No crean que perforarse el prepucio clitoriano es lo mismo que las orejas
2.- PIERCING PRINCESA ALBERTINA
Si existe el piercing Príncipe Alberto, era de recibo que existiera una princesa para ellas. Como en el caso de la perforación en los genitales masculinos, la perforación entra en la uretra pero se luce en la parte externa de la vagina.
Tiene fama de ser uno de los más estimulantes porque genera sensaciones en la uretra femenina. Sin embargo, es de los menos recomendados por el alto porcentaje de infecciones que tiene. Para ponerse un piercing hay que tener mucho valor, pero en este caso además está confirmado que el Albertina es el piercing menos extendido porque muchas mujeres no soportan la sensación de llevarlo enganchado en la uretra.
Curiosamente es uno de los que antes cicatriza: entre 4 y 6 semanas.
3.- PIERCING TRIÁNGULO
Es el piercing horizontal que se realiza por debajo del clítoris, justo la zona que recibe el estímulo en las penetraciones.
4.- PIERCING EN EL CAPUCHÓN CLITORIANO o DE HOOD
Por mucho que insistan en creer que todos los piercing en el clítoris han perforado de verdad el único órgano de la mujer con 8.000 terminaciones nerviosas, puede que estén equivocados. Solo las mujeres que tienen un clítoris superior a los 18 mm pueden perforárselo y el porcentaje de valientes que han perdido la sensibilidad es tan alto que la mayoría de profesionales recomienda conformarse con perforar solo el capuchón. No crean que perforarse el prepucio clitoriano es lo mismo que las orejas por mucho que no duela mucho más
La mayoría de piercing que parecen estar en el clítoris están en el capuchón clitoriano, o lo que es lo mismo, el punto donde se unen los labios menores. Ese recoveco que recubre el clítoris. La perforación se hace en sentido vertical casi siempre, de forma que la joya apoya directamente en el clítoris, lo que lo mantiene erecto la mayor parte del tiempo. Por esta razón hay mujeres que optan por llevarlo cuando saben que van a tener sexo.
Se llama piercing NEFERTITI cuando se elige tenerlo horizontalmente. Estaría bien saber si fue también la reina egipcia la primera en lucirlo en su sexo.
Se curan rápidamente y aunque asuste solo pensarlo, la perforación del capuchón o prepucio clitoriano no duele mucho más que las perforaciones en los lóbulos de las orejas. Tiene fama de ser uno de los más placenteros para la mujer, aunque todas las que quieran adornar el suyo tienen que pasar la prueba Q-tip, que consiste en introducirse un bastoncillo lubricado entre el clítoris y el capuchón. Solo si no resulta incómodo es factible colocarlo. Cicatriza en un tiempo estimado entre los 3 y los 6 meses.
5.- FOURCHETTE
Llamamos fourchette, o frenulumlabiorum si nos ponemos exactos, al frenillo que sostiene los labios menores. La mayoría de las mujeres no tiene el pliegue de tejido apropiado en la parte posterior de la vagina donde se ubica. ¿No saben dónde? Bien, a cuatro patas y mostrando su sexo por detrás arqueando la espalda, repasen con el dedo desde la vagina hasta la unión con los labios menores. Ahí es donde hay que tener una especie de aleta que permita su colocación.
La piel es extremadamente delgada y sobre todo muy elástica en el caso de que exista. Su cicatrización suele lograrse pasadas las 6 semanas, pero roza bastante con la ropa (odiarás a muerte las costuras de tus vaqueros) y no todas las mujeres lo encuentran placentero para las relaciones sexuales.
Si a pesar de todo esto decides lucirlo, conviene que también sepas que esa piel es tan elástica que, una vez cicatrizado con una primera joya, podrás agrandar el grosor del piercing igual que en muchas orejas lucen perforaciones con calibres increíbles.
6.- GUICHE
Una de las mayores rarezas en piercing y menos comunes también como el anterior porque se sitúa en el perineo, normalmente de pierna a pierna; si se realiza de delante hacia atrás hablaríamos de un piercing vaginal-anal.
Por cierto, no existen dos sexos femeninos iguales, se pongan como se pongan. Así que esta guía es simplemente un muestreo de los posibles piercing en genitales femeninos. El tamaño de cada uno de sus componentes (labios, clítoris y perineo incluidos) permitirá o no su perforación. No crean que perforarse el prepucio clitoriano es lo mismo que las orejas por mucho que no duela mucho más. Es obligatorio encontrar al verdadero profesional en perforaciones y anatomía femenina para evitar más de un disgusto que en ocasiones ha derivado en sangrías innecesarias por empeñarse en lucir una joya en un espacio en el que literalmente, puede que no haya ni un milímetro de tejido proclive a ser agujereado.
Y, como en el caso de las perforaciones en genitales masculinos, los piercing en la vulva exigen cuidados extremos, higiene casi de hospital y cuidados intensivos durante todo el proceso de cicatrización. Una vez más: piénsenlo de verdad antes de lanzarse a agujereárselo.
2.- PIERCING PRINCESA ALBERTINA
Si existe el piercing Príncipe Alberto, era de recibo que existiera una princesa para ellas. Como en el caso de la perforación en los genitales masculinos, la perforación entra en la uretra pero se luce en la parte externa de la vagina.
Tiene fama de ser uno de los más estimulantes porque genera sensaciones en la uretra femenina. Sin embargo, es de los menos recomendados por el alto porcentaje de infecciones que tiene. Para ponerse un piercing hay que tener mucho valor, pero en este caso además está confirmado que el Albertina es el piercing menos extendido porque muchas mujeres no soportan la sensación de llevarlo enganchado en la uretra.
Curiosamente es uno de los que antes cicatriza: entre 4 y 6 semanas.
3.- PIERCING TRIÁNGULO
Es el piercing horizontal que se realiza por debajo del clítoris, justo la zona que recibe el estímulo en las penetraciones.
4.- PIERCING EN EL CAPUCHÓN CLITORIANO o DE HOOD
Por mucho que insistan en creer que todos los piercing en el clítoris han perforado de verdad el único órgano de la mujer con 8.000 terminaciones nerviosas, puede que estén equivocados. Solo las mujeres que tienen un clítoris superior a los 18 mm pueden perforárselo y el porcentaje de valientes que han perdido la sensibilidad es tan alto que la mayoría de profesionales recomienda conformarse con perforar solo el capuchón. No crean que perforarse el prepucio clitoriano es lo mismo que las orejas por mucho que no duela mucho más
La mayoría de piercing que parecen estar en el clítoris están en el capuchón clitoriano, o lo que es lo mismo, el punto donde se unen los labios menores. Ese recoveco que recubre el clítoris. La perforación se hace en sentido vertical casi siempre, de forma que la joya apoya directamente en el clítoris, lo que lo mantiene erecto la mayor parte del tiempo. Por esta razón hay mujeres que optan por llevarlo cuando saben que van a tener sexo.
Se llama piercing NEFERTITI cuando se elige tenerlo horizontalmente. Estaría bien saber si fue también la reina egipcia la primera en lucirlo en su sexo.
Se curan rápidamente y aunque asuste solo pensarlo, la perforación del capuchón o prepucio clitoriano no duele mucho más que las perforaciones en los lóbulos de las orejas. Tiene fama de ser uno de los más placenteros para la mujer, aunque todas las que quieran adornar el suyo tienen que pasar la prueba Q-tip, que consiste en introducirse un bastoncillo lubricado entre el clítoris y el capuchón. Solo si no resulta incómodo es factible colocarlo. Cicatriza en un tiempo estimado entre los 3 y los 6 meses.
5.- FOURCHETTE
Llamamos fourchette, o frenulumlabiorum si nos ponemos exactos, al frenillo que sostiene los labios menores. La mayoría de las mujeres no tiene el pliegue de tejido apropiado en la parte posterior de la vagina donde se ubica. ¿No saben dónde? Bien, a cuatro patas y mostrando su sexo por detrás arqueando la espalda, repasen con el dedo desde la vagina hasta la unión con los labios menores. Ahí es donde hay que tener una especie de aleta que permita su colocación.
La piel es extremadamente delgada y sobre todo muy elástica en el caso de que exista. Su cicatrización suele lograrse pasadas las 6 semanas, pero roza bastante con la ropa (odiarás a muerte las costuras de tus vaqueros) y no todas las mujeres lo encuentran placentero para las relaciones sexuales.
Si a pesar de todo esto decides lucirlo, conviene que también sepas que esa piel es tan elástica que, una vez cicatrizado con una primera joya, podrás agrandar el grosor del piercing igual que en muchas orejas lucen perforaciones con calibres increíbles.
6.- GUICHE
Una de las mayores rarezas en piercing y menos comunes también como el anterior porque se sitúa en el perineo, normalmente de pierna a pierna; si se realiza de delante hacia atrás hablaríamos de un piercing vaginal-anal.
Por cierto, no existen dos sexos femeninos iguales, se pongan como se pongan. Así que esta guía es simplemente un muestreo de los posibles piercing en genitales femeninos. El tamaño de cada uno de sus componentes (labios, clítoris y perineo incluidos) permitirá o no su perforación. No crean que perforarse el prepucio clitoriano es lo mismo que las orejas por mucho que no duela mucho más. Es obligatorio encontrar al verdadero profesional en perforaciones y anatomía femenina para evitar más de un disgusto que en ocasiones ha derivado en sangrías innecesarias por empeñarse en lucir una joya en un espacio en el que literalmente, puede que no haya ni un milímetro de tejido proclive a ser agujereado.
Y, como en el caso de las perforaciones en genitales masculinos, los piercing en la vulva exigen cuidados extremos, higiene casi de hospital y cuidados intensivos durante todo el proceso de cicatrización. Una vez más: piénsenlo de verdad antes de lanzarse a agujereárselo.
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