SHARES/LIKES 3.902.266
tienda
Yorokobu Yorokobu Yorokobu Yorokobu
  • Vídeos
  • Newsletter
  • Suscríbete
  • Quiénes Somos
    • Qué es Yorokobu
    • Alineación
    • Contacto
    • Brands and Roses
  • La Revista
    • Suscríbete
    • Anúnciate
  • La Web
    • Newsletter
  • ESPECIALES
    • Series TV y cine
    • Folletines ilustrados
    • Hazlo Tú
    • Creatividad
    • Innovación
Más Yorokobu
Yorokobu 2018 CREATIVE COMMONS RECONOCIMIENTO
        -NO COMERCIAL- COMPARTIRIGUAL 4.0 INTERNACIONAL LICENSE Made by WECOLAB.com wecolab_logo
  • CATEGORÍAS
    • Negocios (449)
    • Ciencia (497)
    • Cine, TV y Animación (1319)
    • Conocimiento y educación (974)
    • Creatividad (2232)
    • Cultura Digital y Tecnología (1096)
    • Economía (339)
    • Innovación (731)
    • Social (600)
    • Tecnología (693)
    • Ver más
  • AUTORES
    • Mar Abad (1680)
    • David Garcia (1612)
    • M. Ángeles García (541)
    • Isabel Garzo (239)
    • Marcus Hurst (1280)
    • Gema Lozano (562)
    • Juanjo Moreno (270)
    • Ver más
  • ESPECIALES
    • Impacto Positivo, por Ron Ritual
      (54)
    • Creatividad
      (2232)
    • Innovación
      (731)
Más Yorokobu
Yorokobu 2018 CREATIVE COMMONS RECONOCIMIENTO
          -NO COMERCIAL- COMPARTIRIGUAL 4.0 INTERNACIONAL LICENSE Made by WECOLAB.com wecolab_logo

La liberación informática de Munich

SHARES/LIKES
488
Compartir
Por
Marcus Hurst
18 junio 2012
  • Cultura Digital y Tecnología
  • Economía
  • Innovación

Abril 2003. Lugar: Alpes suizos. Steve Ballmer, consejero delegado de Microsoft, recibe una llamada durante unas vacaciones en las montañas helvéticas. Malas noticias. El ayuntamiento de Munich anuncia que dejará de usar el sistema operativo de la compañía en sus más de 15.000 ordenadores. En su lugar, apostarán por un sistema abierto basado en Linux.

El sucesor de Bill Gates interrumpe sus vacaciones y se dirige hacia la capital bávara. Trae consigo una batería de contraofertas con el objetivo de que el alcalde, Christian Ude, cambie de idea. El contrato, valorado en 35 millones de dólares, en realidad era una cifra modesta para una compañía de las dimensiones de la multinacional de Seattle. Pero eso era lo de menos. Ballmer teme la repercusión que puede tener el ejemplo de una de las ciudades más importantes de Alemania.

El viaje no surte efecto. La decisión es firme. Munich dice adiós a Microsoft y pone en marcha LiMux, uno de los proyectos públicos de software libre más ambiciosos de la historia. La ciudad había logrado librarse de la tiranía del software privativo. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Todos felices, menos Microsoft.

Ojalá fuera así de fácil…

10 años más tarde, sentados en el despacho de comunicación de la sede de LiMux, en una céntrica calle de Munich, Andreas Heinrich, consultor de IBM y uno de los principales responsables del proyecto, respira tranquilo. En marzo de 2012, el alcalde Christian Ude anunció que la ciudad había logrado ahorrar más de 4 millones de euros en costes de licencia de software en tan solo un año. Al estar usando programas como Open Office, el sistema operativo Debian y el gestor de correos Thunderbird, el ayuntamiento evita tener que pagar las licencias que cobran compañías como Microsoft cada cierto tiempo. La experiencia de la ciudad se convierte en una causa célebre que aparece en muchos medios de comunicación.

Los años anteriores no han sido tan fáciles como este. LiMux fue el blanco de muchas críticas de la oposición por los retrasos y costes del proyecto, más de 20 millones de euros hasta la fecha. Los ejemplos de otro países tampoco lo ponían fácil. Una iniciativa similar en Viena fracasó. Pero los responsables del proyecto mantuvieron el tipo ante la adversidad y hoy la ciudad empieza, por fin, a recoger los frutos de un trabajo arduo y complicado. “Por fin hemos podido rendir cuentas de forma contundente. Las críticas se han acallado y este año tendremos casi todos los ordenadores del Ayuntamiento operando con software libre”, explica el gestor de proyectos.

Aunque los medios han hecho mucho hincapié en el ahorro, las razones que llevaron a tomar esta decisión fueron otras. El motivo radicaba más en planteamientos filosóficos y democráticos que por dinero. Antes de adoptar LiMux, el Ayuntamiento operaba todo su equipo informático con Windows NT y los resultados eran bastantes satisfactorios. En 2002 reciben una notificación de Microsoft que les informaba de que dejarían de ofrecer soporte a esta versión. La compañía obligaba básicamente a tener que pagar por acceder a las nuevas versiones de Windows o corrían el riesgo de acabar con un sistema operativo obsoleto. “Pensaron que pagaríamos siempre pero los políticos empezaron a hacer preguntas. ¿No hay otras alternativas? ¿Otras formas de hacer las cosas?”, explica Heinrich.

“Empezaron a pensar que era arriesgado tener tanta dependencia de una empresa”, añade. “Tiene mucho que ver con la libertad. Con ser propietarios de nuestros propios datos. Imagínate que quiebra la empresa de software mañana. Imagínate lo que eso podría implicar para las instituciones públicas de la ciudad. Es un tema de autonomía”.

A la hora de la verdad, “la decisión estaba entre buscar una opción más barata a corto plazo, que era seguir con Microsoft, o mirar al largo plazo. Los políticos optaron por lo segundo. Apostar por el software libre y estándares abiertos”.

El gobierno local también estaba preocupado con las barreras que la obsolescencia programada impuesta por Microsoft sobre Munich podía tener para la ciudadanía. “Si una persona tiene que tener el sistema más avanzado o la edición más actualizada de Microsoft Office para remitir un documento al ayuntamiento, estás dejando a mucha gente fuera. Si un niño tiene que utilizar Microsoft power point para hacer una presentación en clase, estás obligando a su familia a comprar ese producto. Y eso es inaceptable para una institución pública”.

Pagar más ahora para pagar menos después

Heinrich es realista a la hora de valorar los costes de un proyecto de estas características. “Al contrario de lo que uno pueda pensar, los proyectos abiertos de esta envergadura requieren mucho dinero, aunque a la larga sea más barato por el ahorro de las licencias. Tienes que invertir en capital humano que se dedica a adaptar los programas informáticos, instalar y ofrecer soporte y formación”.

LiMux cuenta con un departamento creado ex profeso para el proyecto que ha tenido que hacer mucha labor de reestructuración. “Teníamos más de 20 departamentos de informática. Cada uno con un protocolo distinto y una integración mínima entre ellas. Era como empezar de cero”.

Este departamento se encarga de migrar poco a poco los servicios de todos los profesionales en la ciudad a estos sistemas y a hacer mucha labor de pedadogía a los funcionarios públicos. Primero empezaron con instalar navegadores como Firefox o procesadores de textos como Open Office. Se empieza por traslados a pequeña escala en distintos departamentos. “No podíamos hacerlo todo de un golpe. Está en juego el funcionamiento de muchos servicios importantes”, añade Heinrich.

En 2008 se opta por una estrategia que pone como meta que todos los departamentos tengan un 10% de sus sistemas informáticos usando Linux íntegramente. Al año lo consiguen y desde entonces las cosas se hacen más fáciles. “Hoy estamos en torno a los 10.000, de un total de 15.000, que están usando una interfaz completamente abierta. Todos los ordenadores tienen instalados Open Office, el gestor de email Thunderbird y Firefox”, explica Heinrich.

La economía local gana

Apostar por este sistema genera otro tipo de beneficios para la economía local de la zona. Una multinacional como Microsoft genera su software y lo replica a gran escala por el mundo. El sistema abierto de LiMux requiere mucho desarrollo y adaptación a las necesidades del ayuntamiento. “Gran parte de este dinero se ha invertido en compañías y desarrolladores de la zona en lugar de irse fuera. Claro, dirás que yo soy parte de IBM, una multinacional que también participa en el proyecto, pero lo cierto es que solo copamos una pequeña parte de ese presupuesto,” añade el ejecutivo.

Este conocimiento ha ayudado a posicionar a la ciudad como pionera en estos temas. Esos mismos profesionales pueden vender su experiencia para proyectos similares en ciudades tan distintas como Calcuta o Caracas. “Es un apoyo para las pequeñas y medianas empresas que forman la espina dorsal de la economía alemana y europea”.

Pero el experto en sistemas informáticos es cauto a la hora de recomendar a otras ciudades u organismos públicos que emprendan un proyecto de estas características. “Por supuesto que compartimos nuestra experiencia con muchas de ellas pero se necesita mucho sentido común, empezar pequeño y asegurarte que funciona. Analiza muy bien lo que tienes y tus recursos”.

“No seas un talibán tampoco. Hay veces que tienes que usar ordenadores cerrados para programas como Autocad. Lo más importante es avanzar en la inclusividad y la interoperabilidad. Que tu archivo funcione en todas las plataformas, sea Windows, Linux o Apple. No se trata de excluir a alguien que utiliza un sistema cerrado. Se trata de que todos los programas funcionen en todas las plataformas. Que los estándares sean abiertos”.

Y, finalmente, hay un elemento más imprevisible que ha sido absolutamente determinante para el éxito de LiMux. El apoyo político. “Hemos tenido el respaldo del alcalde desde el comienzo”. Christian Ude lleva casi 20 años al frente del consistorio de la ciudad y junto con sus socios de gobierno del Partido Verde han visto muy clara la importancia de apostar por el software libre. “Sin este apoyo hubiera sido imposible”.

En LiMux tenemos un ejemplo de innovación y valentía en el sector público, un área frecuentemente criticada por su inmovilismo. El software libre ya no se ve como un reducto de geeks. Su peso crece y en un contexto público cada vez tiene más sentido que una ciudad tenga libertad total con sus decisiones tecnológicas en una época en la que lo digital se ha vuelto esencial.

Florian Schiessel, uno de los principales responsables de LiMux, prefiere huir de las contraposiciones ideológicas y apelar al pragmatismo para justificar el proyecto en una entrada en su blog. “No soy un activista de software libre ni un vendedor de software. Solo te digo que esto funciona. No es solo un tema de Linux versus Windows. Hay muchas empresas que quieren encerrarte. Hicimos los deberes y no volveremos a ser esclavos contentos. ¿Y tú?”.

—

Ilustración: Blastto

SHARES/LIKES
488
Compartir
Por Marcus Hurst
1280 ARTÍCULOS

Marcus Hurst es Cofundador de Yorokobu y Redactor Jefe de Ling Magazine. Puedes seguirle en @marcushurst

Dicen por ahí

Ver los comentarios anteriores
  1. Ruben dice:
    18/06/2012 a las 14:55

    En Extremadura tambien se comenzó con un proyecto innovador y arriesgado y aunque los resultados dejan mucho que desear (creo que a nivel politico se vendio más humo que otra cosa) creo que es el camino a seguir para todas las administraciones.

    Por cierto no es devian es Debian.

    Responder
    1. Marcus Hurst dice:
      18/06/2012 a las 15:27

      Muchas gracias. Lo cambié en la versión en papel pero se me pasó aquí. Saludos!

      Responder
    2. Victor dice:
      20/06/2012 a las 13:59

      @Ruben
      ¿De dónde sacas que en Extremadura los resultados dejan mucho que desear?

      Empezó como un proyecto educativo y la totalidad de los puestos educativos están con Debian.

      Después vino el proyecto sanitario y la totalidad de los puestos sanitarios también están con SL.

      Por último llegó el proyecto para los puestos de trabajo de los funcionarios y el plan es que esté migrado antes de que acabe la legislatura actual.

      Los plazos van hasta más rápido que en Munich con la diferencia de que en Extremadura son 3 proyectos con 3 lineas temporales distintas y existen todavía más máquinas que allí.

      Responder
  2. Pingback: La liberación informática de Munich
  3. Soup dice:
    20/06/2012 a las 15:27

    Ahora solo falta que sustituyan a SAP los alemanes…

    Responder
    1. chagoya dice:
      20/06/2012 a las 17:16

      Una buena opción podría ser FROG para reemplazar a SAP

      Responder
  4. jojeda dice:
    20/06/2012 a las 17:13

    una opcion para sustituir SAP podria ser FROG

    Responder
  5. Pingback: La liberación informática de Munich | Grace To You
  6. iagovar dice:
    20/06/2012 a las 23:06

    La verdad es que el tema del SL puede ser un buen incentivo también en España para la industria de desarrollo local, aunque me temo que en realidad acabaría en manos de consultoras haciendo chapuzas…

    Responder
  7. Pingback: La liberación informática de Munich | Cuéntamelo España
  8. Denis dice:
    21/06/2012 a las 00:48

    Linda experiencia. La moraleja: se necesita de una fuerte convicción filosófica de entender el valor de la libertad. Los negociantes sin escrúpulos ahora "donan" su software cerrado y esclavizante a las escuelas en la estratégia del "drug dealer" y hace cada día más difícil el tema de la interoperabilidad en presentaciones y documentos enriquecidos.

    Responder
  9. Pingback: La gran odisea » Blog Archive » Munich. Parece ser que lo han conseguido.
  10. Pingback: La liberación informática de Munich » LiNbertec
  11. Pingback: El ayuntamiento de Munich migró a software libre « El Blog de Ragadast
  12. Opentia dice:
    25/07/2012 a las 15:49

    Soup: Microsoft ya ha presentado sus primeras pérdidas trimestrales y, en cuanto a SAP, ya lo estamos reemplazando en muchos sitios por soluciones 100% libres como OpenERP… ;-)

    Responder
  13. Pingback: Munich, un ejemplo a seguir | sinanimodelucro.net
  14. Pingback: Software lliure per a mitigar la crisi - Nonada.es
  15. Pingback: Ventajas del Software Libre para la Empresa | Qindel
  16. Pingback: Finanzas públicas: para aforrar en Ribadeo | Ribadeando o Blog de Ribadeo
  17. Pingback: Finanzas públicas: para aforrar en Ribadeo

Cuéntanos algo bonito Cancelar respuesta

* Los campos marcados con asterisco son obligatorios.

Patrocinador

Las inquietantes «metáforas cultas» de Bernardí Roig

Isabel Garzo
20 abril 2018
  • Arte
  • 3

¿Por qué juzgamos la sexualidad de los niños como si fueran adultos?

Silvia C. Carpallo
20 abril 2018
  • Sexo

Los retratos a plena cara de Sam Green

Mariángeles García
20 abril 2018
  • Ilustración
  • 3

¿Qué pasa cuando un país entero se queda sin internet?

Carlos Carabaña
19 abril 2018
  • Economía
  • Tecnología
  • 19

‘Wild Wild Country’: no hay guion que supere un documental así

Jorge Decarlini
19 abril 2018
  • Cine, TV y Animación
  • 1
  • 45

Verborreicos: contra la gente que nunca se calla

Esteban Ordóñez Chillarón
19 abril 2018
  • Slow
  • 7
  • 58

Un fanzine sobre consentimiento sexual que quiere acabar con la cultura de la violación

Gema Lozano
19 abril 2018
  • Ilustración
  • Sexo
  • 45

¿Necesitamos clases de futuro?

Virginia Mendoza
19 abril 2018
  • Conocimiento y educación
  • 46

Enclave RAE, el nuevo consultorio de los frikis de la lengua

Mariángeles García
18 abril 2018
  • Lenguaje
  • Web
  • 4
  • 221
Patrocinador

Isla de Perros: el poema visual japonés de Wes Anderson

Javier Melendez Martin
18 abril 2018
  • Advertorial
  • Cine, TV y Animación
  • 806

‘Aging gracefully’: Cómo ser feliz después de los 100 años

Valeria Saccone
18 abril 2018
  • Fotografía
  • 1
  • 240

Deja el curro y vete a Pueblo Pelícano

Víctor Navarro
18 abril 2018
  • Videojuegos
  • 29

El Prado triunfa en Instagram explicando cada día un cuadro en directo

Isabel Garzo
18 abril 2018
  • Arte
  • 5809

El lado oscuro (e hipnótico) de la ilustradora infantil Maite Mutuberria

Enrique Alpañés
18 abril 2018
  • Ilustración
  • 214

El hippy gallego que revolucionó el diseño en San Francisco

David Garcia
18 abril 2018
  • Creatividad
  • Slow
  • 583

Curso exprés para ser un ‘librepensador’ de andar por casa

Claudio Molinari
18 abril 2018
  • Opinión
  • 259

‘Todo es una mierda’: el arte de la vida cotidiana

Javier Melendez Martin
17 abril 2018
  • Cine, TV y Animación
  • 72

Sepe: la estética ochentera que enamora a los milenials

Enrique Alpañés
17 abril 2018
  • Ilustración
  • 73

Un libro recoge la edad de oro de las motos portuguesas

Eduardo Bravo
17 abril 2018
  • Diseño
  • 1
  • 53
Patrocinador

Postwall: una agenda cultural hecha de pósters

Branded Content
17 abril 2018
  • Apps
  • 900

Una guía para madres rebeldes hartas de consejos y supersticiones sin pies ni cabeza

Álex Ander
17 abril 2018
  • Libros
  • 1
  • 160

‘Mucha jefa suelta para tan poca directora puesta’: trap contra el campo de nabos en la publicidad

Mariángeles García
17 abril 2018
  • Publicidad y Marketing
  • 119

¿Te estás olvidando de ejercitar la memoria?

Miguel Ángel Furones
17 abril 2018
  • Opinión
  • 109

De cuqui a punki: la evolución sideral de Cristina Daura

Enrique Alpañés
16 abril 2018
  • Ilustración
  • 53

‘That will be the day’, de Buddy Holly: la canción que inspiró John Wayne

Diego R. J.
16 abril 2018
  • Música
  • 2
  • 44
Suscríbete a la newsletter
Suscribirme

¡Estás usando un bloqueador de publicidad!

No te culpamos, nosotros somos lectores además de periodistas y, qué diablos, a veces es insufrible.

Sin embargo, una buena parte de nuestros ingresos dependen de la publicidad. Por eso hemos optado por formatos no invasivos y por la señalización del contenido de marca.
Lo único que te pedimos es que consideres la opción de desactivarlo en yorokobu.es.

Aquí te explicamos nuestros motivos.
El rollo legal de las cookies

La Ley 34/2002 nos obliga a avisarte de que usamos cookies propias y de terceros (ni de cuartos ni de quintos) con objetivos estadísticos y de sesión y para mostrarte la 'publi' que nos da de comer. Tenemos una política de cookies majísima y bla bla bla. Si continúas navegando, asumimos que aceptas y que todo guay. Si no te parece bien, huye y vuelve por donde has venido, que nadie te obliga a entrar aquí. Pincha este enlace para conocer los detalles. Tranquilo, este mensaje solo sale una vez. Esperamos.

CERRAR