Por esto nunca acaba de entrarte lo del leĆsmo
”Yorokobu gratis en formato digital!
Los espaƱoles, esos individuos que desconocen el complemento directo
La teorĆa del uso de los pronombres para sustituir a los complementos directos e indirectos no parece muy complicada. Pero genera muchas dudas por las numerosas excepciones que tiene. El objetivo de este artĆculo es resumir algunas de las que mĆ”s confusión crean.
En primer lugar haremos un repaso rÔpido a modo de introducción. En la frase «Regalé unos pendientes a Marta», el complemento directo es «unos pendientes» y el complemento indirecto es «a Marta».
Los complementos directos, cuando se sustituyen por pronombres, deben ser sustituidos por Ā«laĀ», Ā«lo» o sus plurales. AsĆ que en esta frase dirĆamos Ā«se losĀ regalĆ© a MartaĀ».Ā Los complementos indirectos deben ser sustituidos por Ā«le» o su plural. AsĆ que en esta frase dirĆamos Ā«le regalĆ© unos pendientesĀ».
Ahora ya podemos definir las tres desviaciones, es decir, tres usos de esos pronombres en funciones que no les corresponden etimológicamente:
LEĆSMO: utilización de Ā«leĀ» o Ā«lesĀ» para referirse a un complemento directo, cuando deberĆa utilizarse en su lugar Ā«laĀ», Ā«loĀ», Ā«lasĀ» o Ā«losĀ».
LAĆSMO: utilización de Ā«laĀ» o Ā«lasĀ» para referirse a un complemento indirecto, cuando deberĆa utilizarse en su lugar Ā«leĀ» o Ā«lesĀ» (tambiĆ©n para femenino).
LOĆSMO: utilización Ā«loĀ» o Ā«losĀ» en un complemento indirecto, cuando deberĆa utilizarse en su lugar Ā«leĀ» o Ā«lesĀ».
Parece fĆ”cil. No hemos tardado mĆ”s de un minuto en resumirlo. ĀæPor quĆ©, entonces, genera tantas dudas? SeguramenteĀ por alguna de estas excepciones.Ā
1. El leĆsmo masculino singular es correcto cuando se refiere a un hombre
Utilizar LE o LES para un complemento directo es leĆsmo, como vemos en el esquema de arriba. Pero, cuando estĆ” referido a un varón (solo en singular, y solo si es una persona y no un animal o un objeto), ese leĆsmo estĆ” admitido en la lengua culta: es correcto.
Por lo tanto, decir Ā«bĆ©saleĀ», refiriĆ©ndose a un hombre es un leĆsmo correcto. Aunque lo ideal gramaticalmente hablando fuera decir Ā«bĆ©saloĀ», al tratarse de un complemento directo.
Sin embargo, si lo pasamos al plural, sĆ que habrĆa que decir Ā«bĆ©salosĀ», porque Ā«bĆ©salesĀ»* es un leĆsmo incorrecto. TambiĆ©n son incorrectos siempre los leĆsmos de persona referidos a un femenino o los referidos a cosas: Ā«Necesito ese boli, acĆ©rcameleĀ»* o Ā«A mi novia le conocĆ un juevesĀ»*.
2. El leĆsmo de cortesĆa tambiĆ©n es correcto
Otro leĆsmo admitido es el llamado Ā«leĆsmo de cortesĆaĀ». Se da en frases como Ā«le saludo atentamenteĀ» o Ā«esa empleada le atenderĆ” enseguidaĀ», que son correctas. SegĆŗn Las 500 dudas mĆ”s frecuentes del espaƱol, este uso Ā«es frecuente en hablantes que no cometen otro tipo de leĆsmoĀ», y se debe a que, en estos casos, Ā«leĀ» concuerda con la forma Ā«ustedĀ» (y no con Ā«tĆŗĀ»): Ā«le saludo atentamente a ustedĀ» o Ā«esta empleada le atenderĆ” a ustedĀ».
3. Hay muchas otras excepciones
Algunos verbos pueden ser combinados con complemento directo o indirecto indistintamente en la misma frase. Un caso claro es el verbo «llamar» cuando lleva un complemento predicativo. Es decir, podemos decir «Les llamaron locos» o «los llamaron locos», ambas son correctas.
TambiĆ©n ocurre con los verbos impersonales reflejos: Ā«A Carlos no se le avisó» / Ā«A Carlos no se lo avisó». O con los verbos de influencia como Ā«animarĀ», Ā«autorizarĀ» u Ā«obligarĀ» cuando estos llevan un complemento de rĆ©gimen detrĆ”s:Ā podemos decir Ā«les animo a probar nuevas vĆasĀ» o Ā«las animo a probar nuevas vĆasĀ».
Otros verbos admiten construcciones tanto con Ā«leĀ» como con Ā«lo/laĀ», pero varĆan ligeramente su significado segĆŗn el pronombre elegido. Es el caso de los verbos llamados Ā«de afección psĆquicaĀ». Son los que producen emociones, como Ā«asustarĀ», Ā«divertirĀ» o Ā«impresionarĀ». La variación de significado es muy sutil, pero existe. Por ejemplo, suele utilizarse Ā«laĀ» y Ā«loĀ» cuando la acción es realizada voluntariamente por el sujeto (Ā«lo asusté») y Ā«leĀ» cuando es involuntaria (Ā«le asustĆ© sin quererĀ»).
La Nueva gramĆ”tica de la lengua espaƱola lista otros muchos verbos que presentan excepciones. Pueden consultarse al detalle en este artĆculo del Diccionario panhispĆ”nico de dudas.
AsĆ que el esquema de antes se convertirĆa en algo asĆ:
4. En ocasiones se dan casos de hipercorrección
Se da un caso curioso similar al Ā«antidequeĆsmoĀ» o Ā«queĆsmoĀ»: por la voluntad de evitar el laĆsmo, algunas personas acaban cometiendo leĆsmo en frases donde sĆ era correcto utilizar Ā«laĀ». Por ejemplo, dicen erróneamente Ā«A Elena le esperĆ© durante dos horasĀ»*.
5. En algunas regiones eligen cometer leĆsmoĀ o laĆsmoĀ como seƱa de identidad, aunque sea incorrecto
QuizĆ” la Ćŗnica de las tres desviaciones que se censura sin excepción en los ambientes cultos es el loĆsmo.
Pero el laĆsmo, que siempre es incorrecto, y el leĆsmo, incluso en las ocasiones en las que es incorrecto, tiene defensores en algunas zonas, incluso entre personas cultas o cuya profesión estĆ” ligada al lenguaje, como periodistas o escritores.
Es el caso de algunos hablantes en gran parte de Castilla y León (el Ôrea central y noroccidental, según el Diccionario panhispÔnico de dudas), que en lugar de distinguir el uso de estos pronombres por su función gramatical, se basan en otros sistemas: por ejemplo, el género o número del complemento o incluso si el objeto mencionado estÔ animado o no (usan «lo» para sujetos inanimados y «le» para seres humanos y otros seres vivos).
AdemĆ”s, en regiones donde el espaƱol convive con otras lenguas, se diluye aĆŗn mĆ”s la diferenciación. Por ejemplo, en el PaĆs Vasco y Navarra es frecuente que utilicen siempre Ā«leĀ» por influjo del Euskera.
En Madrid es muy frecuente que se cometa laĆsmo (Ā«La dije que vinieraĀ»*), especialmente en la lengua oral y sobre todo con verbos como Ā«decirĀ», Ā«gustarĀ» o Ā«preguntarĀ».
AquĆ hay sitio paraĀ el debate, como casi siempre que alguien se toma Ā«la justicia por su manoĀ» y decide respetar solo las normas lingüĆsticas con las que estĆ” de acuerdo y hacer caso omiso de las que no le gustan o le resultan difĆciles de asimilar (ya estemos hablando de la tilde en la palabra Ā«soloĀ» o del uso del plural colectivo para un grupo en el que hay hombres y mujeres). En teorĆa, hablar o escribir correctamente implicarĆa conocer y respetar todas las normas lingüĆsticas y no solo las que uno quiera. Pero, si lo desea el lector, podrĆamos aƱadir un matiz: a los que conozcan bien ese uso de los pronombres y, conociĆ©ndolo, decidan voluntariamente escribir o hablar de forma incorrecta debido a su procedencia, Ā«se lo perdonamosĀ» tambiĆ©n.
AquĆ la pregunta es: ĀæcuĆ”ntos de los que aseguran cometer leĆsmo o laĆsmo voluntariamente conocen las normas, saben cuĆ”ndo lo estĆ”n cometiendo y cuĆ”ndo no y eligen conscientemente cometerlo?
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Los espaƱoles, esos individuos que desconocen el complemento directo
La teorĆa del uso de los pronombres para sustituir a los complementos directos e indirectos no parece muy complicada. Pero genera muchas dudas por las numerosas excepciones que tiene. El objetivo de este artĆculo es resumir algunas de las que mĆ”s confusión crean.
En primer lugar haremos un repaso rÔpido a modo de introducción. En la frase «Regalé unos pendientes a Marta», el complemento directo es «unos pendientes» y el complemento indirecto es «a Marta».
Los complementos directos, cuando se sustituyen por pronombres, deben ser sustituidos por Ā«laĀ», Ā«lo» o sus plurales. AsĆ que en esta frase dirĆamos Ā«se losĀ regalĆ© a MartaĀ».Ā Los complementos indirectos deben ser sustituidos por Ā«le» o su plural. AsĆ que en esta frase dirĆamos Ā«le regalĆ© unos pendientesĀ».
Ahora ya podemos definir las tres desviaciones, es decir, tres usos de esos pronombres en funciones que no les corresponden etimológicamente:
LEĆSMO: utilización de Ā«leĀ» o Ā«lesĀ» para referirse a un complemento directo, cuando deberĆa utilizarse en su lugar Ā«laĀ», Ā«loĀ», Ā«lasĀ» o Ā«losĀ».
LAĆSMO: utilización de Ā«laĀ» o Ā«lasĀ» para referirse a un complemento indirecto, cuando deberĆa utilizarse en su lugar Ā«leĀ» o Ā«lesĀ» (tambiĆ©n para femenino).
LOĆSMO: utilización Ā«loĀ» o Ā«losĀ» en un complemento indirecto, cuando deberĆa utilizarse en su lugar Ā«leĀ» o Ā«lesĀ».
Parece fĆ”cil. No hemos tardado mĆ”s de un minuto en resumirlo. ĀæPor quĆ©, entonces, genera tantas dudas? SeguramenteĀ por alguna de estas excepciones.Ā
1. El leĆsmo masculino singular es correcto cuando se refiere a un hombre
Utilizar LE o LES para un complemento directo es leĆsmo, como vemos en el esquema de arriba. Pero, cuando estĆ” referido a un varón (solo en singular, y solo si es una persona y no un animal o un objeto), ese leĆsmo estĆ” admitido en la lengua culta: es correcto.
Por lo tanto, decir Ā«bĆ©saleĀ», refiriĆ©ndose a un hombre es un leĆsmo correcto. Aunque lo ideal gramaticalmente hablando fuera decir Ā«bĆ©saloĀ», al tratarse de un complemento directo.
Sin embargo, si lo pasamos al plural, sĆ que habrĆa que decir Ā«bĆ©salosĀ», porque Ā«bĆ©salesĀ»* es un leĆsmo incorrecto. TambiĆ©n son incorrectos siempre los leĆsmos de persona referidos a un femenino o los referidos a cosas: Ā«Necesito ese boli, acĆ©rcameleĀ»* o Ā«A mi novia le conocĆ un juevesĀ»*.
2. El leĆsmo de cortesĆa tambiĆ©n es correcto
Otro leĆsmo admitido es el llamado Ā«leĆsmo de cortesĆaĀ». Se da en frases como Ā«le saludo atentamenteĀ» o Ā«esa empleada le atenderĆ” enseguidaĀ», que son correctas. SegĆŗn Las 500 dudas mĆ”s frecuentes del espaƱol, este uso Ā«es frecuente en hablantes que no cometen otro tipo de leĆsmoĀ», y se debe a que, en estos casos, Ā«leĀ» concuerda con la forma Ā«ustedĀ» (y no con Ā«tĆŗĀ»): Ā«le saludo atentamente a ustedĀ» o Ā«esta empleada le atenderĆ” a ustedĀ».
3. Hay muchas otras excepciones
Algunos verbos pueden ser combinados con complemento directo o indirecto indistintamente en la misma frase. Un caso claro es el verbo «llamar» cuando lleva un complemento predicativo. Es decir, podemos decir «Les llamaron locos» o «los llamaron locos», ambas son correctas.
TambiĆ©n ocurre con los verbos impersonales reflejos: Ā«A Carlos no se le avisó» / Ā«A Carlos no se lo avisó». O con los verbos de influencia como Ā«animarĀ», Ā«autorizarĀ» u Ā«obligarĀ» cuando estos llevan un complemento de rĆ©gimen detrĆ”s:Ā podemos decir Ā«les animo a probar nuevas vĆasĀ» o Ā«las animo a probar nuevas vĆasĀ».
Otros verbos admiten construcciones tanto con Ā«leĀ» como con Ā«lo/laĀ», pero varĆan ligeramente su significado segĆŗn el pronombre elegido. Es el caso de los verbos llamados Ā«de afección psĆquicaĀ». Son los que producen emociones, como Ā«asustarĀ», Ā«divertirĀ» o Ā«impresionarĀ». La variación de significado es muy sutil, pero existe. Por ejemplo, suele utilizarse Ā«laĀ» y Ā«loĀ» cuando la acción es realizada voluntariamente por el sujeto (Ā«lo asusté») y Ā«leĀ» cuando es involuntaria (Ā«le asustĆ© sin quererĀ»).
La Nueva gramĆ”tica de la lengua espaƱola lista otros muchos verbos que presentan excepciones. Pueden consultarse al detalle en este artĆculo del Diccionario panhispĆ”nico de dudas.
AsĆ que el esquema de antes se convertirĆa en algo asĆ:
4. En ocasiones se dan casos de hipercorrección
Se da un caso curioso similar al Ā«antidequeĆsmoĀ» o Ā«queĆsmoĀ»: por la voluntad de evitar el laĆsmo, algunas personas acaban cometiendo leĆsmo en frases donde sĆ era correcto utilizar Ā«laĀ». Por ejemplo, dicen erróneamente Ā«A Elena le esperĆ© durante dos horasĀ»*.
5. En algunas regiones eligen cometer leĆsmoĀ o laĆsmoĀ como seƱa de identidad, aunque sea incorrecto
QuizĆ” la Ćŗnica de las tres desviaciones que se censura sin excepción en los ambientes cultos es el loĆsmo.
Pero el laĆsmo, que siempre es incorrecto, y el leĆsmo, incluso en las ocasiones en las que es incorrecto, tiene defensores en algunas zonas, incluso entre personas cultas o cuya profesión estĆ” ligada al lenguaje, como periodistas o escritores.
Es el caso de algunos hablantes en gran parte de Castilla y León (el Ôrea central y noroccidental, según el Diccionario panhispÔnico de dudas), que en lugar de distinguir el uso de estos pronombres por su función gramatical, se basan en otros sistemas: por ejemplo, el género o número del complemento o incluso si el objeto mencionado estÔ animado o no (usan «lo» para sujetos inanimados y «le» para seres humanos y otros seres vivos).
AdemĆ”s, en regiones donde el espaƱol convive con otras lenguas, se diluye aĆŗn mĆ”s la diferenciación. Por ejemplo, en el PaĆs Vasco y Navarra es frecuente que utilicen siempre Ā«leĀ» por influjo del Euskera.
En Madrid es muy frecuente que se cometa laĆsmo (Ā«La dije que vinieraĀ»*), especialmente en la lengua oral y sobre todo con verbos como Ā«decirĀ», Ā«gustarĀ» o Ā«preguntarĀ».
AquĆ hay sitio paraĀ el debate, como casi siempre que alguien se toma Ā«la justicia por su manoĀ» y decide respetar solo las normas lingüĆsticas con las que estĆ” de acuerdo y hacer caso omiso de las que no le gustan o le resultan difĆciles de asimilar (ya estemos hablando de la tilde en la palabra Ā«soloĀ» o del uso del plural colectivo para un grupo en el que hay hombres y mujeres). En teorĆa, hablar o escribir correctamente implicarĆa conocer y respetar todas las normas lingüĆsticas y no solo las que uno quiera. Pero, si lo desea el lector, podrĆamos aƱadir un matiz: a los que conozcan bien ese uso de los pronombres y, conociĆ©ndolo, decidan voluntariamente escribir o hablar de forma incorrecta debido a su procedencia, Ā«se lo perdonamosĀ» tambiĆ©n.
AquĆ la pregunta es: ĀæcuĆ”ntos de los que aseguran cometer leĆsmo o laĆsmo voluntariamente conocen las normas, saben cuĆ”ndo lo estĆ”n cometiendo y cuĆ”ndo no y eligen conscientemente cometerlo?
Tengo una apuesta en juego con alguien de castilla y león… Āæesta bien dicho “dentro de unos aƱos os le devuelvo”? (refiriendose a un bebĆ©). Yo le digo que esta mal, que es “os lo devuelvo” y me dice que no porque es persona :S
”Curioso ejemplo, Jose! «Os lo devuelvo» estÔ bien seguro porque es un complemento directo.
Ā«Os le devuelvoĀ» estarĆa aceptado en teorĆa, como bien argumenta tu amigo de Castilla y León, porque es un leĆsmo referido a persona masculina singular.
Sin embargo, creo que en este caso «suena mal», al contrario que en otras construcciones como «bésale», debido a que hay una cosificación: estÔs hablando de devolver una persona, como si estas pudieran tomarse prestadas o comprarse. Al ser un verbo que solemos usar con cosas, nos «suena» mejor utilizarlo con «lo».
El hablante se hace con el tiempo, se hace con el lugar. En mi caso hasta estudiĆ© cómo han evolucionado las lenguas a lo largo de la historia en la universidad. Soy madrileƱo, mi lengua materna es el espaƱol y de lo que me he dado cuenta es que no puedo evitar hablar como hablo, no puedo reprimir la variante geogrĆ”fica de la que provengo. En Madrid, como en muchas otras partes de EspaƱa, preferimos anteponer el gĆ©nero a la función gramatical (mĆ”s o menos fue lo que le pasó al inglĆ©s, hoy sólo distingue gĆ©nero con los pronombres en acc. y dat.), pero el problema de la sociedad o una parte de ella es que se cree con el derecho a demonizar a aquellos hablantes que precisamente por su variante geogrĆ”fica no pueden evitar hablar de la manera en la que lo hacen. No hay que adoptar posturas puristas y extremistas, simplemente hay que admitir la existencia de tales variantes. Son muchos los extranjeros que, habiendo estado aprendiendo espaƱol me han preguntado por quĆ© sus libros de texto les enseƱan cosas que no son asĆ o no advierten de la presencia de ciertas variaciones “o las considera vulgares y desaconseja su uso” como si solo los “incultos” hablaran asĆ. Se nos olvida muy a menudo que, nuestra lengua, la que usamos hoy evolucionó del latĆn “vulgar”. Dejemos de condenar, de volver locos a los estudiantes de espaƱol, y aceptemos que la lengua cambia y varia y que es inevitable.
ĀæY echar de menos? Āæse puede decir “la echo de menos”?
Es C. I. porquĆ© “ella” responde a ĀæquiĆ©n es echada de menos? pero tambien responde a ĀæquĆ© es echado de menos?
Dime que “le echo de menos” referido a mujer es una hipercorreción porque me suena fatal. š
Saludos
Isabel, quisiera ser directo contigo, algo mas que un complemento. ¿Me dejas tu teléfono?
La mayorĆa no conocen las reglas. Yo nacĆ en Salamanca y vivĆ en Castilla y León toda mi infancia. JamĆ”s un profesor me corrigió un laĆsmo. A los 14 aƱos me mudĆ© a CataluƱa, y como allĆ este error (que sĆ muchĆsimos otros) no lo cometen, al mes estaba hablando y escribiendo correctamente.
Estimada autora:
En su artĆculo estĆ” confundiendo ‘objeto’ (directo/indirecto) con ‘complemento’ (directo/indirecto), lo cual echa abajo la mayor parte de las explicaciones. Vaya, con esta confusión ni siquiera se le hace justicia al epĆgrafe de Borges.
Saludos
Me ha encantado tu artĆculo, Isabel. Me encanta la ortografĆa y la gramĆ”tica y siempre me habĆa resistido particularmente a conocer bien las normas del leĆsmo. Gracias por defender nuestra lengua y hacerlo tan bien.
Como siempre, un artĆculo relacionado con la lengua se le encarga a cualquier persona antes que a un filólogo (sin menospreciar a la articulista). Un poco de respeto para nuestra profesión, por favor.
Para variar, un artĆculo que habla de lengua y que se le encarga a cualquier profesional antes que a un filólogo (sin menospreciar a la redactora). Un poco de respeto a nuestra profesión, por favor.
Yo nacĆ y he vivido siempre en Madrid, a pesar de eso nunca fui alguien especialmente laĆsta āno por ello jamĆ”s he estado libre del laĆsmoā, pero sĆ bastante leĆsta, aunque no hasta el punto de decir como “los ejercicios, quiero que les hagĆ”is” como decĆa mi profesor de quĆmica durante el Bachillerato…
Yo intento suprimir posibles laĆsmos que vengan de mĆ, simplemente porque el laĆsmo me suena fatal casi siempre, pero tampoco crucifico a quienes sĆ los cometan. Sobre el leĆsmo, digamos que no me preocupa tanto porque es general en casi toda EspaƱa, pero sĆ se pueden evitar un “Le habĆan matado” o un “A ella no se le puede hablar ahora”, pues mira, mejor para mĆ, por lo que intento ser mĆ”s consciente de leĆsmos de persona. Por algĆŗn motivo, jamĆ”s he cometido leĆsmos de cosa, tipo “el chaleco, póntele”, y el Ćŗnico caso de leĆsmo que no me suena mal es el de “usted”, e incorrecto o no, lo cierto es que no me preocupa tanto cometer ese como otras perlitas que tenemos en Madrid, relacionadas con este tema o no. No es cuestión de estar mĆ”s de acuerdo con unas reglas que con otras, simplemente que en algunos casos suena mal o no.
Cómo cualquier hijo de vecino, condeno el loĆsmo, ese ya es demasiado turbio para cualquiera… un “los pegaron hasta dejarlos inconscientes” suena peor todavĆa que una mĆŗsica de reggaeton.
BĆ©sale es tan incorrecto como bĆ©sales. Ambos son leĆsmos y deben
escribirse con “o”. Los libros de gramĆ”tica asĆ lo contemplan. ĀæPor quĆ©
en femenino decimos bƩsala y bƩsalas y en masculino debemos cambiar
el mecanismo del pronombre? O todos o ninguno. Es tan penoso como
el uso de los posesivos para la tercera persona ((Esta idea es suya, en
lugar esta idea es de Ʃl o de ella).
Me encanta, precioso. Y que precio tiene corregir un libro de 1000 pÔginas, con multitud de comas y algún leismo. No es un libro cualquiera el protagonista es franquista y ha descubierto un tesoro. Gracias por esta pÔgina tan bonita.
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