A Nina Simone la salvó de la indiferencia el piano. Ese fue el flotador al que se aferró durante sus primeros años y el arma que decidió empuñar para alistarse en la lucha por los movimientos civiles a partir del 15 de septiembre de 1963.
Ese dÃa, cuatro miembros del Ku Klux Klan colocaron un artefacto explosivo en la parte delantera de la Iglesia Baptista de la Calle 16, en Birmingham (Alabama). Murieron cuatro niñas y nació la furia activista de Nina Simone.
Su repertorio se comenzó a poblar de composiciones reivindicativas y de protesta hacia la situación de desigualdad que los negros sufrÃan en Estados Unidos.
Alabama’s gotten me so upset Tennessee made me lose my rest And everybody knows about Mississippi Goddam
Can’t you see it? Can’t you feel it? It’s all in the air I can’t stand the pressure much longer
Simone decÃa que no le quedó más remedio que tomar partido. «Decido reflejar la situación que me ha tocado vivir. Para mà es una obligación. ¿Cómo puedes ser artista y no reflejar tu tiempo?».
Su marido y agente, Andy Stroud, comenzó a quejarse de lo difÃcil que le resultaba vender el arte combativo de Nina. A la vez, la relación personal entre ellos era un polvorÃn y los malos tratos de Stroud a Simone (violación incluida) eran cotidianos.
La luz entre tanta miseria es el talento de Simone, su presencia rotunda y poderosa y su fuerza para la batalla contra quien se pusiera por delante. Ninguna historia es perfecta pero tampoco ninguna es triste en su totalidad.
I wish I knew how
It would feel to be free
I wish I could break
All the chains holdin’ me
Si quieres ver entregas anteriores, acerca de Eagles of Death Metal y la sala Bataclan, de la muerte del Lemmy Kilmister, la obsesión de David Bowie por el cosmos, el tiempo que PJ Harvey pasó encerrada en una caja acristalada o la soledad de Janis Joplin, las tienes a un clic.
A Nina Simone la salvó de la indiferencia el piano. Ese fue el flotador al que se aferró durante sus primeros años y el arma que decidió empuñar para alistarse en la lucha por los movimientos civiles a partir del 15 de septiembre de 1963.
Ese dÃa, cuatro miembros del Ku Klux Klan colocaron un artefacto explosivo en la parte delantera de la Iglesia Baptista de la Calle 16, en Birmingham (Alabama). Murieron cuatro niñas y nació la furia activista de Nina Simone.
Su repertorio se comenzó a poblar de composiciones reivindicativas y de protesta hacia la situación de desigualdad que los negros sufrÃan en Estados Unidos.
Alabama’s gotten me so upset Tennessee made me lose my rest And everybody knows about Mississippi Goddam
Can’t you see it? Can’t you feel it? It’s all in the air I can’t stand the pressure much longer
Simone decÃa que no le quedó más remedio que tomar partido. «Decido reflejar la situación que me ha tocado vivir. Para mà es una obligación. ¿Cómo puedes ser artista y no reflejar tu tiempo?».
Su marido y agente, Andy Stroud, comenzó a quejarse de lo difÃcil que le resultaba vender el arte combativo de Nina. A la vez, la relación personal entre ellos era un polvorÃn y los malos tratos de Stroud a Simone (violación incluida) eran cotidianos.
La luz entre tanta miseria es el talento de Simone, su presencia rotunda y poderosa y su fuerza para la batalla contra quien se pusiera por delante. Ninguna historia es perfecta pero tampoco ninguna es triste en su totalidad.
I wish I knew how
It would feel to be free
I wish I could break
All the chains holdin’ me
Si quieres ver entregas anteriores, acerca de Eagles of Death Metal y la sala Bataclan, de la muerte del Lemmy Kilmister, la obsesión de David Bowie por el cosmos, el tiempo que PJ Harvey pasó encerrada en una caja acristalada o la soledad de Janis Joplin, las tienes a un clic.
Llevo tiempo entrando furtivamente en Yorokobu, me acaban de pasar el enlace a este post y es una maravilla tanto en la forma como en el fondo. Hace un par de años leà Mis estrellas negras, del futbolista francés Lilian Thuran, un grito contra el racismo a partir del repaso a vidas de personas negras (¿de color?) que cambiaron el mundo o que debieron cambiarlo, el libro más revelador que he leÃdo últimamente, y los pasajes sobre los disturbios de Brimingham-Alabama y lo que trajeron consigo son tremendos (Estados Unidos, hace 50 años). David GarcÃa, aunque sólo suelte gruñidos es un cronopio al que seguiremos con dedicación. Saludos
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