El caso es que, precisamente por precaución, tendemos a ser muy estrictos con la limpieza de esa parte del baño. El estadounidense piensa que nos irÃa mejor si aplicásemos el mismo rigor a la higiene de otras partes de nuestras casas.
Gerba ha realizado estudios en los que cifra en 50 el número de bacterias por pulgada cuadrada. El cientÃfico se ha fijado con especial atención en el E.coli, el estafilococo aureus y otras bacterias fecales cuyos daños provocan visitas a, precisamente el WC, el hospital o el cementerio en el peor de los casos.
En su estudio, que ha analizado muestras de hogares procedentes de nueve paÃses diferentes, llega a la conclusión de que el Disneyworld para un bacteriólogo se encuentra en las cocinas de los hogares. “Hay una concentración de bacterias 200 veces mayor en la tabla de cortar alimentos que en el asiento del WC”, señala Gerba.
Chuck Gerba explica que el premio gordo está en las bayetas o esponjas que se utilizan para la limpieza en la cocina. Una bayeta puede llegar a contener 200.000 veces más bacterias que la taza del váter. Un trapo de cocina puede multiplicar el número por 20.000.
Vivan, en cualquier caso, medianamente tranquilos. John Oxford, profesor de virologÃa de la Universidad de Londres afirma que “2 millones de años de evolución nos han ayudado a desarrollar genes cuya única función es mantener el sistema inmunológico en marcha”. Yo, por si acaso, voy a cortar el rape de la fideguá en el baño de invitados.
El caso es que, precisamente por precaución, tendemos a ser muy estrictos con la limpieza de esa parte del baño. El estadounidense piensa que nos irÃa mejor si aplicásemos el mismo rigor a la higiene de otras partes de nuestras casas.
Gerba ha realizado estudios en los que cifra en 50 el número de bacterias por pulgada cuadrada. El cientÃfico se ha fijado con especial atención en el E.coli, el estafilococo aureus y otras bacterias fecales cuyos daños provocan visitas a, precisamente el WC, el hospital o el cementerio en el peor de los casos.
En su estudio, que ha analizado muestras de hogares procedentes de nueve paÃses diferentes, llega a la conclusión de que el Disneyworld para un bacteriólogo se encuentra en las cocinas de los hogares. “Hay una concentración de bacterias 200 veces mayor en la tabla de cortar alimentos que en el asiento del WC”, señala Gerba.
Chuck Gerba explica que el premio gordo está en las bayetas o esponjas que se utilizan para la limpieza en la cocina. Una bayeta puede llegar a contener 200.000 veces más bacterias que la taza del váter. Un trapo de cocina puede multiplicar el número por 20.000.
Vivan, en cualquier caso, medianamente tranquilos. John Oxford, profesor de virologÃa de la Universidad de Londres afirma que “2 millones de años de evolución nos han ayudado a desarrollar genes cuya única función es mantener el sistema inmunológico en marcha”. Yo, por si acaso, voy a cortar el rape de la fideguá en el baño de invitados.
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