17 de diciembre 2012    /   IDEAS
por
 

Pólvora para todos

17 de diciembre 2012    /   IDEAS     por          
CompƔrtelo twitter facebook whatsapp

”Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista PlacerĀ haciendo clic aquĆ­.

En pleno debate sobre el control de armas en EE.UU. llegan las navidades a España, y con ellas, los fascinantes catÔlogos de explosivos encartados con el periódico de los domingos. Pólvora y destrucción para toda la familia, en un entrañable formato que conjuga la poesía de los publicistas con un cierto aire militar que no deja indiferente a nadie.

Cuando yo era pequeƱo comprƔbamos petardos en un ultramarinos del barrio, y Mario Vaquerizo todavƭa no sabƭa lo que es el rimmel. Era la Ʃpoca en que los 8 bits inundaban las pantallas de los videojuegos arcade, donde las princesas del extrarradio descubrieron el Tetris junto a las mesas de billar.

MÔs tarde, en los primeros años de Hotmail, allÔ por 1996, mi cuenta se llenaba siempre de ofertas de cine porno, armas y alargadores de pene. Lo mejor es que las tres categorías convivían a veces en el mismo catÔlogo, que llegaba después misteriosamente a mi buzón físico, en discretos sobres de papel estraza. Pero nunca recibí catÔlogos de explosivos caseros.

En el que nos ocupa, en Petardos CM, hallaremos productos como BaterĆ­a Delirium, Blooming, Mistral, Matrix, Maratón, Cienfuegos (esta es buena), Traviata… Estos son algunos de los chispeantes nombres de los productos, presentados en un cuidado y colorido catĆ”logo que harĆ” las delicias de los mĆ”s pequeƱos… Pero bajo sus colores alegres y sus nombres evocadores se esconden muchas formas de perder un dedo, un ojo, la cara o la vida en algunos casos extremos. De nada sirve limitar su compra por edades, ya que se pueden adquirir tambiĆ©n por Internet y el trĆ”fico de petardos en los suburbios no conoce de DNI’s. En Todos Petardos, hay una colección de vĆ­deos de accidentes pirotĆ©cnicos nada desdeƱable, aunque se asocien los fuegos artificiales con el glamour de las celebraciones.

Lean si no, esta descripción de la llamada ā€œBaterĆ­a Barcelonaā€, que cuesta 200 euros, (lo mismo que un cubierto en el restaurante de Quique Dacosta, con tres estrellas MichelĆ­n): ā€œ88 disparos en 6 secciones, estelas de colores, palmeras de cracker, abanico de volcanes de kamuro, disparos roncadores con aperturas multicolor y un espectacular arrebato final con efecto sauce llorón con puntas de crackerā€. Wow!

Y en la portada del catĆ”logo hallamos los ā€œNagasakisā€, con un diseƱo de un dragón en la atractiva caja, que convive con los llamados ā€œAtómicosā€ que valen 4 €, y estĆ”n en la misma pĆ”gina. ĀæCómo puede alguien crear un producto explosivo no militar y bautizarlo con la ciudad en la que murieron casi cien mil japoneses abrasados por la segunda bomba atómica? No me consta que la embajada de Japón haya ordenado su retirada. Imaginen que alguien publicita algo como ā€œAuschwitz. El trabajo bien hechoā€ para campamentos de verano o para calderas de gas. Israel enviarĆ­a a un par de sicarios del Mosad a impartir un breve y contundente cursillo de copy.

Dentro de muy poco, mientras esos esforzados menores del colegio de San Ildefonso cantan los números del mayor negocio de Hacienda (la Lotería de Navidad), se escucharÔn las detonaciones de todo ese material, y el excedente se harÔ estallar la noche del 31 de diciembre.

Aunque con un poco de suerte, y si hemos de confiar en los mayas, nuestros problemas se terminarÔn exactamente un día antes, y puede que este sea mi último post.

”BANG!

”Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista PlacerĀ haciendo clic aquĆ­.

En pleno debate sobre el control de armas en EE.UU. llegan las navidades a España, y con ellas, los fascinantes catÔlogos de explosivos encartados con el periódico de los domingos. Pólvora y destrucción para toda la familia, en un entrañable formato que conjuga la poesía de los publicistas con un cierto aire militar que no deja indiferente a nadie.

Cuando yo era pequeƱo comprƔbamos petardos en un ultramarinos del barrio, y Mario Vaquerizo todavƭa no sabƭa lo que es el rimmel. Era la Ʃpoca en que los 8 bits inundaban las pantallas de los videojuegos arcade, donde las princesas del extrarradio descubrieron el Tetris junto a las mesas de billar.

MÔs tarde, en los primeros años de Hotmail, allÔ por 1996, mi cuenta se llenaba siempre de ofertas de cine porno, armas y alargadores de pene. Lo mejor es que las tres categorías convivían a veces en el mismo catÔlogo, que llegaba después misteriosamente a mi buzón físico, en discretos sobres de papel estraza. Pero nunca recibí catÔlogos de explosivos caseros.

En el que nos ocupa, en Petardos CM, hallaremos productos como BaterĆ­a Delirium, Blooming, Mistral, Matrix, Maratón, Cienfuegos (esta es buena), Traviata… Estos son algunos de los chispeantes nombres de los productos, presentados en un cuidado y colorido catĆ”logo que harĆ” las delicias de los mĆ”s pequeƱos… Pero bajo sus colores alegres y sus nombres evocadores se esconden muchas formas de perder un dedo, un ojo, la cara o la vida en algunos casos extremos. De nada sirve limitar su compra por edades, ya que se pueden adquirir tambiĆ©n por Internet y el trĆ”fico de petardos en los suburbios no conoce de DNI’s. En Todos Petardos, hay una colección de vĆ­deos de accidentes pirotĆ©cnicos nada desdeƱable, aunque se asocien los fuegos artificiales con el glamour de las celebraciones.

Lean si no, esta descripción de la llamada ā€œBaterĆ­a Barcelonaā€, que cuesta 200 euros, (lo mismo que un cubierto en el restaurante de Quique Dacosta, con tres estrellas MichelĆ­n): ā€œ88 disparos en 6 secciones, estelas de colores, palmeras de cracker, abanico de volcanes de kamuro, disparos roncadores con aperturas multicolor y un espectacular arrebato final con efecto sauce llorón con puntas de crackerā€. Wow!

Y en la portada del catĆ”logo hallamos los ā€œNagasakisā€, con un diseƱo de un dragón en la atractiva caja, que convive con los llamados ā€œAtómicosā€ que valen 4 €, y estĆ”n en la misma pĆ”gina. ĀæCómo puede alguien crear un producto explosivo no militar y bautizarlo con la ciudad en la que murieron casi cien mil japoneses abrasados por la segunda bomba atómica? No me consta que la embajada de Japón haya ordenado su retirada. Imaginen que alguien publicita algo como ā€œAuschwitz. El trabajo bien hechoā€ para campamentos de verano o para calderas de gas. Israel enviarĆ­a a un par de sicarios del Mosad a impartir un breve y contundente cursillo de copy.

Dentro de muy poco, mientras esos esforzados menores del colegio de San Ildefonso cantan los números del mayor negocio de Hacienda (la Lotería de Navidad), se escucharÔn las detonaciones de todo ese material, y el excedente se harÔ estallar la noche del 31 de diciembre.

Aunque con un poco de suerte, y si hemos de confiar en los mayas, nuestros problemas se terminarÔn exactamente un día antes, y puede que este sea mi último post.

”BANG!

CompƔrtelo twitter facebook whatsapp
Periodismo de datos para analizar el uso de la bici
Diez claves sobre la innovación de la #ManuelaManía
La perturbadora belleza de los mandalas de extrarradio
La Biblioteca Nacional expone los «antepasados» del libro pop-up
 
Especiales
 
facebook twitter whatsapp