Según explicaba Margaret Atwood a The Guardian hace unos años, si se quiere escribir ficción hay que tener claras estas diez cosas:
1.- ¡Lo antiguo es mejor!
La escritora canadiense es partidaria de llevar un lápiz para escribir en los aviones. No se fÃa de las plumas ni de los bolis. Sin embargo, advierte, la punta de los lápices se puede romper o gastar. Como las leyes de aeronáutica no permiten llevar cuchillas para afilarlos, ella aconseja «llevar dos lápices».
4.- Guárdalo
Si en lugar de lápices utilizas un ordenador para escribir, Atwood aconseja que, además de la memoria de la computadora, salves el documento en un USB externo, en la nube o que te lo mandes por mail.
5.- Para triunfar no hay que sufrir
La escritura es una tarea que se acostumbra a hacer en posición sedente. Esto puede provocar dolores de espalda. Según Atwood, es importante hacer ejercicios para evitar esas molestias porque, según ella, «el dolor distrae».
8.- No te hagas trampas al solitario
Nadie que haya escrito un libro es crÃtico a la hora de valorarlo porque sabe de antemano lo que va a suceder, conoce los entresijos y es consciente del esfuerzo que ha costado sacarlo adelante. Por eso, es mejor que le pases el manuscrito a uno o dos amigos para que lo lean antes de enviarlo a cualquier editorial. Aunque, como dice Atwood, «ese amigo no debe ser alguien con quien tengas una relación romántica, a menos que queráis separaros».
9.- Sigue las miguitas de pan
Si estás perdido y no sabes cómo avanzar en la trama, no te quedes sentado en mitad del bosque. Desanda el camino recorrido hasta legar al punto en el que equivocaste el rumbo. A partir de ahÃ, inicia otra trama, cambia de personaje o, sencillamente, emplea otro tiempo verbal. Aunque no lo parezca, dice Atwood que esos trucos son una buena forma de retomar la historia.
10.- Todo ayuda
Los consejos de la escritora canadiense concluyen con una llamada a no desesperarse. Para escribir, todo puede ser útil: desde rezar a leer libros de otros o tener, como objetivo último, ver el libro en las estanterÃas de las librerÃas. Lo que sea, antes que desfallecer.
Según explicaba Margaret Atwood a The Guardian hace unos años, si se quiere escribir ficción hay que tener claras estas diez cosas:
1.- ¡Lo antiguo es mejor!
La escritora canadiense es partidaria de llevar un lápiz para escribir en los aviones. No se fÃa de las plumas ni de los bolis. Sin embargo, advierte, la punta de los lápices se puede romper o gastar. Como las leyes de aeronáutica no permiten llevar cuchillas para afilarlos, ella aconseja «llevar dos lápices».
4.- Guárdalo
Si en lugar de lápices utilizas un ordenador para escribir, Atwood aconseja que, además de la memoria de la computadora, salves el documento en un USB externo, en la nube o que te lo mandes por mail.
5.- Para triunfar no hay que sufrir
La escritura es una tarea que se acostumbra a hacer en posición sedente. Esto puede provocar dolores de espalda. Según Atwood, es importante hacer ejercicios para evitar esas molestias porque, según ella, «el dolor distrae».
8.- No te hagas trampas al solitario
Nadie que haya escrito un libro es crÃtico a la hora de valorarlo porque sabe de antemano lo que va a suceder, conoce los entresijos y es consciente del esfuerzo que ha costado sacarlo adelante. Por eso, es mejor que le pases el manuscrito a uno o dos amigos para que lo lean antes de enviarlo a cualquier editorial. Aunque, como dice Atwood, «ese amigo no debe ser alguien con quien tengas una relación romántica, a menos que queráis separaros».
9.- Sigue las miguitas de pan
Si estás perdido y no sabes cómo avanzar en la trama, no te quedes sentado en mitad del bosque. Desanda el camino recorrido hasta legar al punto en el que equivocaste el rumbo. A partir de ahÃ, inicia otra trama, cambia de personaje o, sencillamente, emplea otro tiempo verbal. Aunque no lo parezca, dice Atwood que esos trucos son una buena forma de retomar la historia.
10.- Todo ayuda
Los consejos de la escritora canadiense concluyen con una llamada a no desesperarse. Para escribir, todo puede ser útil: desde rezar a leer libros de otros o tener, como objetivo último, ver el libro en las estanterÃas de las librerÃas. Lo que sea, antes que desfallecer.