Aunque lidiar con una ruptura nunca es plato de buen gusto, un grupo de artistas, diseñadores y editores de libros proponen una alternativa al chocolate y los melodramas cinematográficos. ¿Las herramientas? Una caja de lápices de colores y las páginas del último libro que han publicado: Have a Nice Life Asshole (algo asà como Que te vaya bien en la vida gilipollas).
La obra recopila una serie de dibujos para colorear enfocados al público adulto. Los diseños van acompañados de frases como «apestas en la cama» o «diviértete viviendo con tu madre». «Ha sido muy divertido», asegura Sarah Ruby, integrante de Creative Collective, el equipo creativo responsable de la publicación.

«Nos sentamos con amigos, parejas y personas casadas para hablar sobre todo lo que nos gustarÃa decir a quienes nos rompieron el corazón», describe Ruby. «Todo el mundo ha tenido alguna vez un desengaño amoroso, asà que hubo muchos colaboradores en el planteamiento del libro».
Comenzaron a trabajar en este tipo de obras hace casi un año, dándoles siempre un sentido. Los dibujos de una de las predecesoras de Have a Nice Life Asshole ayudan a combatir el estrés, mientras que los diseños de otra sumergen al usuario en la atmósfera de «paz y felicidad que sientes cuando estás enamorado», indica Ruby. «QuerÃamos que nuestros libros supusieran un viaje para las personas que los colorean».

Aunque pintar las formas que aparecen en sus páginas no constituye una forma de terapia, según las directrices de la Asociación Estadounidense de Terapia ArtÃstica, diferentes investigadores en las áreas de la neurologÃa y la psicologÃa han puesto de manifiesto los beneficios para la salud mental de la actividad, que hace tiempo dejó de ser un entretenimiento únicamente infantil.
Uno de los primeros fue el psiquiatra Carl Jung, impulsor de la psicologÃa analÃtica, que a principios del siglo 20 comenzó a prescribir la práctica a sus pacientes para ayudarles a calmarse y mejorar su concentración.
Colorear es una actividad estructurada que obliga al cerebro a utilizar la lógica y la creatividad, como explica el médico neoyorquino Ben Michaelis: «Es una labor de precisión, asà que la amÃgdala, la parte del cerebro que responde al miedo, puede tomarse un descanso».
Para conseguir este efecto de desconexión no vale cualquier dibujo. Según revelaba un estudio publicado hace unos años en la revista de la Asociación Estadounidense de Terapia ArtÃstica, pintar objetos al azar o una simple hoja de papel no tiene el mismo resultado que posar los lápices sobre un mandala.
Tras pedir a los participantes en la investigación que probaran las tres posibilidades, sus autores concluyeron que «colorear estructuradamente a unos patrones geométricos razonablemente complejos induce un estado meditativo que beneficia a las personas que sufren ansiedad».

De manera similar a la meditación, la concentración que requieren las ilustraciones nos ayuda a dejar de lado los pensamientos negativos para prestar atención únicamente a la obra que tenemos delante.
«Tienes que fijarte en los contornos y tamaños y escoger los tonos», indicaba Joel Pearson, neurocientÃfico de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia. «Estas acciones activan las partes del cerebro que previenen la aparición de imágenes relacionadas con la ansiedad».

Los artistas de Creative Collective saben que sus diseños tienen una función distinta a otro tipo de obras. «La gente va a emplear mucho tiempo y dedicación en ellos, a veces pasan dÃas perfeccionándolos», dice Ruby. «Por eso tienes que conseguir un resultado que sea interesante para mantenerlos enganchados».
En el caso del libro Have a Nice Life Asshole no solo tenÃan que emplear altas dosis de originalidad en los dibujos, sino también en las ingeniosas (e hirientes) frases que los custodian. AsÃ, además de ayudarte a desconectar, consiguen sacarte una sonrisa para olvidar el mal trago.

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Todas las imágenes de artÃculo han sido cedidas por Creative Collective
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