A menudo hacemos referencia al inglés macarrónico que tenemos. O al francés, o al alemán…, o a cualquiera de esos idiomas que generalmente hablamos con más fallos que aciertos. Lo que muchos desconocen es que, lejos de ser una expresión actual, el primer idioma en macarronizarse es una lengua actualmente muerta.
El latÃn macarrónico era como se expresaban aquellos escribanos y autores que, por humor, no quisieron adaptarse al académico lenguaje de Roma.
Tifo Odasi de Padua, en la Edad Media, fue el pionero que pensó que tendrÃa su gracia leer una obra escrita en un latÃn de andar por casa, como el que podÃan hablar los colonizados por el imperio que nunca llegaron a quedarse del todo con la copla. Y además, dándole alguna que otra vuelta de tuerca a la opción de perder el respeto a la corrección académica. Escribió Carmen Macaronicum de Patavinis (1490) –Maccharonea-.
Y sÃ. Resulta que poco tiempo más tarde, el popular humanista Teófilo Folengo (MerlÃn Cocayo para los amigos) le vio lo gracioso a eso de andar expresándose en los escritos de aquella manera. Fue él quien popularizó la idea de Odasi en su Baldus, en la siguiente década.
Este tipo de parodia mezclaba el latÃn y el léxico romance al uso sin respeto ninguno por los usos gramaticales y ortográficos. En España, en aquella época (Renacimiento) se llamaba latÃn genovisco (genovés), y en cada región del imperio tenÃa diferentes denominaciones y caracterÃsticas.
El cheli de los romanos causaba impresión entre amantes de la lectura. Autores como Bassano Mantovano, Giovan Giorgio Allione o Fossa Cremonese siguieron el ejemplo por toda Europa elaborando textos de latÃn centrifugado. A menudo más entendibles por nosotros siglos más tarde.
La fiebre por el macarrónico fue tan fuerte que llegó hasta el siglo XX (1864-1930). Autores como Ignacio Calvo supieron perfeccionar el asunto hasta el punto de ponerse a reescribir El Quijote en este enloquecido dialecto de hace medio milenio.
Aquà puedes practicar a encontrarle la gracia al latÃn del malo (se encuentra)
Asà es un fragmento del Quijote en latÃn macarrónico según la versión de Calvo:
In isto capÃtulo tratatur de qua casta pajarorum erat dóminus Quijotus et de cosis in quibus matabat tempus
In uno lugare manchego, pro cujus nómine non volo calentare cascos, vivebat facit paucum tempus. quidam fidalgus de his qui habent lanzam in astillerum, adargam antiquam, rocinum flacum et perrum galgum, qui currebat sicut ánima quae llevatur a diábolo. Manducatoria sua consistebat in unam ollam cum pizca más ex vaca quam ex carnero, et in unum ágilis-mógilis qui llamabatur salpiconem, qui erat cena ordinaria, exceptis diebus de viernes quae cambiabatur in lentéjibus et diebus dominguis in quibus talis homo chupabatur unum palominum. In isto consumebat tertiam partem suae haciendae, et restum consumebatur in trajis decorosis sicut sayus de velarte, calzae de velludo, pantufli et alia vestimenta que non veniut ad cassum.
Ignatium Calvum, Historia domini Quijoti Manchegui, I, cap. I.
Un ejemplo extranjero. Asà sonaba el latÃn macarrónico en la galia:
Sol erat in regionem zenithi et calor atmospheri magnissima. Senatus populusque parisiensis sudebant. Autobi passebant completi. In uno ex supradictis autobibus qui S denominationem portebat, hominem quasi junum, cum collo multi elongato et cum chapito a galono tressato cerclato vidi.
Raymond Queneau, Ejercicios de estilo, 1947.
*Traducción: A mediodÃa hacÃa mucho calor y los parisinos sudaban. Los autobuses pasaban llenos. En uno que tenÃa la letra S vi a un hombre maduro con un cuello muy largo y un sombrero con una cinta trenzada.
Asà sonarÃa el mismo texto en latÃn macarrónico español.
Sol erat in regionem zenithi et calor atmospherae magnissima. Senatus populusque parisiensis sudabant. Autobi passabant completi. In uno ex supradictus autobibus qui S denominationen portabat, hominen quasi juvenum, cum collo molto elongato et cum sombrero a cordicula trenzata circulato vidi.
* (Texto elaborado con información de la RAE y la plataforma linguÃstica 1de3. Los ejemplos de latÃn macarrónico se han obtenido en Wikipedia)
A menudo hacemos referencia al inglés macarrónico que tenemos. O al francés, o al alemán…, o a cualquiera de esos idiomas que generalmente hablamos con más fallos que aciertos. Lo que muchos desconocen es que, lejos de ser una expresión actual, el primer idioma en macarronizarse es una lengua actualmente muerta.
El latÃn macarrónico era como se expresaban aquellos escribanos y autores que, por humor, no quisieron adaptarse al académico lenguaje de Roma.
Tifo Odasi de Padua, en la Edad Media, fue el pionero que pensó que tendrÃa su gracia leer una obra escrita en un latÃn de andar por casa, como el que podÃan hablar los colonizados por el imperio que nunca llegaron a quedarse del todo con la copla. Y además, dándole alguna que otra vuelta de tuerca a la opción de perder el respeto a la corrección académica. Escribió Carmen Macaronicum de Patavinis (1490) –Maccharonea-.
Y sÃ. Resulta que poco tiempo más tarde, el popular humanista Teófilo Folengo (MerlÃn Cocayo para los amigos) le vio lo gracioso a eso de andar expresándose en los escritos de aquella manera. Fue él quien popularizó la idea de Odasi en su Baldus, en la siguiente década.
Este tipo de parodia mezclaba el latÃn y el léxico romance al uso sin respeto ninguno por los usos gramaticales y ortográficos. En España, en aquella época (Renacimiento) se llamaba latÃn genovisco (genovés), y en cada región del imperio tenÃa diferentes denominaciones y caracterÃsticas.
El cheli de los romanos causaba impresión entre amantes de la lectura. Autores como Bassano Mantovano, Giovan Giorgio Allione o Fossa Cremonese siguieron el ejemplo por toda Europa elaborando textos de latÃn centrifugado. A menudo más entendibles por nosotros siglos más tarde.
La fiebre por el macarrónico fue tan fuerte que llegó hasta el siglo XX (1864-1930). Autores como Ignacio Calvo supieron perfeccionar el asunto hasta el punto de ponerse a reescribir El Quijote en este enloquecido dialecto de hace medio milenio.
Aquà puedes practicar a encontrarle la gracia al latÃn del malo (se encuentra)
Asà es un fragmento del Quijote en latÃn macarrónico según la versión de Calvo:
In isto capÃtulo tratatur de qua casta pajarorum erat dóminus Quijotus et de cosis in quibus matabat tempus
In uno lugare manchego, pro cujus nómine non volo calentare cascos, vivebat facit paucum tempus. quidam fidalgus de his qui habent lanzam in astillerum, adargam antiquam, rocinum flacum et perrum galgum, qui currebat sicut ánima quae llevatur a diábolo. Manducatoria sua consistebat in unam ollam cum pizca más ex vaca quam ex carnero, et in unum ágilis-mógilis qui llamabatur salpiconem, qui erat cena ordinaria, exceptis diebus de viernes quae cambiabatur in lentéjibus et diebus dominguis in quibus talis homo chupabatur unum palominum. In isto consumebat tertiam partem suae haciendae, et restum consumebatur in trajis decorosis sicut sayus de velarte, calzae de velludo, pantufli et alia vestimenta que non veniut ad cassum.
Ignatium Calvum, Historia domini Quijoti Manchegui, I, cap. I.
Un ejemplo extranjero. Asà sonaba el latÃn macarrónico en la galia:
Sol erat in regionem zenithi et calor atmospheri magnissima. Senatus populusque parisiensis sudebant. Autobi passebant completi. In uno ex supradictis autobibus qui S denominationem portebat, hominem quasi junum, cum collo multi elongato et cum chapito a galono tressato cerclato vidi.
Raymond Queneau, Ejercicios de estilo, 1947.
*Traducción: A mediodÃa hacÃa mucho calor y los parisinos sudaban. Los autobuses pasaban llenos. En uno que tenÃa la letra S vi a un hombre maduro con un cuello muy largo y un sombrero con una cinta trenzada.
Asà sonarÃa el mismo texto en latÃn macarrónico español.
Sol erat in regionem zenithi et calor atmospherae magnissima. Senatus populusque parisiensis sudabant. Autobi passabant completi. In uno ex supradictus autobibus qui S denominationen portabat, hominen quasi juvenum, cum collo molto elongato et cum sombrero a cordicula trenzata circulato vidi.
* (Texto elaborado con información de la RAE y la plataforma linguÃstica 1de3. Los ejemplos de latÃn macarrónico se han obtenido en Wikipedia)