5 de mayo 2010    /   CREATIVIDAD
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La industrĂ­a del porno se alza contra la piraterĂ­a

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Ron Jeremy

“Trabajamos duro para entreteneros y excitaros. Por favor muĂ©stranos tu apoyo comprando nuestros productos”. Las estrellas del porno estadounidenses piden compasiĂ³n y ayuda en estos momentos de ‘dificultad’ en una serie de spots. El “servicio que aportan a la sociedad” no se estĂ¡ viendo recompensado de manera justa. Las ventas de DVD han bajado un tercio en el Ăºltimo año. Los consumidores de estos productos migran a pĂ¡ginas gratuitas que copian el modelo YouTube. Las descargas y contrabando de vĂ­deos pirateados que, segĂºn dicen, “infectan los ordenadores con spyware y malware”, estĂ¡n a la orden del dĂ­a.

En una entrevista con Wired, Joanne Cachapero, representante de la AsociaciĂ³n de Entretenimiento para Adultos de EEUU, hace un llamamiento para que se tengan en cuenta las familias que viven de esta industria. “Lo que queremos comunicar con estos vĂ­deos es que la piraterĂ­a no sĂ³lo hace daño a grandes empresarios como Larry Flynt. TambiĂ©n afecta a la gente que trabaja en producciĂ³n, a los actores y los maquilladores”.

Capachero explicĂ³, ademĂ¡s, que se estĂ¡n planteando aumentar las acciones judiciales para proteger su contenido. Pero lo que no parece entender el anuncio es que el consumidor no entiende de alianzas y menos de vĂ­deos que piden limosna. Si hay algo mĂ¡s facil, rapido y  barato prefieren esa opciĂ³n sea o no sea legal y lo hacen sin piedad.

Parece un deja vu de lo que lleva pasando a la mĂºsica desde que Napster irrumpiĂ³ en la escena en 1999. El porno, un sector reconocido por su hĂ¡bil utilizaciĂ³n de las nuevas tecnologĂ­as (ha sido el Ăºnico sector de contenido capaz de cobrar suscripciones por material audiovisual en Internet), empieza a sufrir las consecuencias del fin de la escasez. Pero tambiĂ©n de haber invertido demasiados recursos en el DVD, un formato que pierde relevancia.

Incluso en el Ăºltimo festival interactivo de South by Southwest se hablĂ³ mĂ¡s de una vez del porno como referente a seguir para la industria de la mĂºsica.

Pero la realidad es que, como en el resto de sectores del entretenimiento y contenido, se ha producido una democratizaciĂ³n del acceso a la tecnologĂ­a imparable que cambia las reglas del juego. “En los 2000 seguimos expandiendo el porno hacia fuera. Pensamos que habĂ­a un apetito insaciable para el porno. Ahora encontramos que eso no es cierto”, explicĂ³ Steve Javors, editor de la publicaciĂ³n sectorial XBIZ, a The Daily Beast.

porn

En el mismo artĂ­culo, el periodista Richard Abowitz hizo una lista de las principales causas de la crisis de la industria del porno. Reproducimos aquĂ­ algunas de ellas:

La piraterĂ­a

Girlfriend Films ha sido de las pocas compañías que han incrementado la venta de DVD en 2009. “Hemos crecido porque hemos sido agresivos contra la piraterĂ­a. En los Ăºltimos 8 meses hemos logrado quitar 17.000 vĂ­deos pirateados de nuestro contenido simplemente enviando un carta que avisa de que estamos dispuestos a tomar medida legales”.

El vĂ­deo on demand no funciona como se esperaba

Pagar en Internet no ha funcionado como se esperaba para el porno. El problema que tenemos es que si tienes en cuenta lo que cuesta hacer una pelĂ­cula y luego lo vendes a 6 Ă³ 7 cĂ©ntimos por minuto, funciona muy bien para Hollywood pero en nuestro caso, en el que la mayor parte de usuarios son hombres que lo ven durante 4 Ă³ 5 minutos, se masturban y ya estĂ¡, el retorno a la inversiĂ³n es muy bajo”.

Desaparece el tabĂº

“Antes, a la gente le avergonzaba decir que sus novias trabajaban en el porno. Eso empieza a desaparecer. Ahora cualquiera se puede permitir una pĂ¡gina web”, explicĂ³ un ejecutivo de la industria.

Mark Spiegler, uno de los principales agentes de talento porno, piensa en la misma lĂ­nea. “Ya no tengo que buscar el talento. Tengo que decir que no a dos chicas a la semana”. Spiegler recibe avalanchas de mails de aspirantes a entrar en una industria cada vez mĂ¡s pequeña pero mĂ¡s demandada.

Las estrellas porno se convierten en prostitutas

“¿Para quĂ© pelearse por destacar en una industria con cada vez menos trabajo cuando tienes a personas que te pagan por hacer una simple posiciĂ³n del misionero con ellos? Muchas actrices utilizan las pelĂ­culas como lanzadera para atraer clientes. Twitter y Facebook facilitan esas conexiones. Poner estrella porno en su perfil de escort les da mĂ¡s cache”.

Mirando al futuro, ¿UnirĂ¡n fuerzas las grandes productoras para crear el Hulu de la pornografĂ­a? ¿Veremos un spotify para adultos? ¿La apuesta por hacer porno en 3D les sacarĂ¡ de los apuros econĂ³micos? Sea lo que sea, los ejecutivos de este negocio tienen entre sus manos un reto importante.

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“Trabajamos duro para entreteneros y excitaros. Por favor muĂ©stranos tu apoyo comprando nuestros productos”. Las estrellas del porno estadounidenses piden compasiĂ³n y ayuda en estos momentos de ‘dificultad’ en una serie de spots. El “servicio que aportan a la sociedad” no se estĂ¡ viendo recompensado de manera justa. Las ventas de DVD han bajado un tercio en el Ăºltimo año. Los consumidores de estos productos migran a pĂ¡ginas gratuitas que copian el modelo YouTube. Las descargas y contrabando de vĂ­deos pirateados que, segĂºn dicen, “infectan los ordenadores con spyware y malware”, estĂ¡n a la orden del dĂ­a.

En una entrevista con Wired, Joanne Cachapero, representante de la AsociaciĂ³n de Entretenimiento para Adultos de EEUU, hace un llamamiento para que se tengan en cuenta las familias que viven de esta industria. “Lo que queremos comunicar con estos vĂ­deos es que la piraterĂ­a no sĂ³lo hace daño a grandes empresarios como Larry Flynt. TambiĂ©n afecta a la gente que trabaja en producciĂ³n, a los actores y los maquilladores”.

Capachero explicĂ³, ademĂ¡s, que se estĂ¡n planteando aumentar las acciones judiciales para proteger su contenido. Pero lo que no parece entender el anuncio es que el consumidor no entiende de alianzas y menos de vĂ­deos que piden limosna. Si hay algo mĂ¡s facil, rapido y  barato prefieren esa opciĂ³n sea o no sea legal y lo hacen sin piedad.

Parece un deja vu de lo que lleva pasando a la mĂºsica desde que Napster irrumpiĂ³ en la escena en 1999. El porno, un sector reconocido por su hĂ¡bil utilizaciĂ³n de las nuevas tecnologĂ­as (ha sido el Ăºnico sector de contenido capaz de cobrar suscripciones por material audiovisual en Internet), empieza a sufrir las consecuencias del fin de la escasez. Pero tambiĂ©n de haber invertido demasiados recursos en el DVD, un formato que pierde relevancia.

Incluso en el Ăºltimo festival interactivo de South by Southwest se hablĂ³ mĂ¡s de una vez del porno como referente a seguir para la industria de la mĂºsica.

Pero la realidad es que, como en el resto de sectores del entretenimiento y contenido, se ha producido una democratizaciĂ³n del acceso a la tecnologĂ­a imparable que cambia las reglas del juego. “En los 2000 seguimos expandiendo el porno hacia fuera. Pensamos que habĂ­a un apetito insaciable para el porno. Ahora encontramos que eso no es cierto”, explicĂ³ Steve Javors, editor de la publicaciĂ³n sectorial XBIZ, a The Daily Beast.

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En el mismo artĂ­culo, el periodista Richard Abowitz hizo una lista de las principales causas de la crisis de la industria del porno. Reproducimos aquĂ­ algunas de ellas:

La piraterĂ­a

Girlfriend Films ha sido de las pocas compañías que han incrementado la venta de DVD en 2009. “Hemos crecido porque hemos sido agresivos contra la piraterĂ­a. En los Ăºltimos 8 meses hemos logrado quitar 17.000 vĂ­deos pirateados de nuestro contenido simplemente enviando un carta que avisa de que estamos dispuestos a tomar medida legales”.

El vĂ­deo on demand no funciona como se esperaba

Pagar en Internet no ha funcionado como se esperaba para el porno. El problema que tenemos es que si tienes en cuenta lo que cuesta hacer una pelĂ­cula y luego lo vendes a 6 Ă³ 7 cĂ©ntimos por minuto, funciona muy bien para Hollywood pero en nuestro caso, en el que la mayor parte de usuarios son hombres que lo ven durante 4 Ă³ 5 minutos, se masturban y ya estĂ¡, el retorno a la inversiĂ³n es muy bajo”.

Desaparece el tabĂº

“Antes, a la gente le avergonzaba decir que sus novias trabajaban en el porno. Eso empieza a desaparecer. Ahora cualquiera se puede permitir una pĂ¡gina web”, explicĂ³ un ejecutivo de la industria.

Mark Spiegler, uno de los principales agentes de talento porno, piensa en la misma lĂ­nea. “Ya no tengo que buscar el talento. Tengo que decir que no a dos chicas a la semana”. Spiegler recibe avalanchas de mails de aspirantes a entrar en una industria cada vez mĂ¡s pequeña pero mĂ¡s demandada.

Las estrellas porno se convierten en prostitutas

“¿Para quĂ© pelearse por destacar en una industria con cada vez menos trabajo cuando tienes a personas que te pagan por hacer una simple posiciĂ³n del misionero con ellos? Muchas actrices utilizan las pelĂ­culas como lanzadera para atraer clientes. Twitter y Facebook facilitan esas conexiones. Poner estrella porno en su perfil de escort les da mĂ¡s cache”.

Mirando al futuro, ¿UnirĂ¡n fuerzas las grandes productoras para crear el Hulu de la pornografĂ­a? ¿Veremos un spotify para adultos? ¿La apuesta por hacer porno en 3D les sacarĂ¡ de los apuros econĂ³micos? Sea lo que sea, los ejecutivos de este negocio tienen entre sus manos un reto importante.

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