Otra descripción del proyecto proporcionada por sus creadores lo define como “un lugar en el que la comida se concibe como un estímulo para los cinco sentidos”. Y ese sitio ideal para reactivar el gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto sería una especie de plaza en la que tendrían lugar diversas actividades, “desde una clase magistral de cocina hasta aprender a cultivar un huerto”
Todos los ciudadanos disfrutarían de la posibilidad de acercarse al mundo de la gastronomía mediante un programa formativo estructurado en 7 grandes paquetes, que se corresponden con los bloques que conforman la fachada a la plaza: administración, cocinas-restaurante, escuela de cocina y aulas, invernadero, biblioteca y residencia.
Localizado en la ciudad de Bruselas, dicen sus creadores que el proyecto “le regala a la ciudad un espacio público elevado de la cota de la plaza al que se ‘vierten’ los programas de carácter más privado de cada uno de los bloques, haciéndose accesibles al ciudadano”.
Otra descripción del proyecto proporcionada por sus creadores lo define como “un lugar en el que la comida se concibe como un estímulo para los cinco sentidos”. Y ese sitio ideal para reactivar el gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto sería una especie de plaza en la que tendrían lugar diversas actividades, “desde una clase magistral de cocina hasta aprender a cultivar un huerto”
Todos los ciudadanos disfrutarían de la posibilidad de acercarse al mundo de la gastronomía mediante un programa formativo estructurado en 7 grandes paquetes, que se corresponden con los bloques que conforman la fachada a la plaza: administración, cocinas-restaurante, escuela de cocina y aulas, invernadero, biblioteca y residencia.
Localizado en la ciudad de Bruselas, dicen sus creadores que el proyecto “le regala a la ciudad un espacio público elevado de la cota de la plaza al que se ‘vierten’ los programas de carácter más privado de cada uno de los bloques, haciéndose accesibles al ciudadano”.