24 de octubre 2017    /   IDEAS
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El paso de peatones inteligente que interactĂșa con los transeĂșntes

24 de octubre 2017    /   IDEAS     por          
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Las ciudades necesitan otra forma de comunicarse con sus habitantes. El tråfico de vehículos se ha priorizado durante décadas a la circulación de peatones. El atropello, en 2016, fue la segunda causa de muerte por accidentes relacionados con el tråfico. Hay empresas que trabajan para solucionar el problema sirviéndose de sistemas de Big Data. El Starling Crossing podría ser el paso de peatones del futuro.

Es una carretera que interactĂșa con los transeĂșntes: crea, con luces LED, pasos en las ubicaciones mĂĄs convenientes, de tamaño adaptado al nĂșmero de peatones presentes y actĂșa alertando y previniendo situaciones de riesgo. «La superficie parece una carretera convencional en lugar de una pantalla (es mate y antideslizante)», cuenta Usman Haque, de la empresa Umbrellium, pero esconde una estructura inteligente y autĂłnoma.

Usman apunta que, normalmente, cuando se habla de tecnología siempre se aborda el tema de los coches, los vehículos autónomos o los sistemas de luces de tråfico. «Pero nosotros queríamos crear una tecnología de paso de peatones que pusiera a la gente en primer lugar y respondiera a sus necesidades», recuerda.

Paso de peatones inteligente
Foto: Direct Line

La tendencia a priorizar a los ciudadanos estĂĄ creciendo. El viraje se ha efectuado bajo amenaza. La contaminaciĂłn y el cambio climĂĄtico han obligado a las ciudades a replantearse la organizaciĂłn de la movilidad. Europa se mueve. Ciudades como ParĂ­s o Londres han aplicado estrategias para alejar a los vehĂ­culos del centro de las ciudades. Madrid, en la actualidad, planea la peatonalizaciĂłn casi total de la Gran VĂ­a. Ya no se trata de una reivindicaciĂłn de activistas ecologistas, sino de un deber que los gobiernos asumen, poco a poco, como propio.

El Starling Crossing es un paso de peatones inteligente: «Utilizando una red neuronal, las cåmaras rastrean objetos que se mueven a través de la superficie de la carretera, distingue entre peatones, ciclistas y vehículos, calcula sus ubicaciones precisas, trayectorias y velocidades y anticipa dónde pueden estar en el momento siguiente», detalla Haque. El invento emplea, para ello, la tecnología de machine learning o aprendizaje automåtico, que recoge datos, los acumula, los cruza, los compara y deduce patrones y conductas.

Una carretera diferente para cada momento del dĂ­a

La carretera altera su configuraciĂłn a tiempo real. «A horas tempranas, cuando hay pocos peatones, el Starling Crossing puede aparecer solo cuando alguien se aproxima y guiarlo hacia la ubicaciĂłn de cruce que, con el tiempo, ha aprendido como mĂĄs segura», detalla Haque. MĂĄs tarde, en horas punta, al salir del trabajo, del cine o de los partidos de fĂștbol: «AutomĂĄticamente expande su anchura para acomodarse al creciente movimiento de personas».

Paso de peatones inteligente
Foto: Direct Line

Esta innovación también tiene en cuenta las empanadas mentales de los caminantes en la era de los smartphones. En Holanda, conscientes de este problema, se instaló un semåforo en el suelo en el municipio Bodengraven-Reewijk. El prototipo de Umbrella va mås allå. «Si una persona se distrae mirando su móvil y se acerca a la carretera cuando un coche estå cerca, se enciende a su alrededor un patrón de luz de advertencia para llenar su campo de visión».

Los creadores del Starling Crossing han estudiado las situaciones de mås riesgo de las ciudades. Los niños son los mås impredecibles. Por eso, explica Haque, «si un niño corre hacia la carretera inesperadamente, se crea una gran zona de amortiguamiento alrededor de ellos para hacer su trayectoria clara para los conductores o ciclistas que se acerquen».

El paso de peatones emplea esta velocidad de pensamiento también para visibilizar los puntos ciegos. «Se adapta para dirigir la atención directamente a la ubicación oculta del peatón y a su trayectoria».

Paso de peatones inteligente
Foto: Direct Line

La idea de los creadores es que estas superficies se instalen en las zonas donde las condiciones son mĂĄs cambiantes en cuanto a nĂșmero de personas o trayectorias. De momento, el proyecto se encuentra en marcha, pero, por sus implicaciones en la integridad de las personas, necesita someterse todavĂ­a a muchas pruebas de seguridad.

TardarĂĄ un tiempo en instalarse. Desde Umbrella, desean añadir complementos que lo adapten a las personas con discapacidad visual. «NecesitarĂ­a explorar las interacciones a travĂ©s de la textura, altura, bordes, señales audibles ». TambiĂ©n piensan incorporar prestaciones para crear zonas de detenciĂłn mĂĄs amplias cuando exista un tiempo hĂșmedo o para mantener a los vehĂ­culos mĂĄs contaminantes de los cruces de los colegios.

«Los cruces de peatones en Reino Unido fueron diseñados, en gran parte, desde la perspectiva del paso vehicular, pero la ciudad que conocemos hoy ha cambiado porque tenemos formas diferentes de interactuar entre nosotros y con el entorno», concluye Haque. La idea, en resumen, es darle la vuelta a una tortilla que, al final, ha resultado no ser muy saludable.

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Las ciudades necesitan otra forma de comunicarse con sus habitantes. El tråfico de vehículos se ha priorizado durante décadas a la circulación de peatones. El atropello, en 2016, fue la segunda causa de muerte por accidentes relacionados con el tråfico. Hay empresas que trabajan para solucionar el problema sirviéndose de sistemas de Big Data. El Starling Crossing podría ser el paso de peatones del futuro.

Es una carretera que interactĂșa con los transeĂșntes: crea, con luces LED, pasos en las ubicaciones mĂĄs convenientes, de tamaño adaptado al nĂșmero de peatones presentes y actĂșa alertando y previniendo situaciones de riesgo. «La superficie parece una carretera convencional en lugar de una pantalla (es mate y antideslizante)», cuenta Usman Haque, de la empresa Umbrellium, pero esconde una estructura inteligente y autĂłnoma.

Usman apunta que, normalmente, cuando se habla de tecnología siempre se aborda el tema de los coches, los vehículos autónomos o los sistemas de luces de tråfico. «Pero nosotros queríamos crear una tecnología de paso de peatones que pusiera a la gente en primer lugar y respondiera a sus necesidades», recuerda.

Paso de peatones inteligente
Foto: Direct Line

La tendencia a priorizar a los ciudadanos estĂĄ creciendo. El viraje se ha efectuado bajo amenaza. La contaminaciĂłn y el cambio climĂĄtico han obligado a las ciudades a replantearse la organizaciĂłn de la movilidad. Europa se mueve. Ciudades como ParĂ­s o Londres han aplicado estrategias para alejar a los vehĂ­culos del centro de las ciudades. Madrid, en la actualidad, planea la peatonalizaciĂłn casi total de la Gran VĂ­a. Ya no se trata de una reivindicaciĂłn de activistas ecologistas, sino de un deber que los gobiernos asumen, poco a poco, como propio.

El Starling Crossing es un paso de peatones inteligente: «Utilizando una red neuronal, las cåmaras rastrean objetos que se mueven a través de la superficie de la carretera, distingue entre peatones, ciclistas y vehículos, calcula sus ubicaciones precisas, trayectorias y velocidades y anticipa dónde pueden estar en el momento siguiente», detalla Haque. El invento emplea, para ello, la tecnología de machine learning o aprendizaje automåtico, que recoge datos, los acumula, los cruza, los compara y deduce patrones y conductas.

Una carretera diferente para cada momento del dĂ­a

La carretera altera su configuraciĂłn a tiempo real. «A horas tempranas, cuando hay pocos peatones, el Starling Crossing puede aparecer solo cuando alguien se aproxima y guiarlo hacia la ubicaciĂłn de cruce que, con el tiempo, ha aprendido como mĂĄs segura», detalla Haque. MĂĄs tarde, en horas punta, al salir del trabajo, del cine o de los partidos de fĂștbol: «AutomĂĄticamente expande su anchura para acomodarse al creciente movimiento de personas».

Paso de peatones inteligente
Foto: Direct Line

Esta innovación también tiene en cuenta las empanadas mentales de los caminantes en la era de los smartphones. En Holanda, conscientes de este problema, se instaló un semåforo en el suelo en el municipio Bodengraven-Reewijk. El prototipo de Umbrella va mås allå. «Si una persona se distrae mirando su móvil y se acerca a la carretera cuando un coche estå cerca, se enciende a su alrededor un patrón de luz de advertencia para llenar su campo de visión».

Los creadores del Starling Crossing han estudiado las situaciones de mås riesgo de las ciudades. Los niños son los mås impredecibles. Por eso, explica Haque, «si un niño corre hacia la carretera inesperadamente, se crea una gran zona de amortiguamiento alrededor de ellos para hacer su trayectoria clara para los conductores o ciclistas que se acerquen».

El paso de peatones emplea esta velocidad de pensamiento también para visibilizar los puntos ciegos. «Se adapta para dirigir la atención directamente a la ubicación oculta del peatón y a su trayectoria».

Paso de peatones inteligente
Foto: Direct Line

La idea de los creadores es que estas superficies se instalen en las zonas donde las condiciones son mĂĄs cambiantes en cuanto a nĂșmero de personas o trayectorias. De momento, el proyecto se encuentra en marcha, pero, por sus implicaciones en la integridad de las personas, necesita someterse todavĂ­a a muchas pruebas de seguridad.

TardarĂĄ un tiempo en instalarse. Desde Umbrella, desean añadir complementos que lo adapten a las personas con discapacidad visual. «NecesitarĂ­a explorar las interacciones a travĂ©s de la textura, altura, bordes, señales audibles ». TambiĂ©n piensan incorporar prestaciones para crear zonas de detenciĂłn mĂĄs amplias cuando exista un tiempo hĂșmedo o para mantener a los vehĂ­culos mĂĄs contaminantes de los cruces de los colegios.

«Los cruces de peatones en Reino Unido fueron diseñados, en gran parte, desde la perspectiva del paso vehicular, pero la ciudad que conocemos hoy ha cambiado porque tenemos formas diferentes de interactuar entre nosotros y con el entorno», concluye Haque. La idea, en resumen, es darle la vuelta a una tortilla que, al final, ha resultado no ser muy saludable.

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Opiniones 1
  • Hace dos dĂ­as vi un accidente, un coche se habĂ­a metido en una calle solo permitida a taxis y se habĂ­a saltado un ceda, provocando que un coche que circulaba bien impactara contra Ă©l. AsĂ­ que no se necesitan nuevas señales con luces LED y tonterĂ­as que supongan millones de euros para asfaltar unas pocas calles, si no conseguir que la gente se haga a la idea de que hay que respetar esas señales, sean pĂ­xeles o pintura en el suelo.

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