El lenguaje gráfico es también eso, un lenguaje con diferentes acentos, pronunciaciones, dialectos y maneras de hacerse notar. Las mismas propuestas gráficas se entienden de manera diferente en un lugar o en otro porque cada sitio responde a hechos culturales distintos. El diseñador serbio Jug Cerovic ha hecho el experimento de poner algunos mapas de metro de ciudades del mundo en un idioma común.
Uno normalmente empieza barriendo en casa. Por eso, Jug Cerovic comenzó con el plano de metro de la ciudad de Belgrado. «La ciudad no contaba con un mapa utilizable», explica. La cosa siguió con el de ParÃs porque, sencillamente, «no estaba a gusto con el mapa de metro esquemático actual de ParÃs, donde vivo, e intenté dibujar uno mÃo. Hice lo mismo con el mapa de Madrid. Trabajando en el diseño de esas dos redes he desarrollado una nomenclatura propia, un estándar, que luego he aplicado a otras ciudades».
Asà ha creado este lenguaje que, las cosas como son, mira bastante a los ojos a la nomenclatura y paleta de la capital española. Esa apariencia es, dice, «una mezcla de varios mapas existentes con adaptaciones mÃas. Los colores de las lÃneas los he elegido de tal manera que correspondan a los colores utilizados en los mapas oficiales. Las estaciones están marcadas como el RER en ParÃs, las curvas son mÃas, las estaciones de transbordo con tamaño proporcional al numero de lineas».
Cerovic cuenta que su objetivo es que los mapas sean fáciles de leer, de memorizar y de utilizar. Para confeccionarlos, hace un estudio previo de la historia de la ciudad en cuestión, de su urbanismo -es arquitecto- y de la historia de la red de transportes públicos. Tras esa fase, «dibujo todas las lÃneas sobre un mapa geográfico y estudio las formas y las conexiones para convertir el dibujo en esquema ampliando las partes tapadas con información, reduciendo otras y subrayando las formas especificas de cada red como lÃneas circulares o planos hipodámicos», explica.
Lleva dos años desarrollando los mapas y admite que le gustarÃa «que las ciudades adopten mis mapas como oficiales». Para eso, nos tememos, hacen falta más de dos años de trabajo.
El lenguaje gráfico es también eso, un lenguaje con diferentes acentos, pronunciaciones, dialectos y maneras de hacerse notar. Las mismas propuestas gráficas se entienden de manera diferente en un lugar o en otro porque cada sitio responde a hechos culturales distintos. El diseñador serbio Jug Cerovic ha hecho el experimento de poner algunos mapas de metro de ciudades del mundo en un idioma común.
Uno normalmente empieza barriendo en casa. Por eso, Jug Cerovic comenzó con el plano de metro de la ciudad de Belgrado. «La ciudad no contaba con un mapa utilizable», explica. La cosa siguió con el de ParÃs porque, sencillamente, «no estaba a gusto con el mapa de metro esquemático actual de ParÃs, donde vivo, e intenté dibujar uno mÃo. Hice lo mismo con el mapa de Madrid. Trabajando en el diseño de esas dos redes he desarrollado una nomenclatura propia, un estándar, que luego he aplicado a otras ciudades».
Asà ha creado este lenguaje que, las cosas como son, mira bastante a los ojos a la nomenclatura y paleta de la capital española. Esa apariencia es, dice, «una mezcla de varios mapas existentes con adaptaciones mÃas. Los colores de las lÃneas los he elegido de tal manera que correspondan a los colores utilizados en los mapas oficiales. Las estaciones están marcadas como el RER en ParÃs, las curvas son mÃas, las estaciones de transbordo con tamaño proporcional al numero de lineas».
Cerovic cuenta que su objetivo es que los mapas sean fáciles de leer, de memorizar y de utilizar. Para confeccionarlos, hace un estudio previo de la historia de la ciudad en cuestión, de su urbanismo -es arquitecto- y de la historia de la red de transportes públicos. Tras esa fase, «dibujo todas las lÃneas sobre un mapa geográfico y estudio las formas y las conexiones para convertir el dibujo en esquema ampliando las partes tapadas con información, reduciendo otras y subrayando las formas especificas de cada red como lÃneas circulares o planos hipodámicos», explica.
Lleva dos años desarrollando los mapas y admite que le gustarÃa «que las ciudades adopten mis mapas como oficiales». Para eso, nos tememos, hacen falta más de dos años de trabajo.
Pues no es mala idea tener todos los mapas de la misma interfaz, porque con uno diferente pa cada ciudad….. joder
Leonardo Montiel
Le gustan las curvas 🙂
Paloma Serranø 🙂 habrá que ir encargando el de Barcelona
Lorelein Palacios
Nada como unos túneles en curva para hacer el trabajo super sencillo y económico
cómo mola el de Moscú
Si, muy molón, pero el de Madrid no respeta ni de lejos la proporción geográfica: la lÃnea 7 y Metrosur no están ni remotamente cerca de donde están representados.
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