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¿Por qué el diseño de textos en internet tiene que ser feo?

La app Notegraphy pretende introducir el diseño en la lectura y escritura de las redes sociales

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Por
Mar Abad
14 junio 2013
  • Creatividad
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  • Diseño

La belleza, a lo largo de la Historia, se ha relacionado con el bien. La fealdad, en cambio, se reservó al mal. Por eso las brujas tienen rasgos terribles y la Cenicienta, la Bella durmiente y Blancanieves eran guapas. La filosofía clásica griega también vio en la belleza una continuidad del bien. Pero, a menudo, se olvida esta unión de inseparables. Muchas veces porque la funcionalidad se impone a la estética y arrasa con ella.

En el nuevo mundo donde la humanidad pasa gran parte de su tiempo, las redes sociales y los procesadores de textos, no se ha atendido tanto a la belleza como a la utilidad. Hace cuatro años apareció una aplicación que se presenta como una habitación privada para encerrarte a escribir y volver a disfrutar del placer de las palabras. OmmWriter, creada por Herraizsoto&co, recibió varios premios y, hoy, muchas personas reemplazan su anodino procesador de textos por este espacio, con varios estilos y músicas de fondo, llamado a impulsar la concentración y la creatividad de la persona que entra en ese territorio.

La escritura, sin embargo, no se produce únicamente en procesadores de texto. Millones de palabras viajan cada día por las redes sociales. Ese contenedor es parco y, en él, en Twitter, Facebook, Tumblr, Instagram o Pinterest, la belleza queda relegada a un segundo plano. Todas las palabras son iguales. No hay variedad de tipografías, ni atención a capitulares, ni interés por el diseño que presenta cada frase.

Rafa Soto: “Escribir en un espacio bonito hace que cambie tu actitud. La belleza llama a la belleza”

Platón estaría iracundo. Pero solo hasta que viera Notegraphy. Esta aplicación, para iPhone y web, pretende saltar de la vulgaridad al bien introduciendo la belleza en la forma de presentar un post. El usuario puede escribir un texto desde esta app y darle un formato mucho más cuidado antes de subirla a Facebook, Twitter u otras redes.

Además, puede consultar las estadísticas de los posts publicados en sus redes para ver cuántas personas lo han leído, cuántas le han dado las gracias y cuántos comentarios ha generado. La aplicación permite también la posibilidad de crear perfiles y que el usuario vaya publicando ahí sus frases como si fuese una especie de Tumblr.

El nuevo proyecto de Herraizsoto&co, en beta hasta principios del mes de julio, pretende “reinventar la experiencia de escribir y leer cuando posteamos en las redes sociales”, indica el cofundador e impulsor de la idea, Rafa Soto, en una entrevista realizada en el Festival Sónar. “Escribir en un espacio bonito hace que cambie tu actitud. La belleza llama a la belleza”.

El director creativo lo explica con esta imagen: “En Japón, cuando vas a comer a un restaurante, la dirección de arte es impecable. La forma en la que colocan todo, los platos y palillos que utilizan… Todo es tan bello que no se te ocurre comer mal”.

Los primeros diseños y las primeras capitulares que se pueden utilizar para escribir en Notegraphy han sido creados por Herraizsoto&co y por diseñadores de la talla de Álex Trochut (Nueva York y Barcelona), Jessica Hische (San Francisco), David Ruiz (Barcelona), Sara Blake (Nueva York), Dainippon Type Organization (Tokio), Non-Format (Minneapolis y Oslo), Chris Rubino (Nueva York), Feed (Montreal), San Freeman (Londres), Matthew Tapia (Hawaii), Luca Ionescu (Sidney), Ariane Spanier (Berlín), Mario Hugo (Nueva York), Nathalie Fallaha (Beirut) y Mek Frinchaboy (Buenos Aires), entre otros.

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En el futuro se irán incorporando propuestas de más tipógrafos y directores de arte, aunque, de acuerdo con Soto, el comienzo no podía haber sido mejor. “Hicimos una lista de los 10 mejores diseñadores de capitulares del mundo y 8 de ellos han colaborado con nosotros”.

La “misión” de Notegraphy es, según Soto, “que la gente escriba más y mejor”. Un propósito llega después de “una serie de reflexiones. “Nos preguntamos por qué en el mundo digital se miman tan poco los textos. La maquetación suele ser dejada. Hay una gran diferencia entre el diseño de una buena revista y el que se hace para la pantalla”.

Esta sobriedad tiene su origen en los comienzos de internet. “Parece que, para compartir textos, hemos heredado paradigmas de las bitácoras de viajes y de los diarios. Esos formatos están destinados a almacenar información de manera transitoria y provisional, pero nosotros empleamos esa estética para compartir textos de forma pública”.

Soto: “Escribimos más que nunca y somos más sociales que nunca”

Rafa Soto considera que, además, “no hay por qué comprometerse con un solo diseño cuando posteas un texto”. En cada red social solo hay una forma de mostrar lo que dices. “Tú deberías personalizar tu post. Dar a cada mensaje un estilo distinto y presentarlo con un diseño diferente”, indica. “Escribimos más que nunca y somos más sociales que nunca. Jamás nos hemos relacionado con tantas personas y, sin embargo, no tenemos la capacidad de ser más expresivos”.

El director creativo piensa que “en la historia de la humanidad” hay una dinámica en la que, “primero llega la función y luego la forma. Primero viene la necesidad de abrigarse y después, la moda. Primero surge la necesidad de moverse y luego, los medios de transporte”. Notegraphy responde también a esta lógica. El origen fue el deseo de escribir y, ahora, llega el interés por que la experiencia sea lo más bella que se pueda imaginar.

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Por Mar Abad
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Socia fundadora de Yorokobu y subdirectora de Ling. Premio de Periodismo Accenture 2017, en la categoría Innovación. Autora del libro De estraperlo a #postureo (Vox) y, junto a Mario Tascón, escribió Twittergrafía. El arte de la nueva escritura (Catarata). También es coautora de la guía para los nuevos medios y las redes sociales Escribir en Internet, de Fundéu, y del libro Comunicación Slow. Todo lo que ahí cuenta está basado en hechos reales. Pero, a veces, es mejor la imaginación. Entonces cae algún #instarrelato.

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  1. Pedro tarot dice:
    14/06/2013 a las 14:13

    Buen artículo, sí señor.

    Responder
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