El profesor Javier Naranjo recuerda aquel dĆa en Llanogrande. āMe estremecĆā, relata, āsĆ© que Orlando no era un niƱo pobre; era hijo de una familia de industriales que habĆa dejado MedellĆn en la Ć©poca de la violenciaā.
Naranjo daba clases en la escuelita rural de Llanogrande, a dos horas de la ciudad. EnseƱaba Granja, Creación Literaria y FotografĆa. Aquel dĆa, en Creación, preguntó a los niƱos por el miedo; quĆ© es el miedo. Orlando VĆ”squez, de seis aƱos, respondió. Miedo es que mi mamĆ” maneja un carro y unos seƱores de la caƱerĆa no pueden comer y le rompen el vidrio del carro y la matan y matan a mi papĆ” y vivo solo.
Los noventa fueron aƱos duros en Antioquia. El departamento colombiano, con capital en MedellĆn, sufrĆa la guerra del estado contra los narcotraficantes. Muchos industriales dejaban la ciudad y buscaban tranquilidad en sus fincas del campo. En Llanogrande, Naranjo topó con āmiradas limpiasā, niƱos que condensaban crudamente la realidad, sin filtro.

El profesor aun recuerda respuestas estremecedoras āuna niƱa dijo una vez que misterio era cuando mi mamĆ” se fue y no me dice a dónde-, aunque tambiĆ©n simpĆ”ticas āniƱo es un amigo que tiene el pelo cortito, que no toma ron y se acuesta temprano-. Con el tiempo, Naranjo levantó una colección importante de definiciones infantiles y acabó editando un diccionario, Casa de Estrellas. Hace unas semanas, en la feria del libro de BogotĆ”, presentó la cuarta edición. Ya ha vendido 8.000 ejemplares.
Casa de Estrellas recoge definiciones de 500 conceptos, concretos y abstractos ādesde Colombia, un partido de fĆŗtbol a Dios, el amor con pelo largo y poderes. Naranjo dice que no las buscaba, solo que en sus clases, probando, se dio cuenta de que los niƱos, de alguna forma, āestĆ”n ligados al animas mundi, comulgan con el mundo de una manera que los adultos ya no podemos. Gaston Bachelard [filósofo francĆ©s] hablaba de la capacidad de soƱar de los niƱosā, explica entusiasmado; āFernando Pessoa decĆa que son maestros, Heidegger hablaba de la casa del ser⦠Los niƱos, con sus definiciones, nos invitan a su casa con una mirada limpiaā.

Poeta y escritor, Naranjo reconoce que al principio le interesaba la estĆ©tica de las definiciones y que luego quiso saber quĆ© habĆa detrĆ”s. āRecuerdo una vez que preguntĆ© a la clase quĆ© era un hogar y una niƱa respondió que es algo que de repente se separa. Claro, enseguida supe que tenĆa problemasā.
De cualquier manera, la violencia, sutil o despiadada, siempre aparecĆa: āuna niƱa de ocho aƱos dijo una vez que militar es ser consciente de que los matan. En otra ocasión, esta vez un niƱo, definieron miedo como cuando llega alguien a casa y me levanto a ver quiĆ©n esā.

Han sido diez aƱos de trabajo hormiguero, de recoger definiciones en el aula. Naranjo evoca las clases, las veces en que ha jugado a ser un extraterrestre y los niƱos, guĆas de esa existencia ajena, le explicaban conceptos bĆ”sicos. El libro le ha reportado experiencias bien agradables.
“EstĆ”bamos presentando la tercera ediciónā, recuerda, āy unas muchachas se levantaron del pĆŗblico y dijeron profe, soy tal, soy tal. Yo las recordĆ©. Las habĆa tenido en clase al principio en Llanogrande. Una de ellas, Carolina, aĆŗn me acuerdo, habĆa definido el dinero una vez como el peor vicio. Delante de todos, le preguntĆ© si seguĆa pensando lo mismo. Todo el mundo miraba, fue muy emocionante⦠SĆ profe, dijoā.


precioso, posibilidad de adquirir el libro?
Es impresionante el poder de abstracción de los niƱos, te dan una definición imposible pero que encaja perfectamente en su realidad… juventud divino tesoro!
Me dice el profesor que no se puede conseguir por Amazon porque Aguilar ya no tiene los derechos sobre la edición… HabrĆ” que estar a la espera, o pedirlo aquĆ:
http://www.reddebibliotecas.org.co/bibliotecasmunicipales/Paginas/biblioteca_laboratorio_del_espiritu.aspx
Manden un correo o llamen y pregunten por Ʃl.
Iniciativas asĆ rescatan tesoros que se perderĆan irremediablemente.
quĆ© idea tan acertada… que forma de recordar a los alumnos y dejar que ellos nos enseƱen algo tambiĆ©n… ya sĆ© que voy a hacer esos dĆas tontos de junio….cuando los niƱos ya no quieren “aprender” nada nuevo pero si poder tener su voz.
No me parece una mirada tan limpia…muchas de las frases son las cosas que han aprendido de los adultos. Ejemplo: de “esposo” dice “sinvergüenza”. Estoy segura que es lo que escucha decir a su madre cada dĆa š
Por otro lado, me parece imprescindible escuchar a los niƱos, ademƔs de repetir lo que dicen los adultos tienen ideas maravillosas.
Es la mirada limpia sobre realidades que en ocasiones no lo son tanto. Los niƱos son mucho mĆ”s intuitivos de lo que imaginamos. Yo creo mĆ”s bien que asocia a la palabra una conducta observada y no una repetición vacĆa de contenido š
Es Antioquia (sin acento en la i) š
QuƩ bonito! La mirada pura de los niƱos, siempre tan inocentes, tan honestos, tan limpios.
q bonito.
Es preciosa la idea de escribir un libro con las definiciones de los niƱos. Pero si, ademĆ”s, estaban en una situación tan difĆcil como la que explican, tiene el doble de interĆ©s. Ā”Enhorabuena!
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