Las orillas de las carreteras nacionales de EspaƱa estĆ”n llenas de esos lugares sombrĆos disfrazados de un vulgar glamour que son los prostĆbulos. No es difĆcil localizarlos: brillantes neones llaman la atención de los coches y camiones que circulan por ellas, como para no verlos.
Lo que no vemos es lo que esconden esos neones. Las vidas de cientos de mujeres obligadas a ejercer la prostitución y que languidecen a fuerza de sonreĆr sin ganas a hombres con los que jamĆ”s hubieran querido estar, ni siquiera por dinero.
El lema de estos neones es Ā«Si pagas por esto, eres cómplice de esta situaciónĀ» y tiene el objetivo de mostrar crudamente que pagar por sexo vulnera los derechos humanos. La prostitución, la trata y la explotación sexual producen efectos devastadores en la salud fĆsica, mental y emocional de las mujeres.
Las vallas y monopostes hackeados, que lucen el nombre de prostĆbulos ficticios como Ā«Violencia PalaceĀ», Ā«Maltrato ShowĀ» y Ā«ExxxplotaciónĀ», pueden verse en Madrid, en la A-5, en la A-4 (Valdemoro), en Villa de Vallecas y en la A-3, zonas donde se concentran buen nĆŗmero de prostĆbulos.
Ā«Los neones de prostĆbulos tratan de mostrar una imagen feliz e idĆlica que oculta la realidad que esconde la prostitución. Por eso era el momento de que alguien mostrara la cruda realidad. Y no hay mejor forma que adueƱarnos de su propia comunicaciónĀ», seƱala, por su parte, Marcos GarcĆa, director creativo de La Despensa.
Las orillas de las carreteras nacionales de EspaƱa estĆ”n llenas de esos lugares sombrĆos disfrazados de un vulgar glamour que son los prostĆbulos. No es difĆcil localizarlos: brillantes neones llaman la atención de los coches y camiones que circulan por ellas, como para no verlos.
Lo que no vemos es lo que esconden esos neones. Las vidas de cientos de mujeres obligadas a ejercer la prostitución y que languidecen a fuerza de sonreĆr sin ganas a hombres con los que jamĆ”s hubieran querido estar, ni siquiera por dinero.
El lema de estos neones es Ā«Si pagas por esto, eres cómplice de esta situaciónĀ» y tiene el objetivo de mostrar crudamente que pagar por sexo vulnera los derechos humanos. La prostitución, la trata y la explotación sexual producen efectos devastadores en la salud fĆsica, mental y emocional de las mujeres.
Las vallas y monopostes hackeados, que lucen el nombre de prostĆbulos ficticios como Ā«Violencia PalaceĀ», Ā«Maltrato ShowĀ» y Ā«ExxxplotaciónĀ», pueden verse en Madrid, en la A-5, en la A-4 (Valdemoro), en Villa de Vallecas y en la A-3, zonas donde se concentran buen nĆŗmero de prostĆbulos.
Ā«Los neones de prostĆbulos tratan de mostrar una imagen feliz e idĆlica que oculta la realidad que esconde la prostitución. Por eso era el momento de que alguien mostrara la cruda realidad. Y no hay mejor forma que adueƱarnos de su propia comunicaciónĀ», seƱala, por su parte, Marcos GarcĆa, director creativo de La Despensa.