Para hacer la portada de este número, la palabra inicial fue Yorokobu, cuál si no. Y, a partir de ahÃ, empezaron a jugar con el concepto del placer. «El placer es una palabra muy amplia que implica la subjetividad de cada uno. En Mugaritz, el placer está muy vinculado con la búsqueda, con la curiosidad», explican.
«En nuestro caso, los dibujos no son perfectos, parece como si los hubiera hecho casi un niño. Para nosotros, más que dibujos son trazos que marcan un camino, un paisaje vivo, abierto, que nunca está terminado y que se encuentra en constante transformación».
Para hacer la portada de este número, la palabra inicial fue Yorokobu, cuál si no. Y, a partir de ahÃ, empezaron a jugar con el concepto del placer. «El placer es una palabra muy amplia que implica la subjetividad de cada uno. En Mugaritz, el placer está muy vinculado con la búsqueda, con la curiosidad», explican.
«En nuestro caso, los dibujos no son perfectos, parece como si los hubiera hecho casi un niño. Para nosotros, más que dibujos son trazos que marcan un camino, un paisaje vivo, abierto, que nunca está terminado y que se encuentra en constante transformación».