16 de junio 2022    /   IDEAS
por
 

Mitos y mentiras que pueden arruinar la vida sexual de las personas

16 de junio 2022    /   IDEAS     por          
CompĂĄrtelo twitter facebook whatsapp
thumb image

«Los seres humanos tenemos por naturaleza tendencia a establecer mitos, porque cuando no conocemos algo sobre alguna cosa, nos lo inventamos», comenta Ana Lombardía, terapeuta sexual, sobre esas falsas creencias que giran alrededor de la sexualidad humana. Y lo de inventarse historias estå muy bien para la literatura, pero no para la vida real.

LombardĂ­a ha analizado algunos de los mitos sexuales mĂĄs extendidos en un estudio para la marca de juguetes erĂłticos We-Vibe con el fin de desterrarlos definitivamente.

mitos sexuales

EL SEXO EN SOLITARIO MATA LA PAREJA

La masturbación es algo aceptado socialmente, pero solo si no tienes pareja. Cuando es así, suele interpretarse como una señal de que algo no funciona en esa relación.

«Es perfectamente normal y bueno si sabes lo que quieres y lo que no quieres», corrobora Ana Lombardía. «El sexo en solitario ayuda al autodescubrimiento y es fundamentalmente diferente del sexo con la pareja. Así que no significa que la masturbación sustituya o compita con los momentos íntimos en pareja».

Al contrario, conocer el propio cuerpo, sus preferencias y sus necesidades, puede reforzar esa relación de pareja, ademås de añadir variedad a su vida sexual.

mitos sexuales

LA MENSTRUACIÓN COMO ANTICONCEPTIVO

¿Cuåntos niños no habrån venido a este mundo porque sus padres tuvieron relaciones sexuales sin protección durante la menstruación de la madre?

Lo cierto es que, aunque la probabilidad de quedarse embarazada no es muy alta cuando se tiene la regla, «también se puede ser fértil durante la menstruación. Y siempre se puede contraer una ITS, por lo que las parejas deben utilizar métodos anticonceptivos incluso durante estos días».

Ahora bien, tomar precauciones no estĂĄ reñido con no tener relaciones durante la menstruaciĂłn. Porque ese ha sido otro de los grandes tabĂșs en el sexo. De hecho, hay muchas mujeres que aseguran sentir mĂĄs placer cuando tienen la regla. Y si se necesita añadir una ventaja mĂĄs, segĂșn el estudio Menstrubation que realizĂł para Womanizer, los orgasmos alivian los dolores asociados a la menstruaciĂłn.

mitos sexuales

EL HIMEN NO ES ESO QUE TEN HAN CONTADO

Algunos mitos estĂĄn tan arraigados en nuestras cabezas pensantes que cuesta evitar el asombro. Por ejemplo, todo lo que rodea a la virginidad femenina y al himen en particular.

«Algunas personas tienen himen, que es un anillo de membrana mucosa que rodea la entrada de la vagina, pero no la cierra», explica la sexóloga en el estudio. «El llamado himen es estirable y, en la mayoría de las personas que lo tienen, el himen no cambia ni siquiera cuando se produce el parto vaginal». Así pues, el sangrado en las primeras relaciones sexuales no sucede porque el himen se rompa, sino, probablemente, por falta de humedad en la vagina. Como tampoco es cierto que, si no hay sangrado en ese primer coito, sea una prueba de que la persona no sea virgen.

En relaciĂłn con este Ășltimo tema, llama la atenciĂłn que todavĂ­a de le dĂ© tanta importancia a la virginidad femenina. No dejan de ser sorprendentes las noticias relacionadas con ciertas famosas que aseguran haberse sometido a cirugĂ­as de reconstrucciĂłn del himen.

«Efectivamente, tiene que ver con esta idea de que es mejor que la mujer sea virgen, porque eso te da cierto valor, te aumenta tu valor como mujer», comenta LombardĂ­a. «En el momento en que ya has tenido relaciones sexuales, parece que has perdido lo mĂĄs preciado que tienes, porque es como una cosa Ășnica, algo que no pasa con los hombres. No es tan preciada la virginidad de los hombres como la de las mujeres. Al final tiene que ver con toda esa idea, de que es bueno, eres mejor porque eres mĂĄs pura, mĂĄs digna, mĂĄs limpia si no has tenido relaciones sexuales».

«Hay ciertas ideologĂ­as que todavĂ­a dan mucho valor a eso, a veces de ultraderecha y a veces tienen que ver con la religiĂłn o con ciertas tradiciones: tradiciĂłn musulmana, tradiciĂłn gitana
 Pero, por supuesto, todo depende de cada persona, no se puede generalizar», concluye la sexĂłloga.

mitos sexuales

CON LA PENETRACIÓN HEMOS TOPADO

Asociar una relaciĂłn sexual plena y gozosa a la penetraciĂłn suele ser muy comĂșn. Esto puede ser asĂ­ para los hombres, pero en el caso de las mujeres, la penetraciĂłn por sĂ­ misma no garantiza un orgasmo. De hecho, segĂșn el estudio de We-Vibe, el 48,5% de las mujeres encuestadas afirmaron que siempre o casi siempre necesitan estimulaciĂłn adicional del clĂ­toris durante las relaciones sexuales con su pareja para experimentar un orgasmo.

Ana Lombardía recuerda que el sexo no se limita a la penetración, sino que pude albergar pråcticas muy variadas. «Todo aquello que sea placentero, positivo, deseado y consensuado es una forma de sexualidad», afirma.

Pero el gran tabĂș de la penetraciĂłn viene cuando hablamos de hombres. Para muchos de ellos, ser penetrados analmente es algo propio de homosexuales. Y nada mĂĄs lejos de la realidad.

Pråcticas como el peggin, en la que una mujer penetra analmente a un hombre valiéndose de una prótesis sujeta a arnés, son cada vez mås demandadas por hombres heterosexuales ya que pueden resultar extremadamente placenteras.

«Es una pråctica muy deseada por muchos hombres, aunque no se reconozca tan abiertamente», confirma la terapeuta sexual. «Hay una gran ola de hombres que estån descubriendo esto y a los que les gusta muchísimo. Porque ya no es solo el hecho de la penetración o de la estimulación física que puedes estar recibiendo, sino que el hecho de ser penetrado también supone el que sea la otra persona la que lleve el control, que otra persona entre en ti. Tiene que ver con el control, con el poder».

En realidad, es un cambio de rol: no es lo mismo penetrar que ser penetrado, y eso tiene también su punto. «Aparte de la estimulación sensorial que puedas conseguir en la zona, es el cambio de rol, el dejar que otra persona sea la que lleve las riendas en ese momento».

mitos sexuales

LOS HOMBRES SIEMPRE TIENEN GANAS

Asociar el deseo sexual a un género es uno de los grandes mitos en este sentido. Eso de que los tíos estån siempre dispuestos a follar y que las mujeres, por el contrario, son mås desganadas es tan falso como un euro de corcho.

«Tu deseo sexual no estå condicionado por tu género. Es perfectamente normal no querer sexo a veces, y no significa automåticamente que algo esté mal. La pasión o la falta de ella tiene mås que ver con la forma en que accedemos a nuestra sexualidad», dice Ana Lombardía.

A menudo, la falta de erecciĂłn se entiende como falta de deseo. Pero en realidad, los hombres pueden sentir muchĂ­simo placer e incluso llegar al orgasmo sin necesidad de tener una erecciĂłn.

Y ahĂ­ llega otro mito: si no se le pone dura, un hombre no puede sentir placer. Aunque esto denota, mĂĄs bien, un problema de educaciĂłn sexual que nos afecta a todas las personas.

«Pues sí. La verdad es que la educación sexual ahora mismo es bastante deficitaria en nuestro país, y hay muy poca y estå muy centrada en estos mitos de que la penetración es el centro de todo, el pene es el centro de todo; muy genitalizada. Y perdemos un gran abanico de pråcticas sexuales que podrían resultar tremendamente placenteras», asiente Ana Lombardía.

«Tener orgasmos sin que haya erecciĂłn implica otro tipo de estimulaciĂłn, otro tipo de excitaciĂłn, otra serie de prĂĄcticas que, a dĂ­a de hoy, por parte de los hombres, no se practican tanto. Al final, nos limitamos a la penetraciĂłn, a estimular los genitales de una manera determinada, pero cuando te sales un poco de ese abanico, las posibilidades de placer se multiplican. Siempre se dice mucho: “No, es que las mujeres sois multiorgĂĄsmicas; quĂ© suerte tenĂ©is, los hombres no”. No, no, es que los hombres tambiĂ©n pueden serlo».

mitos sexuales

NUEVAS SEXUALIDADES, NUEVOS MITOS

Hasta ahora, los mitos sexuales descritos parecen afectar mĂĄs a personas heterosexuales y binarias. Pero estamos en un momento en el que otras identidades sexuales piden romper con ese esquema tradicional. Y ante nuevas sexualidades, nuevos mitos al respecto.

«Yo creo que uno de los grandes mitos es pensar que esto es nuevo (la intersexualidad, bisexualidad, etc.). Esto no es nuevo, es de toda la vida, solo que ahora se estå visibilizando mås; y estos colectivos sienten la necesidad de tener una etiqueta para ellos que los defina y que, por tanto, se los reconozca y se les haga mås visibles», asegura Ana Lombardía.

«Uno de los grandes mitos que damos por sentado es la heterosexualidad normativa de todo el mundo. TĂș conoces a alguien y de inmediato asumes que es heterosexual a la hora de relacionarte con esa persona o de tratarla. Incluso a nivel cientĂ­fico».

Esto es algo que se ve mejor con un ejemplo. Cuando una mujer lesbiana va al médico, se asume que es heterosexual, y se le hace un reconocimiento y una serie de preguntas como si fuese una persona hetero.

«Todo el reconocimiento que le estås haciendo no sirve porque no se acuesta con hombres. Por tanto, las infecciones que pueda tener o las molestias que pueda tener no tienen nada que ver. Las preguntas que hay que hacerles son distintas. Ni siquiera existen protocolos, se asume inmediatamente que eres normativa. Y eso afecta muchísimo a todo. Desde cosas tan obvias como la medicina, que es la parte mås científica y la que mås puesta debería estar aquí».

mitos sexuales

OTROS ‘CLÁSICOS’ QUE CONVIENE DESCARTAR

«El del tamaño del pene, por supuesto. Pero hay otros.

El de que las mujeres tenemos menos deseo que los hombres o que nos excitamos con mås lentitud; ese es un gran mito», responde sin dudar Ana Lombardía.

«No es que tengamos menos deseo o que seamos mĂĄs lentas a la hora de llegar al orgasmo, es que la mayor parte de los encuentros heterosexuales giran en torno al placer del hombre. Si todo girase — o hubiese mĂĄs parte que girase— en torno a nosotras, serĂ­amos igual de rĂĄpidas a la hora de excitarnos y de llegar al orgasmo. Y se sigue pensando que como somos mĂĄs lentas, es por naturaleza; y no se hace nada para solucionarlo. Y no, no, dame lo que necesito y verĂĄs que voy a ser igual de rĂĄpida o mĂĄs que tĂș. TambiĂ©n, el colocarnos a nosotras en ese lugar nos deja indefensas, y eso es un gran mito que hay que quitar de encima».

El otro gran clĂĄsico de los mitos sexuales es el que afirma que los hombres siempre llegan al orgasmo con facilidad. «Eso tambiĂ©n es mentira. Hay hombres que pueden tardar mucho en llegar al orgasmo porque les cuesta soltarse, desinhibirse, porque estĂĄn acostumbrados a llegar al orgasmo siempre de la misma forma y cuando tĂș se lo haces de otra manera, les cuesta».

mitos sexuales

LOS MITOS SEXUALES NO SON CUESTIÓN DE GÉNERO

La mitología sexual, ¿afecta mås a mujeres que a hombres o viceversa? Lombardía no sabe valorarlo cuantitativamente, aunque no cree que varíe demasiado en un sexo u otro. «Sí que es cierto que para las mujeres, como llevamos un par de décadas que estamos trabajando muchísimo sobre nuestra propia sexualidad y estamos avanzando un montón, se van derribando mås esos mitos. Pero todavía en el caso de los hombres se estån derribando menos. De sexualidad masculina se habla peor. Se habla mucho, pero se habla mal, en regla general. Ahora, con la femenina, se estå empezando a hablar con mås propiedad. Yo creo que esa diferencia tiene que ver mås con esto, ahora mismo».

Y esto es un problema que nos afecta a todos, independientemente de nuestro género. Para tratar de revertir esa situación, la terapeuta sexual escribió Hablando con ellos. La sexualidad de los hombres hetero, un libro dirigido, afirma, «a reeducar a los hombres y a que puedan tener una conciencia distinta sobre lo que es su propia sexualidad. Porque es que hasta que los hombres heterosexuales no derriben todos estos mitos y todas estas barreras en torno a su propia sexualidad, el resto de sexualidades no vamos a poder avanzar».

«Si las mujeres heterosexuales avanzamos, nos empoderamos, pero si los hombres con los que nos acostamos se quedan atrĂĄs, no podemos desarrollar del todo nuestra sexualidad», continĂșa explicando. «QuizĂĄ sĂ­ a nivel individual, pero no la podemos desarrollar en pareja. Por eso necesitamos que ellos tambiĂ©n empiecen a crecer y a liberarse de todo esto, porque si no, no podemos hacer nada si ellos no avanzan».

Pero el resto de sexualidades también se ven afectadas por esa heterosexualidad imperante, en opinión de la sexóloga. «Si eres un hombre homosexual, la heterosexualidad también te afecta porque impone un modelo de masculinidad y un modelo de relaciones sexuales. Y a las mujeres lesbianas, exactamente igual. Por eso es muy importante que ellos puedan acabar de crecer.

«Los seres humanos tenemos por naturaleza tendencia a establecer mitos, porque cuando no conocemos algo sobre alguna cosa, nos lo inventamos», comenta Ana Lombardía, terapeuta sexual, sobre esas falsas creencias que giran alrededor de la sexualidad humana. Y lo de inventarse historias estå muy bien para la literatura, pero no para la vida real.

LombardĂ­a ha analizado algunos de los mitos sexuales mĂĄs extendidos en un estudio para la marca de juguetes erĂłticos We-Vibe con el fin de desterrarlos definitivamente.

mitos sexuales

EL SEXO EN SOLITARIO MATA LA PAREJA

La masturbación es algo aceptado socialmente, pero solo si no tienes pareja. Cuando es así, suele interpretarse como una señal de que algo no funciona en esa relación.

«Es perfectamente normal y bueno si sabes lo que quieres y lo que no quieres», corrobora Ana Lombardía. «El sexo en solitario ayuda al autodescubrimiento y es fundamentalmente diferente del sexo con la pareja. Así que no significa que la masturbación sustituya o compita con los momentos íntimos en pareja».

Al contrario, conocer el propio cuerpo, sus preferencias y sus necesidades, puede reforzar esa relación de pareja, ademås de añadir variedad a su vida sexual.

mitos sexuales

LA MENSTRUACIÓN COMO ANTICONCEPTIVO

¿Cuåntos niños no habrån venido a este mundo porque sus padres tuvieron relaciones sexuales sin protección durante la menstruación de la madre?

Lo cierto es que, aunque la probabilidad de quedarse embarazada no es muy alta cuando se tiene la regla, «también se puede ser fértil durante la menstruación. Y siempre se puede contraer una ITS, por lo que las parejas deben utilizar métodos anticonceptivos incluso durante estos días».

Ahora bien, tomar precauciones no estĂĄ reñido con no tener relaciones durante la menstruaciĂłn. Porque ese ha sido otro de los grandes tabĂșs en el sexo. De hecho, hay muchas mujeres que aseguran sentir mĂĄs placer cuando tienen la regla. Y si se necesita añadir una ventaja mĂĄs, segĂșn el estudio Menstrubation que realizĂł para Womanizer, los orgasmos alivian los dolores asociados a la menstruaciĂłn.

mitos sexuales

EL HIMEN NO ES ESO QUE TEN HAN CONTADO

Algunos mitos estĂĄn tan arraigados en nuestras cabezas pensantes que cuesta evitar el asombro. Por ejemplo, todo lo que rodea a la virginidad femenina y al himen en particular.

«Algunas personas tienen himen, que es un anillo de membrana mucosa que rodea la entrada de la vagina, pero no la cierra», explica la sexóloga en el estudio. «El llamado himen es estirable y, en la mayoría de las personas que lo tienen, el himen no cambia ni siquiera cuando se produce el parto vaginal». Así pues, el sangrado en las primeras relaciones sexuales no sucede porque el himen se rompa, sino, probablemente, por falta de humedad en la vagina. Como tampoco es cierto que, si no hay sangrado en ese primer coito, sea una prueba de que la persona no sea virgen.

En relaciĂłn con este Ășltimo tema, llama la atenciĂłn que todavĂ­a de le dĂ© tanta importancia a la virginidad femenina. No dejan de ser sorprendentes las noticias relacionadas con ciertas famosas que aseguran haberse sometido a cirugĂ­as de reconstrucciĂłn del himen.

«Efectivamente, tiene que ver con esta idea de que es mejor que la mujer sea virgen, porque eso te da cierto valor, te aumenta tu valor como mujer», comenta LombardĂ­a. «En el momento en que ya has tenido relaciones sexuales, parece que has perdido lo mĂĄs preciado que tienes, porque es como una cosa Ășnica, algo que no pasa con los hombres. No es tan preciada la virginidad de los hombres como la de las mujeres. Al final tiene que ver con toda esa idea, de que es bueno, eres mejor porque eres mĂĄs pura, mĂĄs digna, mĂĄs limpia si no has tenido relaciones sexuales».

«Hay ciertas ideologĂ­as que todavĂ­a dan mucho valor a eso, a veces de ultraderecha y a veces tienen que ver con la religiĂłn o con ciertas tradiciones: tradiciĂłn musulmana, tradiciĂłn gitana
 Pero, por supuesto, todo depende de cada persona, no se puede generalizar», concluye la sexĂłloga.

mitos sexuales

CON LA PENETRACIÓN HEMOS TOPADO

Asociar una relaciĂłn sexual plena y gozosa a la penetraciĂłn suele ser muy comĂșn. Esto puede ser asĂ­ para los hombres, pero en el caso de las mujeres, la penetraciĂłn por sĂ­ misma no garantiza un orgasmo. De hecho, segĂșn el estudio de We-Vibe, el 48,5% de las mujeres encuestadas afirmaron que siempre o casi siempre necesitan estimulaciĂłn adicional del clĂ­toris durante las relaciones sexuales con su pareja para experimentar un orgasmo.

Ana Lombardía recuerda que el sexo no se limita a la penetración, sino que pude albergar pråcticas muy variadas. «Todo aquello que sea placentero, positivo, deseado y consensuado es una forma de sexualidad», afirma.

Pero el gran tabĂș de la penetraciĂłn viene cuando hablamos de hombres. Para muchos de ellos, ser penetrados analmente es algo propio de homosexuales. Y nada mĂĄs lejos de la realidad.

Pråcticas como el peggin, en la que una mujer penetra analmente a un hombre valiéndose de una prótesis sujeta a arnés, son cada vez mås demandadas por hombres heterosexuales ya que pueden resultar extremadamente placenteras.

«Es una pråctica muy deseada por muchos hombres, aunque no se reconozca tan abiertamente», confirma la terapeuta sexual. «Hay una gran ola de hombres que estån descubriendo esto y a los que les gusta muchísimo. Porque ya no es solo el hecho de la penetración o de la estimulación física que puedes estar recibiendo, sino que el hecho de ser penetrado también supone el que sea la otra persona la que lleve el control, que otra persona entre en ti. Tiene que ver con el control, con el poder».

En realidad, es un cambio de rol: no es lo mismo penetrar que ser penetrado, y eso tiene también su punto. «Aparte de la estimulación sensorial que puedas conseguir en la zona, es el cambio de rol, el dejar que otra persona sea la que lleve las riendas en ese momento».

mitos sexuales

LOS HOMBRES SIEMPRE TIENEN GANAS

Asociar el deseo sexual a un género es uno de los grandes mitos en este sentido. Eso de que los tíos estån siempre dispuestos a follar y que las mujeres, por el contrario, son mås desganadas es tan falso como un euro de corcho.

«Tu deseo sexual no estå condicionado por tu género. Es perfectamente normal no querer sexo a veces, y no significa automåticamente que algo esté mal. La pasión o la falta de ella tiene mås que ver con la forma en que accedemos a nuestra sexualidad», dice Ana Lombardía.

A menudo, la falta de erecciĂłn se entiende como falta de deseo. Pero en realidad, los hombres pueden sentir muchĂ­simo placer e incluso llegar al orgasmo sin necesidad de tener una erecciĂłn.

Y ahĂ­ llega otro mito: si no se le pone dura, un hombre no puede sentir placer. Aunque esto denota, mĂĄs bien, un problema de educaciĂłn sexual que nos afecta a todas las personas.

«Pues sí. La verdad es que la educación sexual ahora mismo es bastante deficitaria en nuestro país, y hay muy poca y estå muy centrada en estos mitos de que la penetración es el centro de todo, el pene es el centro de todo; muy genitalizada. Y perdemos un gran abanico de pråcticas sexuales que podrían resultar tremendamente placenteras», asiente Ana Lombardía.

«Tener orgasmos sin que haya erecciĂłn implica otro tipo de estimulaciĂłn, otro tipo de excitaciĂłn, otra serie de prĂĄcticas que, a dĂ­a de hoy, por parte de los hombres, no se practican tanto. Al final, nos limitamos a la penetraciĂłn, a estimular los genitales de una manera determinada, pero cuando te sales un poco de ese abanico, las posibilidades de placer se multiplican. Siempre se dice mucho: “No, es que las mujeres sois multiorgĂĄsmicas; quĂ© suerte tenĂ©is, los hombres no”. No, no, es que los hombres tambiĂ©n pueden serlo».

mitos sexuales

NUEVAS SEXUALIDADES, NUEVOS MITOS

Hasta ahora, los mitos sexuales descritos parecen afectar mĂĄs a personas heterosexuales y binarias. Pero estamos en un momento en el que otras identidades sexuales piden romper con ese esquema tradicional. Y ante nuevas sexualidades, nuevos mitos al respecto.

«Yo creo que uno de los grandes mitos es pensar que esto es nuevo (la intersexualidad, bisexualidad, etc.). Esto no es nuevo, es de toda la vida, solo que ahora se estå visibilizando mås; y estos colectivos sienten la necesidad de tener una etiqueta para ellos que los defina y que, por tanto, se los reconozca y se les haga mås visibles», asegura Ana Lombardía.

«Uno de los grandes mitos que damos por sentado es la heterosexualidad normativa de todo el mundo. TĂș conoces a alguien y de inmediato asumes que es heterosexual a la hora de relacionarte con esa persona o de tratarla. Incluso a nivel cientĂ­fico».

Esto es algo que se ve mejor con un ejemplo. Cuando una mujer lesbiana va al médico, se asume que es heterosexual, y se le hace un reconocimiento y una serie de preguntas como si fuese una persona hetero.

«Todo el reconocimiento que le estås haciendo no sirve porque no se acuesta con hombres. Por tanto, las infecciones que pueda tener o las molestias que pueda tener no tienen nada que ver. Las preguntas que hay que hacerles son distintas. Ni siquiera existen protocolos, se asume inmediatamente que eres normativa. Y eso afecta muchísimo a todo. Desde cosas tan obvias como la medicina, que es la parte mås científica y la que mås puesta debería estar aquí».

mitos sexuales

OTROS ‘CLÁSICOS’ QUE CONVIENE DESCARTAR

«El del tamaño del pene, por supuesto. Pero hay otros.

El de que las mujeres tenemos menos deseo que los hombres o que nos excitamos con mås lentitud; ese es un gran mito», responde sin dudar Ana Lombardía.

«No es que tengamos menos deseo o que seamos mĂĄs lentas a la hora de llegar al orgasmo, es que la mayor parte de los encuentros heterosexuales giran en torno al placer del hombre. Si todo girase — o hubiese mĂĄs parte que girase— en torno a nosotras, serĂ­amos igual de rĂĄpidas a la hora de excitarnos y de llegar al orgasmo. Y se sigue pensando que como somos mĂĄs lentas, es por naturaleza; y no se hace nada para solucionarlo. Y no, no, dame lo que necesito y verĂĄs que voy a ser igual de rĂĄpida o mĂĄs que tĂș. TambiĂ©n, el colocarnos a nosotras en ese lugar nos deja indefensas, y eso es un gran mito que hay que quitar de encima».

El otro gran clĂĄsico de los mitos sexuales es el que afirma que los hombres siempre llegan al orgasmo con facilidad. «Eso tambiĂ©n es mentira. Hay hombres que pueden tardar mucho en llegar al orgasmo porque les cuesta soltarse, desinhibirse, porque estĂĄn acostumbrados a llegar al orgasmo siempre de la misma forma y cuando tĂș se lo haces de otra manera, les cuesta».

mitos sexuales

LOS MITOS SEXUALES NO SON CUESTIÓN DE GÉNERO

La mitología sexual, ¿afecta mås a mujeres que a hombres o viceversa? Lombardía no sabe valorarlo cuantitativamente, aunque no cree que varíe demasiado en un sexo u otro. «Sí que es cierto que para las mujeres, como llevamos un par de décadas que estamos trabajando muchísimo sobre nuestra propia sexualidad y estamos avanzando un montón, se van derribando mås esos mitos. Pero todavía en el caso de los hombres se estån derribando menos. De sexualidad masculina se habla peor. Se habla mucho, pero se habla mal, en regla general. Ahora, con la femenina, se estå empezando a hablar con mås propiedad. Yo creo que esa diferencia tiene que ver mås con esto, ahora mismo».

Y esto es un problema que nos afecta a todos, independientemente de nuestro género. Para tratar de revertir esa situación, la terapeuta sexual escribió Hablando con ellos. La sexualidad de los hombres hetero, un libro dirigido, afirma, «a reeducar a los hombres y a que puedan tener una conciencia distinta sobre lo que es su propia sexualidad. Porque es que hasta que los hombres heterosexuales no derriben todos estos mitos y todas estas barreras en torno a su propia sexualidad, el resto de sexualidades no vamos a poder avanzar».

«Si las mujeres heterosexuales avanzamos, nos empoderamos, pero si los hombres con los que nos acostamos se quedan atrĂĄs, no podemos desarrollar del todo nuestra sexualidad», continĂșa explicando. «QuizĂĄ sĂ­ a nivel individual, pero no la podemos desarrollar en pareja. Por eso necesitamos que ellos tambiĂ©n empiecen a crecer y a liberarse de todo esto, porque si no, no podemos hacer nada si ellos no avanzan».

Pero el resto de sexualidades también se ven afectadas por esa heterosexualidad imperante, en opinión de la sexóloga. «Si eres un hombre homosexual, la heterosexualidad también te afecta porque impone un modelo de masculinidad y un modelo de relaciones sexuales. Y a las mujeres lesbianas, exactamente igual. Por eso es muy importante que ellos puedan acabar de crecer.

CompĂĄrtelo twitter facebook whatsapp
La factura de que un puñado de apps hagan tus tareas del hogar
El terrorífico universo de Lovecraft para bebés
El Armario de la Tele: una tienda online que vende ropa de series de TV
TEDxPlazaCibeles: Aprender inglés en 40 sonidos
 
Especiales
 
facebook twitter whatsapp