27 de julio 2012    /   CINE/TV
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No es que no os tenga aprecio: Los vĂ­deos de “me voy a la playa sin ningĂșn remordimiento”

27 de julio 2012    /   CINE/TV     por          
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Llevo dos semanas viendo fotos de todos vosotros. SĂ­, unas fotos muy originales, en las que siempre se ven vuestros pies y, detrĂĄs, el mar o un lago. Por lo tanto, llevo dos semanas incubando odio y rencor. No hacia todos, claro pero, quĂ© carajo, vais a pagar justos por pecadores. El que se va a la playa cuatro dĂ­as soy yo. No es que no os tenga aprecio, pero cuanto mĂĄs calor pasĂ©is, mĂĄs feliz serĂ© yo con el culete al aire sobre la arena. Os dejo una selecciĂłn de vĂ­deos para ver enfrente del chorrete de aire acondicionado, que aĂșn me queda algo de humanidad.

Juego de agudeza visual. Mi destino playero se ubica en el mismo lugar que la localizaciĂłn de este vĂ­deo de The Real Me, una banda que ama los amplis viejunos, las guitarras de toda la vida y el pop y el rock de corte sixty. I want an Indian Summer. After the summer, of course.

Las vacaciones son, por supuesto, momento para beber mås de la cuenta, enamorarse fugazmente y olvidarse a final de agosto de qué pasó durante ese mes. Es momento de hedonismo, de revolcón en la playa y de resacas embarazosas. Sin embargo, no cabe olvidar que, a pesar de todo, el verdadero amor prevalece.

Un dĂ­a, a Vince Ream le diĂł por grabar un vĂ­deo en el que giraba su vinilo Lullabies to Paralyze de Queens of the Stone Age. Sonaba Broken Box. Eso es, objetivamente, un motivo mĂĄs que suficiente para que un vĂ­deo de Youtube mole. Ahora, cuando de verdad me queda patidifusa, sĂ­, patidifusa, es cuando veo que a Ream le ha dado por agregar efectos mediante realidad aumentada. Porque si hay guitarras, bajos y baterĂ­as, hay AMOR.

EstĂĄis de suerte porque, a pesar de irme con rencor, os proporciono el mejor vĂ­deo de la historia. Varias veces. Si no, decidme si sois capaces de superar un vĂ­deo de un sapo sentado en un banco de madera. Nada menos.

Las guitarras, bajos y baterĂ­as son AMOR, pero no son lo Ășnico que cumple las condiciones. Assembly ha creado una instalaciĂłn interactiva que interpreta el movimiento humano para crear mĂșsica electrĂłnica. AsĂ­ con todo muy verde.

“Oye David, ÂżCĂłmo pueden cinco tĂ­os con cara de empollones tocar una mierda de canciĂłn en el piano y conseguir hacer que mole?” Mirad, asĂ­.

Es cierto que ya hay vĂ­deos de animaciones hechas a partir de notitas post it. Pero con el currazo que exige el tema y lo triste que debe ser la vida de alguien que tiene tiempo para hacer algo asĂ­, merece la pena un visionado.

Coges una coctelera. Metes un Spectrum, un poco de Italo Disco, unos sintetizadores, un croma y mucho LSD. ¿Qué sale? Esta mierda deliciosamente divertida.

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Las vacaciones son, por supuesto, momento para beber mås de la cuenta, enamorarse fugazmente y olvidarse a final de agosto de qué pasó durante ese mes. Es momento de hedonismo, de revolcón en la playa y de resacas embarazosas. Sin embargo, no cabe olvidar que, a pesar de todo, el verdadero amor prevalece.

Un dĂ­a, a Vince Ream le diĂł por grabar un vĂ­deo en el que giraba su vinilo Lullabies to Paralyze de Queens of the Stone Age. Sonaba Broken Box. Eso es, objetivamente, un motivo mĂĄs que suficiente para que un vĂ­deo de Youtube mole. Ahora, cuando de verdad me queda patidifusa, sĂ­, patidifusa, es cuando veo que a Ream le ha dado por agregar efectos mediante realidad aumentada. Porque si hay guitarras, bajos y baterĂ­as, hay AMOR.

EstĂĄis de suerte porque, a pesar de irme con rencor, os proporciono el mejor vĂ­deo de la historia. Varias veces. Si no, decidme si sois capaces de superar un vĂ­deo de un sapo sentado en un banco de madera. Nada menos.

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“Oye David, ÂżCĂłmo pueden cinco tĂ­os con cara de empollones tocar una mierda de canciĂłn en el piano y conseguir hacer que mole?” Mirad, asĂ­.

Es cierto que ya hay vĂ­deos de animaciones hechas a partir de notitas post it. Pero con el currazo que exige el tema y lo triste que debe ser la vida de alguien que tiene tiempo para hacer algo asĂ­, merece la pena un visionado.

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