Cuando eso sucede, la situación es complicada. Quemarse en el trabajo no es algo que pueda resolverse con unos dÃas de vacaciones y, aunque no es una situación catalogada como enfermedad por las autoridades sanitarias, algunos expertos advierten que puede desembocar en una depresión o una enfermedad crónica.
2. Plazos delirantes
Las cosas llevan su tiempo. Forzar los procesos puede afectar al resultado y al trabajador. Si tu jefe no lo entiende asÃ, tu salud lo pagará.
3. La descoordinación
Si los procesos no están bien diseñados, se sucederán momentos de cuello de botella con momentos en los que no hay nada que hacer. Tanto en un caso como en el otro, esa falta de fluidez te agotará.
5. Aumento de responsabilidad
En ocasiones, los trabajadores hacen más trabajo y de mayor responsabilidad que aquel por el que fueron contratados. Si estas situaciones no se remuneran, aunque sea con una gratificación puntual, te quemarás. Vaya que sÃ.
6. Entorno de trabajo desapacible
Trabajar al aire libre, expuesto a los cambios de temperatura, sometido a esfuerzos fÃsicos extremos, o incluso en un entorno laboral incómodo, a la larga te va a pasar factura. Cuenta con ello.
Dado que esos sÃntomas pueden ser signo de muchas otras enfermedades, es importante saber cuándo son producto de una mala situación laboral. En este sentido, los expertos señalan tres puntos claves:
1. Si te encuentras agotado fÃsica y emocionalmente, ponte alerta
2. Si crees que no te valoran lo suficiente o sientes que tus compañeros te dan de lado, es que algo no funciona
3. ¿Crees que no se saca partido a todo tu talento? ¿Crees que podrÃas ser más feliz en otro trabajo? Directamente, pÃrate de ahÃ
En todo caso, si consideras demasiado drástico lo de marcharte del trabajo, bien porque no puedas permitÃrtelo, bien porque creas que se puede encauzar la situación, entonces recurre a estos trucos:
4.Encuentra un interlocutor a quien exponer tus problemas y quejas. Discutir o hablar con personas que no pueden resolver tus necesidades agota y no soluciona nada.
6. Vive. Hay vida más allá del puesto de trabajo. Búscate una afición. Haz algo que te guste y te ayude a descargar las tensiones laborales para que no se acumulen para el dÃa siguiente.
Cuando eso sucede, la situación es complicada. Quemarse en el trabajo no es algo que pueda resolverse con unos dÃas de vacaciones y, aunque no es una situación catalogada como enfermedad por las autoridades sanitarias, algunos expertos advierten que puede desembocar en una depresión o una enfermedad crónica.
2. Plazos delirantes
Las cosas llevan su tiempo. Forzar los procesos puede afectar al resultado y al trabajador. Si tu jefe no lo entiende asÃ, tu salud lo pagará.
3. La descoordinación
Si los procesos no están bien diseñados, se sucederán momentos de cuello de botella con momentos en los que no hay nada que hacer. Tanto en un caso como en el otro, esa falta de fluidez te agotará.
5. Aumento de responsabilidad
En ocasiones, los trabajadores hacen más trabajo y de mayor responsabilidad que aquel por el que fueron contratados. Si estas situaciones no se remuneran, aunque sea con una gratificación puntual, te quemarás. Vaya que sÃ.
6. Entorno de trabajo desapacible
Trabajar al aire libre, expuesto a los cambios de temperatura, sometido a esfuerzos fÃsicos extremos, o incluso en un entorno laboral incómodo, a la larga te va a pasar factura. Cuenta con ello.
Dado que esos sÃntomas pueden ser signo de muchas otras enfermedades, es importante saber cuándo son producto de una mala situación laboral. En este sentido, los expertos señalan tres puntos claves:
1. Si te encuentras agotado fÃsica y emocionalmente, ponte alerta
2. Si crees que no te valoran lo suficiente o sientes que tus compañeros te dan de lado, es que algo no funciona
3. ¿Crees que no se saca partido a todo tu talento? ¿Crees que podrÃas ser más feliz en otro trabajo? Directamente, pÃrate de ahÃ
En todo caso, si consideras demasiado drástico lo de marcharte del trabajo, bien porque no puedas permitÃrtelo, bien porque creas que se puede encauzar la situación, entonces recurre a estos trucos:
4.Encuentra un interlocutor a quien exponer tus problemas y quejas. Discutir o hablar con personas que no pueden resolver tus necesidades agota y no soluciona nada.
6. Vive. Hay vida más allá del puesto de trabajo. Búscate una afición. Haz algo que te guste y te ayude a descargar las tensiones laborales para que no se acumulen para el dÃa siguiente.
Sencillamente genial! ” Trabaja en lo q te gusta y no trabajaras ningun dia de tu Vida ” ( Confuccio).
¡¡Fabuloso!! el que he hecho bingo en cada punto soy yo 🙂 menos mal que me lo tomo a risa!
Este artÃculo deberÃan colocárselo en la frente a esos jefes estirados y déspotas o compartirlo en Linkedin para aquellos pretenciosos que dicen ser profesionales pero se comportan como unos fascistas en la oficina.
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