente.

No obstante, la principal experiencia barcelonesa se encuentra en la denominada Revuelta Escolar, un movimiento de padres y madres que reclaman una ciudad mÔs amable a partir de los colegios. Proponen algo que muchas ciudades estÔn haciendo ya, como reducir trÔfico a motor, una mayor integración entre los coles y la ciudad y poder utilizar el espacio público para el juego y la interrelación. Una revuelta que se extendió a otras ciudades, algunas de cuyas escuelas secundaron la reivindicación.

SANTA COLOMA (120.000). MENOS COCHES

Es un ejemplo de ciudad que trabaja de manera callada transformando su movilidad para ir haciéndola mÔs humana y sostenible. Muchas de las calles de este municipio anexo a Barcelona han reducido su motorización. Su avenida principal, la Rambla que conecta con la capital a través del puente sobre el río Besós, se quedó con un carril de circulación por sentido, un carril bici central y amplísimas aceras.

Con todo, su apuesta mÔs espectacular ha sido la recuperación para las personas de todo el margen del río, que se convirtió en un híbrido entre Ôrea natural y paseo urbano.

VALENCIA (800.000). CICLISTA Y PEATONALĀ 

El santo y seña valenciano de los últimos años ha sido su anillo ciclista segregado del trÔfico de coches e impulsado por el concejal Giusepe Grezzi. Pero Valencia ha dado otro paso de gigante, peatonalizando grandes Ôreas de su centro histórico y en especial una de las acciones de mayor visibilidad en la capital levantina: peatonalizar su plaza del Ayuntamiento.

El ir y venir de coches y autobuses que la utilizaban como rotonda para circular en todas direcciones quedó reducido a un par de carriles bÔsicamente para el transporte público. El resto, el 90% del espacio, se convirtió en un auténtico parque urbano. De momento, en una fase transitoria, no se llevó a cabo la reforma de la plaza, que serÔ el resultado de un concurso posterior. Una fase en la que ya se encuentran las otras tres grandes plazas del centro histórico, la plaza de la Reina, la del Mercat y la de Brujas, que pronto estarÔn operativas con sus nuevos diseños sin coches.

SEVILLA (700.000). RECUPERAR EL DUQUEĀ 

La gran ciudad sureña muestra también un comportamiento progresivo hacia una movilidad mÔs sostenible. Si hace ya años que impulsó una gran red de carriles bici, hoy la estÔ mejorando, eliminando espacio para automóviles particulares. AdemÔs, hace mÔs de una década que avanza en peatonalizaciones como La piel sensible, un programa de recuperación de espacios al coche, o grandes transformaciones como la Alameda de Hércules o la Avenida de la Constitución.

Hoy se plantean limitar el trÔfico de paso por toda la ciudad y, especialmente, actuar sobre un punto crucial de su corazón: la plaza del Duque, el hiperactivo centro de Híspalis. No son mÔs que algunos apuntes de las variadas acciones de la ciudad para ir desautoxicÔndose paulatinamente.

”Yorokobu gratis en formato digital!

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La salud, el planeta, el aire limpio, la seguridad vial, la velocidad, la proximidad, el mĆŗsculo comercial, el atractivo económico, el glamur, la accesibilidad, los cuidados, el juego, el ruido, la contaminación, el reequilibrio de gĆ©nero, el estrĆ©s, los atascos, la diversidad cultural, la sociabilidad, los compromisos internacionales, el verde urbano, el ciclo del agua, los residuos, la vivienda… todas son dimensiones mĆ”s o menos evidentes del nivel de sostenibilidad de una ciudad.

Sobre ellos sobrevuela un cambio cultural al que asistimos. Una de las políticas mÔs intensas sobre la que trabajan las ciudades hoy es la movilidad, ese conjunto de medidas que nos ponen ante una disyuntiva crucial: el uso que hacemos del coche privado, responsable del actual autosolismo. Un coche, un ciudadano, en expresión de Carlos Moreno, padre del cronourbanismo, profesor de la Sorbona y asesor de la alcaldesa de París Anne Hidalgo. Ambos situaron a la capital francesa en la vanguardia de estos cambios.

Cambios que ya avanzan en EspaƱa. Este es un viaje por ciertas experiencias de norte a sur, de oeste a este. Recorremos un paƭs en pleno cambio urbano. Ciudades de un paƭs que se mueve por la sostenibilidad.

PONTEVEDRA (84.000). EL REFERENTE

El mayor exponente del cambio. Hace 22 años que se dieron cuenta de que así no podían seguir y empezaron. Hoy llevan, con mucho, la delantera y se ha posicionado como ejemplo mundial. Lograron revertir el panorama y situar al peatón en el centro de la movilidad. Allí el coche es un invitado y eso se nota en sus calles, que solo usan los coches necesarios para que la ciudad funcione.

Lograron eliminar la mitad de los viajes en el conjunto de la ciudad (el 90 y el 70% en las zonas mĆ”s centrales). Cuando antes el 70% del espacio lo ocupaban los coches y el 30 todo lo demĆ”s, ahora es al revĆ©s: el 70% estĆ” para caminar, pasear, comprar, estar, jugar, socializar… Su reciente ordenanza crea un nuevo tipo de calles, los Ā«espacios de coexistencia y uso pluralĀ», con vocación de que sean mayoritarias. En ellas, la prioridad es de la persona que camina. Bicis y patinetes han de adaptarse a su paso. Los coches pueden acceder a sus garajes y los repartos tienen horarios determinados.

urbanismo sostenible

A CORUƑA (250.000). RONDA PEATONAL

En pleno proceso de reforma de los principales ejes del centro para recuperar su esencia peatonal y con un prolƭfico programa de acupuntura urbana denominado CoruƱa CamiƱa, nos fijamos en una original iniciativa: la Ronda Peatonal, que transcurrirƔ mƔs o menos en paralelo a su mayor avenida, la Ronda de Outeiro, de 4,5 km.

Amplía, así, la filosofía peatonal a muchos barrios no centrales, algunos de los cuales ya tenían vías peatonales, que se coserÔn con este itinerario pedestre lineal. Un proceso animado y participado por su Mesa da Mobilidade, órgano municipal en el que estÔn representadas mÔs de 100 entidades sociales.

GIJƓN (270.000). RECUPERAR EL MURO

Un amplio debate ciudadano acompaña a este escaparate urbano sobre el CantÔbrico, la vía que rodea el arenal de San Lorenzo. Una especie de autovía que quieren recuperar para el ocio, el paseo y el dinamismo económico. El municipio estÔ decidido a vencer las resistencias de los sectores mÔs conservadores y acentuar las restricciones al coche privado que ensayaron durante la pandemia. La dimensión de los cambios todavía no estÔ clara, pero los debates y sesiones del Colegio de Arquitectos y el Consejo Social de la ciudad muestran una clara tendencia de reducir al mínimo el trÔfico de vehículos.

VALLADOLID (300.000). VA10Ā 

La ciudad trabaja en varios frentes su movilidad peatonal y ciclista, dentro de un programa que llaman Valladolid Ciudad Verde. Con el centro urbano prÔcticamente peatonal en su totalidad, han puesto un especial empeño en su transporte público, creando la VA10, una plataforma de circulación exclusiva por la que discurren 14 de las 20 líneas de autobuses, gracias a la cual aumentó la que los expertos llaman «velocidad comercial», esa que puede hacer mÔs atractivo el transporte público. En paralelo, reducen la capacidad de las calles para el coche particular, con el objetivo de que circulen únicamente los que sean necesarios.

urbanismo sostenible

BILBAO (350.000). TODO 30Ā 

Esa fue la espectacular apuesta de Bilbao: ser la primera ciudad del mundo mayor de 300.000 habitantes que establece este lƭmite de velocidad en todas sus calles y plazas, distanciƔndose asƭ de la norma estatal, que obliga a ir como mƔximo a 30 km/h en las vƭas de un solo carril por sentido. Persiguen reducir accidentes y eliminar el estrƩs urbano.

Otras importantes medidas de esta capital vasca consistieron en promover la movilidad ciclista y la vertical, instalando ascensores en bastantes barrios situados en las múltiples laderas que conforman esta urbe. El nuevo Bilbao no es ya el Guggenheim, el metro de Foster, la Alhóndiga o San Mamés. También su forma de moverse.

DONOSTIA (190.000). LOGƍSTICA CERO EMISIONES

Buena parte de los paquetes que llegan a San SebastiÔn cada día se centralizan en una especie de intercambiador urbano a partir del cual se distribuyen en bici. Es una magnífica respuesta al incremento del comercio electrónico que llena las ciudades de furgonetas. Allí restringieron su uso en el centro histórico, donde tienen un horario para concentrarse en una plaza, a partir de la cual se distribuyen a pie, con el apoyo de carritos.

Y en el resto de la ciudad lo confĆ­an a la logĆ­stica de Txita, la empresa a cuya base llegan paquetes en camiones o furgos y de la que parten en bicis a los domicilios donostiarras. Una apuesta que seguro marcarĆ” tendencia para el resto de ciudades.

VITORIA-GASTEIZ (250.000). GREEN CAPITALĀ 

Otro de los grandes referentes en sostenibilidad urbana con espectaculares avances en recuperación del espacio público, diversificación modal, promoción de las bicis e innovaciones en el transporte público. Una de sus grandes apuestas fue el que llaman Cinturón Verde, un conjunto de parques naturales y sendas que fueron recuperando durante las últimas décadas y que conforman un auténtico rosario de biodiversidad y paisajismo en torno al municipio.

Hace unos años se plantearon que esa infraestructura verde invadiese la ciudad, creando una malla vegetal entre los principales parques urbanos y la corona natural. Estos corredores verdes, con gran variedad de arbolado y espacios contagiados de césped y arbustos, se combinarÔn con otro proyecto en el que estÔn embarcados: las supermanzanas, un plan que dirige su creador, Salvador Rueda, y que consiste en eliminar la gran mayoría del trÔfico de coches por muchas de sus calles. Solo algunos ejes quedarÔn motorizados, recuperando el 70% del espacio público para otras actividades humanas.

LOGROƑO (150.000). CALLES ABIERTAS

Así se denomina la gran apuesta tÔctica de la era covid en España. Se llaman soluciones tÔcticas a las que, en vez de hacer costosas obras públicas para transformar el espacio, consiguen el mismo efecto con pintura sobre el asfalto y pequeñas intervenciones. Fue la opción de la capital riojana, que se reveló como una de las ciudades mÔs activas de la península a la hora de definir su estrategia ante la pandemia.

Su respuesta quedó resumida en una frase: Logroño, calles abiertas. Abiertas a las personas, o al menos cada vez mÔs abiertas. Lo interesante de su propuesta fue el camino por el que optó: avanzar mucho en poco tiempo. Para aprovechar la dinÔmica pandémica no esperó a transformar aceras, plataformas segregadas o bordillos: eligió pintarlos, convirtiéndose en un ejemplo de que «si se quiere, se puede».

BARCELONA (1.600.000). REVUELTA ESCOLAR

De polĆ©mico tacticismo saben mucho en Barcelona, donde se produjo un agrio debate —todavĆ­a vivo— con los coloristas tatuajes de asfalto de algunas calles del Eixample. Anexionaron superficie a las aceras pintando zonas que ocupaban los coches. Se alzaron voces, pero mayoritariamente por motivos estĆ©ticos, pues no lo entendĆ­an como una simple transición. En plena pandemia, el ayuntamiento reformuló el programa de las supermanzanas, que la ciudad habĆ­a anunciado hace aƱos y frenó para darle otra dimensión. Ahora irĆ”n todavĆ­a mĆ”s lentamente.

No obstante, la principal experiencia barcelonesa se encuentra en la denominada Revuelta Escolar, un movimiento de padres y madres que reclaman una ciudad mÔs amable a partir de los colegios. Proponen algo que muchas ciudades estÔn haciendo ya, como reducir trÔfico a motor, una mayor integración entre los coles y la ciudad y poder utilizar el espacio público para el juego y la interrelación. Una revuelta que se extendió a otras ciudades, algunas de cuyas escuelas secundaron la reivindicación.

SANTA COLOMA (120.000). MENOS COCHES

Es un ejemplo de ciudad que trabaja de manera callada transformando su movilidad para ir haciéndola mÔs humana y sostenible. Muchas de las calles de este municipio anexo a Barcelona han reducido su motorización. Su avenida principal, la Rambla que conecta con la capital a través del puente sobre el río Besós, se quedó con un carril de circulación por sentido, un carril bici central y amplísimas aceras.

Con todo, su apuesta mÔs espectacular ha sido la recuperación para las personas de todo el margen del río, que se convirtió en un híbrido entre Ôrea natural y paseo urbano.

VALENCIA (800.000). CICLISTA Y PEATONALĀ 

El santo y seña valenciano de los últimos años ha sido su anillo ciclista segregado del trÔfico de coches e impulsado por el concejal Giusepe Grezzi. Pero Valencia ha dado otro paso de gigante, peatonalizando grandes Ôreas de su centro histórico y en especial una de las acciones de mayor visibilidad en la capital levantina: peatonalizar su plaza del Ayuntamiento.

El ir y venir de coches y autobuses que la utilizaban como rotonda para circular en todas direcciones quedó reducido a un par de carriles bÔsicamente para el transporte público. El resto, el 90% del espacio, se convirtió en un auténtico parque urbano. De momento, en una fase transitoria, no se llevó a cabo la reforma de la plaza, que serÔ el resultado de un concurso posterior. Una fase en la que ya se encuentran las otras tres grandes plazas del centro histórico, la plaza de la Reina, la del Mercat y la de Brujas, que pronto estarÔn operativas con sus nuevos diseños sin coches.

SEVILLA (700.000). RECUPERAR EL DUQUEĀ 

La gran ciudad sureña muestra también un comportamiento progresivo hacia una movilidad mÔs sostenible. Si hace ya años que impulsó una gran red de carriles bici, hoy la estÔ mejorando, eliminando espacio para automóviles particulares. AdemÔs, hace mÔs de una década que avanza en peatonalizaciones como La piel sensible, un programa de recuperación de espacios al coche, o grandes transformaciones como la Alameda de Hércules o la Avenida de la Constitución.

Hoy se plantean limitar el trÔfico de paso por toda la ciudad y, especialmente, actuar sobre un punto crucial de su corazón: la plaza del Duque, el hiperactivo centro de Híspalis. No son mÔs que algunos apuntes de las variadas acciones de la ciudad para ir desautoxicÔndose paulatinamente.

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