Según la proposición de Milton Chen y, mediante una sencilla regla de tres, cada euro que se deja de invertir en la educación de los jóvenes, es un empujón a un país hacia la mediocridad. Para Chen, además de invertir en educación, hay que innovar en su aplicación. Ayer presentó su visión acerca del tema en el Global Education Forum de Madrid.
Chen llama a las herramientas que se pueden utilizar hoy en día “Armas de Instrucción Masiva”. Es director ejecutivo de la Fundación Educativa George Lucas, una institución que se ocupa de desarrollar y mantener Edutopia, un portal web educativo basado en la innovación como motor de aprendizaje. Desde ahí pretende eliminar la línea que separa a alumnos, profesores y tecnología. “Los alumnos llevan la herramienta del cambio en el bolsillo. Cada pieza que se crea para los alumnos, cada medio, puede expresar la creatividad del ser humano y todos pueden estar en el teléfono móvil”, señaló.
Chen apeló a algunos conceptos que deben ser la piedra angular de la innovación educativa. Por un lado llamó a un cambio de pensamiento, que inspire un mayor uso del pensamiento crítico, y a una educación basada en proyectos. También abogó por la enseñanza compartida pero sobre todo, por expandir la experiencia educativa en el tiempo y el espacio. “En EEUU estamos enfatizando el papel que puede tener el verano en el aprendizaje. A veces decimos que es el tercer semestre del año. Además, necesitamos que los profesores trabajen en conjunto con otros expertos de la comunidad educativa, con artistas, con los padres… Lo bueno sería que los alumnos tengan una sola vida, no una en el colegio y otra fuera, que puedan conectar lo que aprenden con lo que viven fuera”.
Chen hizo referencia a proyectos que utilizan la creatividad como vehículo de conocimiento. Explicó cómo el arte combinado con el aprendizaje del lenguaje da lugar a entornos innovadores. “En las escuelas elementales de Tucson, en Estados Unidos, se utiliza la ópera para enseñar a los niños. Los niños usan todo el cuerpo para aprender, lo hacen también a través de la expresión corporal”.
La importancia de utilizar el vídeo, una tecnología al alcance de cualquiera, también estuvo presente en el discurso de Milton Chen. “En Youtube, incluso niños de 6 años pueden utilizar vídeo para epxresar sus experiencias, su cultura. El aprendizaje social y eomocional se puede enseñar, no tiene que ver de dónde vienes tú o tu familia. Y se puede expresar de esta manera”. Además, recordó que TED, el sitio web que engloba la mayor colección de vídeo acerca del conocimiento humano “es un libro de texto de la innovación”.
Chen remarcó la importancia de reducir la brecha que separa a profesores y alumnos y la vinculó a la brecha digital. “Se debe cerrar el hueco entre nativos e inmigrantes digitales. Los alumnos deben ayudar a los profesores en este sentido ya que ellos saben cómo funciona la tecnología de manera innata”. Señaló también la conveniencia de que los profesores cambien la manera de valorar el aprendizaje.
¿Cuál es la manera de saber si vamos por el buen camino? “Se puede medir de muchas formas, pero para mí hay una muy sencilla. ¿Entran los niños en el colegio a la misma velocidad a la que salen de él? Eso sirve para medir la calidad de un colegio”.
Según la proposición de Milton Chen y, mediante una sencilla regla de tres, cada euro que se deja de invertir en la educación de los jóvenes, es un empujón a un país hacia la mediocridad. Para Chen, además de invertir en educación, hay que innovar en su aplicación. Ayer presentó su visión acerca del tema en el Global Education Forum de Madrid.
Chen llama a las herramientas que se pueden utilizar hoy en día “Armas de Instrucción Masiva”. Es director ejecutivo de la Fundación Educativa George Lucas, una institución que se ocupa de desarrollar y mantener Edutopia, un portal web educativo basado en la innovación como motor de aprendizaje. Desde ahí pretende eliminar la línea que separa a alumnos, profesores y tecnología. “Los alumnos llevan la herramienta del cambio en el bolsillo. Cada pieza que se crea para los alumnos, cada medio, puede expresar la creatividad del ser humano y todos pueden estar en el teléfono móvil”, señaló.
Chen apeló a algunos conceptos que deben ser la piedra angular de la innovación educativa. Por un lado llamó a un cambio de pensamiento, que inspire un mayor uso del pensamiento crítico, y a una educación basada en proyectos. También abogó por la enseñanza compartida pero sobre todo, por expandir la experiencia educativa en el tiempo y el espacio. “En EEUU estamos enfatizando el papel que puede tener el verano en el aprendizaje. A veces decimos que es el tercer semestre del año. Además, necesitamos que los profesores trabajen en conjunto con otros expertos de la comunidad educativa, con artistas, con los padres… Lo bueno sería que los alumnos tengan una sola vida, no una en el colegio y otra fuera, que puedan conectar lo que aprenden con lo que viven fuera”.
Chen hizo referencia a proyectos que utilizan la creatividad como vehículo de conocimiento. Explicó cómo el arte combinado con el aprendizaje del lenguaje da lugar a entornos innovadores. “En las escuelas elementales de Tucson, en Estados Unidos, se utiliza la ópera para enseñar a los niños. Los niños usan todo el cuerpo para aprender, lo hacen también a través de la expresión corporal”.
La importancia de utilizar el vídeo, una tecnología al alcance de cualquiera, también estuvo presente en el discurso de Milton Chen. “En Youtube, incluso niños de 6 años pueden utilizar vídeo para epxresar sus experiencias, su cultura. El aprendizaje social y eomocional se puede enseñar, no tiene que ver de dónde vienes tú o tu familia. Y se puede expresar de esta manera”. Además, recordó que TED, el sitio web que engloba la mayor colección de vídeo acerca del conocimiento humano “es un libro de texto de la innovación”.
Chen remarcó la importancia de reducir la brecha que separa a profesores y alumnos y la vinculó a la brecha digital. “Se debe cerrar el hueco entre nativos e inmigrantes digitales. Los alumnos deben ayudar a los profesores en este sentido ya que ellos saben cómo funciona la tecnología de manera innata”. Señaló también la conveniencia de que los profesores cambien la manera de valorar el aprendizaje.
¿Cuál es la manera de saber si vamos por el buen camino? “Se puede medir de muchas formas, pero para mí hay una muy sencilla. ¿Entran los niños en el colegio a la misma velocidad a la que salen de él? Eso sirve para medir la calidad de un colegio”.
