Moda adaptativa para romper barreras
Prendas que hacen que el acto de vestirse se vuelva más sencillo. Prendas que se adaptan a las necesidades de quienes tienen limitaciones fÃsicas o perceptivas y sensoriales. En jerga, 'adaptive fashion', es decir moda adaptativa.
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Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 15 % de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad. No se trata de un nicho pequeño, sino de la minorÃa más grande del mundo, además de una categorÃa en la que cualquiera de nosotros puede encontrarse en algún momento; al fin y al cabo, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida. Esa discapacidad hace que gestos tan simples como ajustar las trabillas de un cinturón o abotonarse una camisa se conviertan en tareas realmente complicadas.
Las personas que están en silla de ruedas necesitan tejidos elásticos para poder moverse con mayor facilidad a lo largo de la jornada; las personas con miembros amputados necesitan cremalleras y aberturas, tanto en pantalones como en camisas y sudaderas, para poder cambiar en cualquier momento la longitud de mangas y perneras a tres niveles (quienes llevan prótesis pueden necesitar quitárselas a lo largo del dÃa y, de esta manera, resulta más fácil hacerlo sin tener que pedir ayuda a otra persona).
En una sociedad que está cambiando, que quiere ser más inclusiva, más abierta a la complejidad y menos estricta en cuanto a tallas o modelos de belleza a los que aspirar, la moda adaptativa se vuelve imprescindible.
DIGNIFICAR TODO TIPO DE CUERPOS
Las marcas que ofrecen prendas adaptativas tienen nombres como IZ Adaptive, Abilitee, So Yes, Tommy Adaptive, y el mérito de sus creadores es abrir la puerta a la moda funcional y estéticamente agradable, pero aún queda mucho camino por recorrer. ¿Imaginas lo guay que serÃa un bolso de ostomÃa de LV o Chanel? La moda adaptativa es como la madriguera del conejo blanco de Alicia, donde lo que es no es y lo que es es.
AsÃ, las pinzas para catéteres son de colores vivos, los cinturones para bombas de insulina parecen cinturones de verdad (Abilitee), las faldas están diseñadas para sentarse en sillas de ruedas, los pantalones tienen cinturas elásticas y las chaquetas, con cremalleras magnéticas, se pueden poner usando solo una mano (So Yes).
Los vaqueros boyfriend de corte relajado tienen cierres de velcro, prácticos y disimulados; los vestidos cruzados tienen cierres magnéticos, mientras que las camisetas no llevan etiquetas y están acabadas con costuras planas para mayor comodidad sensorial (Tommy Adaptive).
PONER EL DISEÑO AL SERVICIO DE LA DISCAPACIDAD TAMBIÉN PUEDE CREAR NUEVAS OPORTUNIDADES
Durante la Semana de la Moda de Nueva York de 2014, la diseñadora Carrie Hammer llevó por primera vez el tema de la discapacidad a las pasarelas de la Gran Manzana —el desfile, titulado Role Models Not Runway Models, incluyó a empresarias, directoras ejecutivas y a la primera modelo en silla de ruedas—, y en mayo de 2023, en la pasarela 080 Barcelona Fashion vimos desfilar a modelos con discapacidad gracias a la colaboración de la marca inclusiva Free Form Style con el diseñador Manuel Bolaño.
El sector se ha abierto a la diversidad, pero aún queda mucho por hacer; necesitamos superar la rareza y la exclusividad, y transformar la moda adaptativa en algo habitual y generalizado, que todos puedan utilizar, que sea algo cotidiano.
«Queremos hacer mucho ruido para que la industria se dé cuenta de que también hay otras modas que, aunque sean minoritarias, representan la minorÃa más grande».
Marina Vergés y Carolina Asensio, fundadoras de Free Form Style
Porque un vestido no es un simple envoltorio. El acto de vestirse tiene implicaciones profundas y autodeterminantes para el individuo, incluidas las personas con discapacidad.
GUSTARSE Y NO SOLO VESTIRSE: SENTIRSE INCLUIDO PARA SENTIRSE BIENÂ Â
Un vestido es un poderoso medio inclusivo, es capaz de satisfacer la necesidad innata de gustarse a uno mismo (que, entre otras cosas, es un derecho inalienable de toda persona), porque lo que nos ponemos es mucho más que un trozo de tela: es la manifestación de un deseo y un derecho —al fin y al cabo, la moda consiste en vestir el cuerpo que uno tiene, y todo cuerpo debe tener a su disposición las herramientas necesarias para contar su historia y realzarse—, y precisamente por eso ha nacido y tiene que difundirse la moda adaptativa.
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Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 15 % de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad. No se trata de un nicho pequeño, sino de la minorÃa más grande del mundo, además de una categorÃa en la que cualquiera de nosotros puede encontrarse en algún momento; al fin y al cabo, nunca se sabe lo que puede pasar en la vida. Esa discapacidad hace que gestos tan simples como ajustar las trabillas de un cinturón o abotonarse una camisa se conviertan en tareas realmente complicadas.
Las personas que están en silla de ruedas necesitan tejidos elásticos para poder moverse con mayor facilidad a lo largo de la jornada; las personas con miembros amputados necesitan cremalleras y aberturas, tanto en pantalones como en camisas y sudaderas, para poder cambiar en cualquier momento la longitud de mangas y perneras a tres niveles (quienes llevan prótesis pueden necesitar quitárselas a lo largo del dÃa y, de esta manera, resulta más fácil hacerlo sin tener que pedir ayuda a otra persona).
En una sociedad que está cambiando, que quiere ser más inclusiva, más abierta a la complejidad y menos estricta en cuanto a tallas o modelos de belleza a los que aspirar, la moda adaptativa se vuelve imprescindible.
DIGNIFICAR TODO TIPO DE CUERPOS
Las marcas que ofrecen prendas adaptativas tienen nombres como IZ Adaptive, Abilitee, So Yes, Tommy Adaptive, y el mérito de sus creadores es abrir la puerta a la moda funcional y estéticamente agradable, pero aún queda mucho camino por recorrer. ¿Imaginas lo guay que serÃa un bolso de ostomÃa de LV o Chanel? La moda adaptativa es como la madriguera del conejo blanco de Alicia, donde lo que es no es y lo que es es.
AsÃ, las pinzas para catéteres son de colores vivos, los cinturones para bombas de insulina parecen cinturones de verdad (Abilitee), las faldas están diseñadas para sentarse en sillas de ruedas, los pantalones tienen cinturas elásticas y las chaquetas, con cremalleras magnéticas, se pueden poner usando solo una mano (So Yes).
Los vaqueros boyfriend de corte relajado tienen cierres de velcro, prácticos y disimulados; los vestidos cruzados tienen cierres magnéticos, mientras que las camisetas no llevan etiquetas y están acabadas con costuras planas para mayor comodidad sensorial (Tommy Adaptive).
PONER EL DISEÑO AL SERVICIO DE LA DISCAPACIDAD TAMBIÉN PUEDE CREAR NUEVAS OPORTUNIDADES
Durante la Semana de la Moda de Nueva York de 2014, la diseñadora Carrie Hammer llevó por primera vez el tema de la discapacidad a las pasarelas de la Gran Manzana —el desfile, titulado Role Models Not Runway Models, incluyó a empresarias, directoras ejecutivas y a la primera modelo en silla de ruedas—, y en mayo de 2023, en la pasarela 080 Barcelona Fashion vimos desfilar a modelos con discapacidad gracias a la colaboración de la marca inclusiva Free Form Style con el diseñador Manuel Bolaño.
El sector se ha abierto a la diversidad, pero aún queda mucho por hacer; necesitamos superar la rareza y la exclusividad, y transformar la moda adaptativa en algo habitual y generalizado, que todos puedan utilizar, que sea algo cotidiano.
«Queremos hacer mucho ruido para que la industria se dé cuenta de que también hay otras modas que, aunque sean minoritarias, representan la minorÃa más grande».
Marina Vergés y Carolina Asensio, fundadoras de Free Form Style
Porque un vestido no es un simple envoltorio. El acto de vestirse tiene implicaciones profundas y autodeterminantes para el individuo, incluidas las personas con discapacidad.
GUSTARSE Y NO SOLO VESTIRSE: SENTIRSE INCLUIDO PARA SENTIRSE BIENÂ Â
Un vestido es un poderoso medio inclusivo, es capaz de satisfacer la necesidad innata de gustarse a uno mismo (que, entre otras cosas, es un derecho inalienable de toda persona), porque lo que nos ponemos es mucho más que un trozo de tela: es la manifestación de un deseo y un derecho —al fin y al cabo, la moda consiste en vestir el cuerpo que uno tiene, y todo cuerpo debe tener a su disposición las herramientas necesarias para contar su historia y realzarse—, y precisamente por eso ha nacido y tiene que difundirse la moda adaptativa.