Los lectores de Yorokobu tienen algo muy claro: en Yorokobu no se habla de deporte. Nunca. Pero como sà se habla de lo que ocurre en internet, os vamos a contar qué dice la red acerca de la heroica gesta de la selección española de baloncesto con Pau Gasol a la cabeza. ¿Por qué? Bueno, vimos el partido y esto fue lo que ocurrió.
Nos vinimos arriba como Dimitri y, una vez que uno está dentro del caudal emocional generado por la gesta del combinado supranacional es muy difÃcil abstraerse. Asà que veamos cómo ha sido asimilada la heroicidad en las redes sociales de España y del mundo.
Para los que aún no sepan lo que pasó, aquà va un resumen: la España más mermada de la última década se metió en la final del Europeo de baloncesto tras comenzar el campeonato sembrando muchas dudas. Hasta ahÃ, nada reseñable. La épica la otorgan las formas y fue el sentido colectivo en defensa y la actuación personal de Pau Gasol los que convirtieron un partido más en un historia que se contará a los nietos.
España ganó a Francia. En Francia. Tras un comienzo de partido muy irregular. Y Los Nikis ya deberÃan haberse llamado entre ellos para componer otra canción que cuente la gesta.
Aquà la crónica y, aquÃ, el resumen del resumen.
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Las reacciones, como en cualquier victoria al lÃmite, se han sucedido. El tono, claro, ha sido desmedido. El primer ejemplo es Ramón Trecet, que tampoco es que sea un ejemplo de templanza. Pero como forma parte de la memoria sentimental baloncestÃstica de este paÃs, merece el hueco.
La prensa ‘cuñada’ también hizo sus valoraciones nada más terminar el partido. Manolo Lama reivindicó la separación de deporte y polÃtica con este tuit. Se quedó tan ancho.
Albert Rivera también aprovechó su felicitación para hacer campaña pero, al fin y al cabo, a él le pagan por eso.

En Bruselas, mientras, se hacÃa botellón, que ya se sabe que los juernes están para gozarlos. Pablo Iglesias invitó a una amiga francesa, a la que sentó a su derecha, y puso la tele, porque en los botellones la tele encendida crea ambiente.
Las reacciones de la ciudadanÃa tiraron de ingenio y de mala leche para, por ejemplo, ridiculizar a LePen.
¿De qué estatua estamos hablando? De esta, que no sabemos si es la de Gasol o la de Rafa Gil.
Hubo tiempo para el rencor y para saldar cuentas con, por ejemplo Shaquille O’Neal, que hizo esta declaración hace un año.
También con uno de los jugadores franceses que ayer se enfrentaron a la selección española, Nicolas Batum.
El jugador, sin embargo, supo aceptar la derrota y comportarse con deportividad.
No ocurrió lo mismo con el joven e impulsivo Rudy Gobert que, como ocurre también en España cuando se pierde, echó la culpa al árbitro.

Al final, lo que queda es lo cuentan los Clicks de Playmobil. España jugará la final el próximo domingo.
Hasta entonces, Pau Gasol preparará el partido…
… y los aficionados al baloncesto y los usuarios de Twitter pasarán el fin de semana soñando.