Se metió en un lĆo tan gordo que necesitó cambiar de identidad y de aspecto. AsĆ se lo recomendaron los agentes de policĆa que le incluyeron en el programa de protección de testigos. Empezó cambiando su nombre y mudĆ”ndose a otra ciudad donde comenzar de cero. Luego se tiñó el pelo. Temeroso aĆŗn de ser reconocido, pasó por quirófano para cambiarse la nariz y afilar sus pómulos. Inseguro, no dudó en volver a recurrir a los cirujanos para retocarse los labios y oscurecer el color de su piel, como un Michael Jackson a la inversa.
Y cuando ya se creĆa irreconocible, un chivatazo alertó a los agentes de que la mafia contra la que tenĆa que testificar habĆa descubierto su paradero. AsĆ que le recomendaron una transformación mĆ”s radical: cambiar de sexo. Al principio se negó, pero cuando sintió la respiración feroz de su perseguidor en la nuca, aceptó pasar por quirófano de nuevo. Ā«Nunca mĆ”s volverĆ”s a ser un hombreĀ», se decĆa. Y con un guiƱo al espejo se respondió al instante: «¿Y quiĆ©n coƱo lo necesita?Ā».
ĀæQuĆ© tiene esta historia que ver con el leĆsmo? Pues que algunos hablantes tienen el vicio de cambiar la función a los pronombres. El leĆsmo consiste en usar el pronombre le/les por lo/la/los/las cuando cumplen función de complemento directo. O lo que es lo mismo, decir *SĆ le o *No le (tengo) cuando cambiamos cromos en lugar de SĆ lo o No lo (tengo). Pero⦠conviene aclarar algunas cosas.
Como los hablantes cultos usaban el le por el lo como complemento directo, al final se acepta este uso cuando se refiere al masculino singular. AsĆ que puedes decir Le vi pasar por la calle cuando te pregunten por Juan sin que nadie te ponga la etiqueta de leĆsta; aunque para no faltar a la verdad, se recomienda el uso de lo.
Lo que no te aceptarĆ” la norma culta por mucha pose de erudito que pongas es el leĆsmo referido a animales o cosas (echa un ojo al ejemplo de los cromos) ni a nombres femeninos: *Dile a MarĆa que no puedo visitarle.
TambiĆ©n te libra de meter la pata el leĆsmo de cortesĆa, donde tratamos de usted al referente: Esta seƱorita le atenderĆ” enseguida o Le saluda afectuosamente⦠Y segĆŗn donde hayas nacido, el cuerpo te pedirĆ” usar le o lo/los/la/las en verbos que admiten complemento directo o indirecto indistintamente. A saber:
– Verbos como creer, obeceder, escuchar, ayudar⦠(A la maestra no la/le obedecen)
– El verbo llamar cuando lleva un complemento predicativo: Les/los llaman tontos
– Verbos de afección psĆquica o dicho en romĆ”n paladino, aburrir, agradar, cansar, divertir, fascinar, molestar, preocupar⦠(Los niƱos la/le molestan)
– Verbos usados como impersonales reflejos (A Carlos se le/lo ve preocupado)
– Verbos de influencia, es decir, los que inducen comportamientos: animar, autorizar, obligar, incitar⦠(Les/las animaron a salir de paseo).
– Los verbos atender y telefonear: MarĆa solicitó que la/le telefonearan por la tarde
ĀæSerĆ”s capaz de renunciar por fin a tu leĆsmo?
Yo dejĆ© de ser leĆsta hace mucho aƱos. Al leĆsmo le tengo inquina.
Tanto el leĆsmo como el laĆsmo son odiosos.
Ā«AsĆ se lo recomendaron los agentes de policĆa que *le* incluyeron en el programa de protección de testigosĀ»
ĀæLeĆsmo?
Comentarios cerrados.