A mediados de los años 90, Mr. Kern llegĂ³ a Barcelona procedente de Burdeos para estudiar diseño. Una de las cosas que mĂ¡s le sorprendiĂ³ de la Ciudad Condal fueron sus grafitis. Otra, la tolerancia de las autoridades ante esas expresiones de arte urbano.
«Cuando vi lo que se hacĂa en Barcelona, decidĂ dejar atrĂ¡s las aulas para recolonizar las calles de la ciudad. La razĂ³n de que empezase pintando en la calle fue, sencillamente, porque me pareciĂ³ el recurso mas econĂ³mico para promover mi arte», cuenta.


Poco después, los grafitis no solo fueron una actividad barata, sino que comenzaron a reportar cierto dinero y a definir el particular estilo que caracteriza a Mr. Kern en la actualidad.
«A partir del año 2000 empecĂ© a cobrar dinero pintando persianas en Barcelona. Al principio sĂ usaba aerosoles, pero hace unos diez años decidĂ usar exclusivamente brochas. Lo hice por comodidad y tambiĂ©n porque creo que es importante deshacerme puntualmente de la frustraciĂ³n inducida por el sistema».


Para Mr. Kern, cambiar la herramienta cada cierto tiempo le permite mejorar su tĂ©cnica y con ello transformar su estilo y sus temĂ¡ticas. Sustituir el espray por los pinceles, por ejemplo, hizo que se alejara de la cultura del grafiti estadounidense y explorar otros referentes tan variados como sorprendentes.
«Me flipa el Barroco español tanto como Richard Corben, Simon Bisley, Blutch, Paco AlcĂ¡zar, MacGyver o El Fary», explica Mr. Kern, quien no duda en incluir muchas de esas referencias, como la Reina Isabel II, Elton John, Maradona, el Che Guevara, Fidel Castro o Ricardo Fort en sus trabajos.
«No sĂ© bien quĂ© efecto puede producir en la mente del espectador el uso de personajes pĂºblicos en la ficciĂ³n. Para mĂ constituye un recurso fĂ¡cil para mostrar de manera cĂ³mica un perfil psicolĂ³gico».


En ocasiones, ese efecto resulta demasiado cĂ³mico para algunos de los retratados. AsĂ sucediĂ³ con Eva y Adele, dos coleccionistas de arte con un particular aspecto y, por lo que se ve, con muy poco sentido del humor.
«Cuando pintĂ© aquella serie de Eva y Adele me emocionĂ© y, muy inocente, les enviĂ© un mensaje con fotos de los cuadros pensando que me contestarĂan de manera positiva. Todo lo contrario. Me amenazaron de juicio si seguĂa pintĂ¡ndolas o si difundĂa sus pinturas por internet. Al final ya era demasiado tarde y, afortunadamente, no hicieron nada».


Tal vez el enfado de esta pareja de coleccionistas respondiera al hecho de que Mr. Kern no se limita a retratar a los personajes que aparecen en sus lienzos. Lo que hace este artista argentino afincado en Francia es crear escenas en la que los personajes estĂ¡n inmersos en acciones que discurren entre el surrealismo, el absurdo y la sĂ¡tira. Unos cuadros que rebosan narratividad y que han propiciado que Mr. Kern empiece a experimentar con el cĂ³mic, el arte grĂ¡fico secuencial por excelencia.
«El cĂ³mic es un amor de juventud. De chaval editaba con algunos amiguitos un fanzine llamado Golith, cuyo logotipo era una copia del Fluide Glacial dibujado por Gotlib. Trabajar en Fluide siempre fue un sueño para mĂ, asĂ que cuando Yan Lindingre, el responsable, me propuso colaborar con ellos, aceptĂ© sin dudarlo».

La primera colaboraciĂ³n de Mr. Kern con Fluide Glacial fue una historieta de cinco pĂ¡ginas, a la que han seguido otras y, mĂ¡s recientemente, un Ă¡lbum completo titulado El caso Alain Lluch, publicado en España por Autsaider CĂ³mics.
«El editor y el traductor de Autsaider han hecho un trabajo muy finoli de traducciĂ³n y diseño de las tipografias. De hecho, me gusta mucho mas esta versiĂ³n que la original francesa».
El Caso Alain Lluch resume en una sola obra todas las particularidades del trabajo de Mr. Kern. Su talento para el dibujo, su destreza con los pinceles, su reconocible paleta de color, su humor salvaje, asĂ como la apariciĂ³n estelar de personajes reales como CĂ©sar MillĂ¡n, Susan Boyle o el personaje que da nombre al Ă¡lbum.
«SĂ, Alain existe y vive en la ciudad de Creon, cerca de Burdeos, en Francia. La verdad es que es un amigo con mucha paciencia». Tanta paciencia como la que emplea Mr. Kern a la hora de hacer sus tebeos y grafitis, en los que emplea una tĂ©cnica inusual en este tipo de disciplinas.
«SĂ, reconozco que los cĂ³mics me gustan. Mi trabajo en Fluide Glacial me da para vivir, pero es innegable que los cuadros se pagan mucho mejor», indica.




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