Cuando las emociones entran en juego, la razón se cortocircuita. Por esa causa, los buenos negociadores son aquellos que, en lugar de ignorarlas, identifican las emociones y las utilizan en favor del proceso negociador.
Una conversación pausada permite interpretar la información que se va obteniendo y decidir la estrategia a seguir. No corras y desconfÃa de las negociaciones express.
«Eso es cierto», «muy buena idea», «me parece correcto»… Frases como estas reforzarán la opinión que la otra parte tiene de sà misma y, de nuevo, rebajará las defensas.
Cuando las emociones entran en juego, la razón se cortocircuita. Por esa causa, los buenos negociadores son aquellos que, en lugar de ignorarlas, identifican las emociones y las utilizan en favor del proceso negociador.
Una conversación pausada permite interpretar la información que se va obteniendo y decidir la estrategia a seguir. No corras y desconfÃa de las negociaciones express.
«Eso es cierto», «muy buena idea», «me parece correcto»… Frases como estas reforzarán la opinión que la otra parte tiene de sà misma y, de nuevo, rebajará las defensas.