5 de diciembre 2014 / CINE/TV por Javier Meléndez MartÃn Olive Kitteridge: cosas sin importancia que un esposo olvida contar 5 de diciembre 2014 / CINE/TV por Javier Meléndez MartÃn Compártelo ¡Yorokobu gratis en formato digital!Lee gratis la revista Placer haciendo clic aquÃ. Pasarán más de mil años entre un hombre y una mujer, y habrá secretos entre los dos: secretos que no lo son: cosas sin drama que se callaron porque no hubo oportunidad para decirlas. En la serie Olive Kitteridge hay un ejemplo de estos secretos tontos, inocuos, pero sorprendentes cuando salen a la luz. (Un spoiler sobre una anécdota). El secreto que no es tal surge durante una cena: el matrimonio de Olive y Henry tiene como invitado al matrimonio de Denise y su marido (otro Henry). El Henry invitado pregunta al Henry anfitrión si caza: Olive sonrÃe. Después de veinte años, su apocado marido, soso como el agua, la ha sorprendido. (Una revelación que calienta a Olive, mostrada hasta entonces como una esposa frÃa). El diálogo es sencillo y perfecto (demuestra el oÃdo del guionista): refleja una realidad de muchas parejas tras años de convivencia. En los comienzos, las parejas hablan de un millón de cosas, pero ninguna persona hace un inventario de sà misma. Las cosas se saben por preguntas cruzadas o porque la situación anima a hablar. Y Henry no encontró la oportunidad de hablar como olfateador de heces (Olive no caza y es posible que su padre no fuera cazador). Con los años la comunicación se reduce: parece que todas las preguntas han sido hechas; todos los secretos revelados (los importantes y los anecdóticos). Lo que está oculto sale cuando nuevos conocidos hacen nuevas preguntas. ¿Quién no ha dicho u oÃdo: «ahora me entero de que tú…»? ¡Yorokobu gratis en formato digital!Lee gratis la revista Placer haciendo clic aquÃ. Pasarán más de mil años entre un hombre y una mujer, y habrá secretos entre los dos: secretos que no lo son: cosas sin drama que se callaron porque no hubo oportunidad para decirlas. En la serie Olive Kitteridge hay un ejemplo de estos secretos tontos, inocuos, pero sorprendentes cuando salen a la luz. (Un spoiler sobre una anécdota). El secreto que no es tal surge durante una cena: el matrimonio de Olive y Henry tiene como invitado al matrimonio de Denise y su marido (otro Henry). El Henry invitado pregunta al Henry anfitrión si caza: Olive sonrÃe. Después de veinte años, su apocado marido, soso como el agua, la ha sorprendido. (Una revelación que calienta a Olive, mostrada hasta entonces como una esposa frÃa). El diálogo es sencillo y perfecto (demuestra el oÃdo del guionista): refleja una realidad de muchas parejas tras años de convivencia. En los comienzos, las parejas hablan de un millón de cosas, pero ninguna persona hace un inventario de sà misma. Las cosas se saben por preguntas cruzadas o porque la situación anima a hablar. Y Henry no encontró la oportunidad de hablar como olfateador de heces (Olive no caza y es posible que su padre no fuera cazador). Con los años la comunicación se reduce: parece que todas las preguntas han sido hechas; todos los secretos revelados (los importantes y los anecdóticos). Lo que está oculto sale cuando nuevos conocidos hacen nuevas preguntas. ¿Quién no ha dicho u oÃdo: «ahora me entero de que tú…»? #Cine Compártelo Yorokobu School Yorokobu Wav! ArtÃculos relacionados Cine/TV Cómo ganar dinero vendiendo drogas Cine/TV Candy Candy te inició en el sexo sin que te dieras cuenta Cine/TV El cine y la psicologÃa del color Ciencia Idiocracia: ¿estamos en los comienzos de un apocalipsis idiota? Otros artÃculos de interés Especiales Same love, new energy #137 | Placer