El modo en el que funciona la plataforma de crowdfunding Namlebee es casi idĂ©ntico al que podrĂa funcionar, por ejemplo, Kickstarter. La forma de pensar es distinta. «Se trata de conseguir financiaciĂłn para proyectos inconformistas, dĂscolos. Seleccionar exclusivamente los que estĂ©n social y polĂticamente comprometidos», dice Sandra Barrilaro, fundadora junto a Sergio PĂ©rez de esta web con un año y medio de trayectoria. «Proyectos destinados a que, entre el conjunto, mejoremos las situaciones de injusticia en cualquier ámbito».
«Si tienes un proyecto que harĂa torcer el gesto a Angela Merkel, Namlebee quizá sea el portal que buscas», sugiere Barrilaro. Ellos denominan proyecto dĂscolo a «cualquiera que, en alguna medida, participe en los principios de economĂa, polĂtica o cultura alternativa, ecologismo, derechos humanos, recuperaciĂłn de espacios, memoria histĂłrica, igualdad de gĂ©nero, luchas indĂgenas, antimilitarismo, Palestina, utopĂas, distopĂas, y transformaciĂłn».
Para hacerlo entender en ejemplos, nombran iniciativas como podrĂa ser «un documental sobre activistas medioambientales amenazados; un cĂłmic sobre un mundo dominado por las grandes corporaciones; un proyecto cientĂfico pensado para el ser humano y no para la gran industria; una obra de teatro para poblaciĂłn marginal; la rehabilitaciĂłn vecinal de un viejo edificio con fines socioculturales o la creaciĂłn de una biblioteca de libre intercambio…»
Su Ăşltimo proyecto, la financiaciĂłn de la tercera Flotilla que partirá con ayuda humanitaria para la poblaciĂłn de Gaza (Palestina), en apenas unas semanas en su espacio ya ha conseguido el 73% de los 11.500 euros que necesitan para emprender la travesĂa solidaria.

En su tiempo de vida Namlebee ha expuesto en su escaparate financiador una docena de proyectos de los cuales siete consiguieron su objetivo. Para entrar en la plataforma, los solicitantes primero han de pasar un proceso de selecciĂłn. «De hecho, llegan muy variopintos y hemos rechazado más de los que hemos admitido», señala. «Es porque solo buscamos los social o polĂticamente comprometidos. Esa es la idea con la que empezamos con esto el dĂa que Sergio me propuso abrir una plataforma de crowdfunding, y a eso nos vamos a ajustar».
Lo idearon asĂ porque creen que este tipo de plataformas eran necesarias. Barrilaro dice que «hay muchas generalistas, cientĂficas o artĂsticas que son fantásticas, pero nosotros nos sentimos más identificados con la parte social y polĂtica a la hora de pedir financiaciĂłn al pĂşblico».
Respecto a los creadores de esas iniciativas, está destinada «primeramente a individuos, pequeños colectivos, organizaciones, medios alternativos que comparten cierta visiĂłn del mundo y ONG». Como no quieren que nadie juegue con la buena voluntad de los donantes, exigen que el postulante tenga que estar identificado en una persona fĂsica que se hará responsable de la utilizaciĂłn del dinero ante los mecenas. Además deben publicar en su página el estado del proyecto, que tendrá que estar acabado en los plazos fijados los por propios creadores, «o devolver el dinero».
El nombre se lo pusieron por «Namle», hormiga en árabe, una palabra que eligieron por su estrecha relación de colaboración con proyectos en Palestina, y «Bee», abeja en inglés. «Dos animales colaborativos, que trabajan en equipo para todo el grupo», explica la fundadora. «Ya que vivimos en plena crisis económica en Europa, hay que adoptar compromisos vitales. Crear otra conciencia colectiva. Somos de los que pensamos que tenemos que apoyarnos, aunarnos y solidarizarnos entre todos».
Sandra, Âżno piensas que pueden decir que sois el crowdfunding de la utopĂa?
Por supuesto, somos un crowdfunding de la utopĂa. Pero la utopĂa sirve para tratar de hacerla realidad. Lo que realmente se necesita es ponerse en marcha para conseguirlo. Trabajarlo. El maná no va a caer del cielo, pero si se trabaja por lograr algo y con los pies en la tierra, que vengan los que quieren conseguir utopĂas, que nosotros les vamos a apoyar.



Gracias por este excelente artĂculo, nos gusta muchisimo el tĂtulo. ¡Compartimos muchas cosas con Yorokobu!
Gracias Jaled por este regalo.
Namlebee
Comentarios cerrados.