Capachero explicĂ³, ademĂ¡s, que se estĂ¡n planteando aumentar las acciones judiciales para proteger su contenido. Pero lo que no parece entender el anuncio es que el consumidor no entiende de alianzas y menos de vĂdeos que piden limosna. Si hay algo mĂ¡s facil, rapido y barato prefieren esa opciĂ³n sea o no sea legal y lo hacen sin piedad.
Pero la realidad es que, como en el resto de sectores del entretenimiento y contenido, se ha producido una democratizaciĂ³n del acceso a la tecnologĂa imparable que cambia las reglas del juego. “En los 2000 seguimos expandiendo el porno hacia fuera. Pensamos que habĂa un apetito insaciable para el porno. Ahora encontramos que eso no es cierto”, explicĂ³ Steve Javors, editor de la publicaciĂ³n sectorial XBIZ, a The Daily Beast.
En el mismo artĂculo, el periodista Richard Abowitz hizo una lista de las principales causas de la crisis de la industria del porno. Reproducimos aquĂ algunas de ellas:
La piraterĂa
Girlfriend Films ha sido de las pocas compañĂas que han incrementado la venta de DVD en 2009. “Hemos crecido porque hemos sido agresivos contra la piraterĂa. En los Ăºltimos 8 meses hemos logrado quitar 17.000 vĂdeos pirateados de nuestro contenido simplemente enviando un carta que avisa de que estamos dispuestos a tomar medida legales”.
“Antes, a la gente le avergonzaba decir que sus novias trabajaban en el porno. Eso empieza a desaparecer. Ahora cualquiera se puede permitir una pĂ¡gina web”, explicĂ³ un ejecutivo de la industria.
Mark Spiegler, uno de los principales agentes de talento porno, piensa en la misma lĂnea. “Ya no tengo que buscar el talento. Tengo que decir que no a dos chicas a la semana”. Spiegler recibe avalanchas de mails de aspirantes a entrar en una industria cada vez mĂ¡s pequeña pero mĂ¡s demandada.
Mirando al futuro, ¿UnirĂ¡n fuerzas las grandes productoras para crear el Hulu de la pornografĂa? ¿Veremos un spotify para adultos? ¿La apuesta por hacer porno en 3D les sacarĂ¡ de los apuros econĂ³micos? Sea lo que sea, los ejecutivos de este negocio tienen entre sus manos un reto importante.
Capachero explicĂ³, ademĂ¡s, que se estĂ¡n planteando aumentar las acciones judiciales para proteger su contenido. Pero lo que no parece entender el anuncio es que el consumidor no entiende de alianzas y menos de vĂdeos que piden limosna. Si hay algo mĂ¡s facil, rapido y barato prefieren esa opciĂ³n sea o no sea legal y lo hacen sin piedad.
Pero la realidad es que, como en el resto de sectores del entretenimiento y contenido, se ha producido una democratizaciĂ³n del acceso a la tecnologĂa imparable que cambia las reglas del juego. “En los 2000 seguimos expandiendo el porno hacia fuera. Pensamos que habĂa un apetito insaciable para el porno. Ahora encontramos que eso no es cierto”, explicĂ³ Steve Javors, editor de la publicaciĂ³n sectorial XBIZ, a The Daily Beast.
En el mismo artĂculo, el periodista Richard Abowitz hizo una lista de las principales causas de la crisis de la industria del porno. Reproducimos aquĂ algunas de ellas:
La piraterĂa
Girlfriend Films ha sido de las pocas compañĂas que han incrementado la venta de DVD en 2009. “Hemos crecido porque hemos sido agresivos contra la piraterĂa. En los Ăºltimos 8 meses hemos logrado quitar 17.000 vĂdeos pirateados de nuestro contenido simplemente enviando un carta que avisa de que estamos dispuestos a tomar medida legales”.
“Antes, a la gente le avergonzaba decir que sus novias trabajaban en el porno. Eso empieza a desaparecer. Ahora cualquiera se puede permitir una pĂ¡gina web”, explicĂ³ un ejecutivo de la industria.
Mark Spiegler, uno de los principales agentes de talento porno, piensa en la misma lĂnea. “Ya no tengo que buscar el talento. Tengo que decir que no a dos chicas a la semana”. Spiegler recibe avalanchas de mails de aspirantes a entrar en una industria cada vez mĂ¡s pequeña pero mĂ¡s demandada.
Mirando al futuro, ¿UnirĂ¡n fuerzas las grandes productoras para crear el Hulu de la pornografĂa? ¿Veremos un spotify para adultos? ¿La apuesta por hacer porno en 3D les sacarĂ¡ de los apuros econĂ³micos? Sea lo que sea, los ejecutivos de este negocio tienen entre sus manos un reto importante.
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