8 de agosto 2013    /   IDEAS
por
 

Pierde el control, dispérsate

8 de agosto 2013    /   IDEAS     por          
Compártelo twitter facebook whatsapp

¡Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista Placer haciendo clic aquí.

¡Pierde el control, dispérsate! No es un grito veraniego prevacacional. Tampoco el título de un hit discotequero. Digamos que podría ser el grito de la nueva era. De momento, lo dejamos en algo más modesto: como el mantra de la innovación que viene. Otra opción: Pierde el control, dispersate es apenas el bote salvavidas para sobrevivir a la Era de las Redes Sin Centro Ni Periferia. ¿Insinuamos que casi todo lo macro y vertical naufraga estrepitosamente y que la dispersión nos salvará? Más o menos.

ÂżY a quĂ© suena este nuevo Mantra Disperso? Algo asĂ­ como “no centralices: incentiva la conexiĂłn de los nodos dispersos de tu red”. El estribillo es pegadizo: “no impongas una idea, mejor crea un imaginario y que los mensajes fluyan sin epicentro”. El coro colectivo es tremendamente sexy: “no pretendas ninguna unidad de nada: busca la dispersiĂłn máxima de tu red”. Y el final confirma el temazo: “pierde el control, porque la red encontrará su propio equilibrio. Y seguimos dispersándonos con un bis inevitable: “no te esfuerzas en crear una linealidad: apenas crea espacios neutros de convivencia. Que el caos se autogobierne en los espacios comunes”. ÂżHemos perdido la cabeza? Para nada.

Tiremos de historia reciente para justificar el Mantra Disperso. Aquellos directorios marmotreto como el que creĂł Yahoo allá por el año 2000 – miles de internautas contratados recopilando links- fueron sustituidos por plataformas abiertas y habitables como Wikipedia o Delicious.

La inteligencia colectiva y descentralizada demostró ser más eficiente que la suma de gurús. En la era dispersa la innovación llega de la mano de la comunidad, como lo hace en la ya clásica plataforma de contenido Slashdot.

Uno de los puntos del Manifiesto Crowd, cocinado para el bien comĂşn por Juan Freire y Antoni GutiĂ©rrez-RubĂ­, recalca esta intuiciĂłn: “La complejidad actual no se puede controlar con planificaciĂłn pero se puede gobernar diseñando las infraestructuras relacionales”.

Pierde el control, pero genera un espacio relacional habitable. Crea incubadoras de comunidades, cultiva vĂ­nculos, construye cajas de herramientas. Y que no te importe en quĂ© lugar o plataforma ocurran las relaciones. Desde el ComitĂ© Disperso, surgido recientemente en el entorno 15M, realizan un intenso elogio de la dispersiĂłn: “Desde el respeto mutuo, organizarse en la dispersiĂłn facilita la colaboraciĂłn de personas y colectivos en diferentes grados, segĂşn sus propios deseos, capacidades y posibilidades, en cada momento”.

Del mundo empresarial a la comunicaciĂłn, de la polĂ­tica a la cultura, el Mantra Disperso va conectando los pares sueltos. Y va sustituyendo los hasta entonces centralizados y fĂ©rreos pilares de la sociedad. De hecho, el libro Out of Control, publicado por Kevin Kelly en 1995, podrĂ­a considerarse la Biblia de la innovaciĂłn no centralizada. “El Ă©xito, en un mundo enredado en nodos descentralizado, pertenece a aquellos planes que incentivan la replicaciĂłn”, afirma Kevin Kelly.

La placa de hardware libre Arduino, que ya es plataforma y comunidad global, muestra el poder de la dispersiĂłn. El protocolo / mĂ©todo Arduino es utilizado de formas nunca previstas por sus creadores. DispersiĂłn conectada, de forma no prevista, por caminos no sospechados. Un firme cĂłdigo Ă©tico – manten siempre el cĂłdigo abierto de la placa – garantiza la conexiĂłn comunal de la dispersiĂłn.

Uno de los gritos escuchados en las calles en los Ăşltimos años podrĂ­a resumir la esencia de este Mantra Disperso: “El pueblo distribuido jamás será vencido”. Una red peer-to-peer, sin centro ni periferia, es infinitamente más robusta que una red centralizada. El pueblo unido es reducible a una identidad, a un territorio. El Pueblo Unido Jamás Será Vencido es un paquete que llega a ser previsible. Por eso, las revoluciones de masas dieron paso a las guerrillas reticulares. Y las guerrillas sesenteras de mil cabezas dieron paso a los enjambres sin rostro de la era Anonymous.

La multitud, como afirman Toni Negri y Michael Hardt, es plural y mĂşltiple. Y en su dispersiĂłn, en su no-centralidad, reside su fuerza. De nuevo, el grito del ComitĂ© Disperso que reivindica una “nueva forma de organizaciĂłn más sostenible” podrĂ­a ser un faro inspiracional: “Posibilitar confluencias temporales y consiguientes alejamientos. Facilitar ciclos y dinámicas que no tienen por quĂ© ser estables, puesto que en su propia inestabilidad resultan más efectivas por su capacidad de adaptarse a las circunstancias de cada momento”. ÂżElogio de la dispersiĂłn para la innovaciĂłn social? ¡Exacto!

Ya lo sabes. Elogio a la dispersiĂłn es la canciĂłn del verano. El final del Mantra: Baila colectivamente y pierde el control. Y ahora, dale al copypaste. Copia. Pega. Descontrola. Copia. Pega. DispersiĂłn…

Bernardo Gutiérrez es posperiodista, fundador de Futura Media.

@Bernardosampa @futura_media

Foto: James Kingston

¡Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista Placer haciendo clic aquí.

¡Pierde el control, dispérsate! No es un grito veraniego prevacacional. Tampoco el título de un hit discotequero. Digamos que podría ser el grito de la nueva era. De momento, lo dejamos en algo más modesto: como el mantra de la innovación que viene. Otra opción: Pierde el control, dispersate es apenas el bote salvavidas para sobrevivir a la Era de las Redes Sin Centro Ni Periferia. ¿Insinuamos que casi todo lo macro y vertical naufraga estrepitosamente y que la dispersión nos salvará? Más o menos.

ÂżY a quĂ© suena este nuevo Mantra Disperso? Algo asĂ­ como “no centralices: incentiva la conexiĂłn de los nodos dispersos de tu red”. El estribillo es pegadizo: “no impongas una idea, mejor crea un imaginario y que los mensajes fluyan sin epicentro”. El coro colectivo es tremendamente sexy: “no pretendas ninguna unidad de nada: busca la dispersiĂłn máxima de tu red”. Y el final confirma el temazo: “pierde el control, porque la red encontrará su propio equilibrio. Y seguimos dispersándonos con un bis inevitable: “no te esfuerzas en crear una linealidad: apenas crea espacios neutros de convivencia. Que el caos se autogobierne en los espacios comunes”. ÂżHemos perdido la cabeza? Para nada.

Tiremos de historia reciente para justificar el Mantra Disperso. Aquellos directorios marmotreto como el que creĂł Yahoo allá por el año 2000 – miles de internautas contratados recopilando links- fueron sustituidos por plataformas abiertas y habitables como Wikipedia o Delicious.

La inteligencia colectiva y descentralizada demostró ser más eficiente que la suma de gurús. En la era dispersa la innovación llega de la mano de la comunidad, como lo hace en la ya clásica plataforma de contenido Slashdot.

Uno de los puntos del Manifiesto Crowd, cocinado para el bien comĂşn por Juan Freire y Antoni GutiĂ©rrez-RubĂ­, recalca esta intuiciĂłn: “La complejidad actual no se puede controlar con planificaciĂłn pero se puede gobernar diseñando las infraestructuras relacionales”.

Pierde el control, pero genera un espacio relacional habitable. Crea incubadoras de comunidades, cultiva vĂ­nculos, construye cajas de herramientas. Y que no te importe en quĂ© lugar o plataforma ocurran las relaciones. Desde el ComitĂ© Disperso, surgido recientemente en el entorno 15M, realizan un intenso elogio de la dispersiĂłn: “Desde el respeto mutuo, organizarse en la dispersiĂłn facilita la colaboraciĂłn de personas y colectivos en diferentes grados, segĂşn sus propios deseos, capacidades y posibilidades, en cada momento”.

Del mundo empresarial a la comunicaciĂłn, de la polĂ­tica a la cultura, el Mantra Disperso va conectando los pares sueltos. Y va sustituyendo los hasta entonces centralizados y fĂ©rreos pilares de la sociedad. De hecho, el libro Out of Control, publicado por Kevin Kelly en 1995, podrĂ­a considerarse la Biblia de la innovaciĂłn no centralizada. “El Ă©xito, en un mundo enredado en nodos descentralizado, pertenece a aquellos planes que incentivan la replicaciĂłn”, afirma Kevin Kelly.

La placa de hardware libre Arduino, que ya es plataforma y comunidad global, muestra el poder de la dispersiĂłn. El protocolo / mĂ©todo Arduino es utilizado de formas nunca previstas por sus creadores. DispersiĂłn conectada, de forma no prevista, por caminos no sospechados. Un firme cĂłdigo Ă©tico – manten siempre el cĂłdigo abierto de la placa – garantiza la conexiĂłn comunal de la dispersiĂłn.

Uno de los gritos escuchados en las calles en los Ăşltimos años podrĂ­a resumir la esencia de este Mantra Disperso: “El pueblo distribuido jamás será vencido”. Una red peer-to-peer, sin centro ni periferia, es infinitamente más robusta que una red centralizada. El pueblo unido es reducible a una identidad, a un territorio. El Pueblo Unido Jamás Será Vencido es un paquete que llega a ser previsible. Por eso, las revoluciones de masas dieron paso a las guerrillas reticulares. Y las guerrillas sesenteras de mil cabezas dieron paso a los enjambres sin rostro de la era Anonymous.

La multitud, como afirman Toni Negri y Michael Hardt, es plural y mĂşltiple. Y en su dispersiĂłn, en su no-centralidad, reside su fuerza. De nuevo, el grito del ComitĂ© Disperso que reivindica una “nueva forma de organizaciĂłn más sostenible” podrĂ­a ser un faro inspiracional: “Posibilitar confluencias temporales y consiguientes alejamientos. Facilitar ciclos y dinámicas que no tienen por quĂ© ser estables, puesto que en su propia inestabilidad resultan más efectivas por su capacidad de adaptarse a las circunstancias de cada momento”. ÂżElogio de la dispersiĂłn para la innovaciĂłn social? ¡Exacto!

Ya lo sabes. Elogio a la dispersiĂłn es la canciĂłn del verano. El final del Mantra: Baila colectivamente y pierde el control. Y ahora, dale al copypaste. Copia. Pega. Descontrola. Copia. Pega. DispersiĂłn…

Bernardo Gutiérrez es posperiodista, fundador de Futura Media.

@Bernardosampa @futura_media

Foto: James Kingston

Compártelo twitter facebook whatsapp
Lo que Einstein nos ocultĂł
El chiste que determina tu edad mental
ProstituciĂłn y poesĂ­a
En busca de la ciudad feliz
 
Especiales
 
facebook twitter whatsapp
Opiniones 9
  • “Y ahora, dale al copypaste. Copia. Pega. Descontrola. Copia. Pega. DispersiĂłn…”

    Vale que el autor, como posperiodista, escriba gratis, pero no podéis publicar fotos mangadas

  • Cualquier mantra o canciĂłn del verano son de por si cosas centralizadas y hegemĂłnicas con las que conviene no bajar la guardia. Intentemos no caer en el mantra caricaturesco a lo Georgi Dan, tratemos no ser simple estribillo del momento como Las Ketchup. Y si de lo que se trata es de celebrar la dispersiĂłn, cuidado que la alegre contradicciĂłn puede derivar en eskizofrenia y en terminar como a Jose Antonio Canta vĂ­ctima de amargo zumo de un limĂłn y medio.
    Y es que cuando el mantra llama a la dispersiĂłn, el instinto me empuja a concentrarme.

  • Comentarios cerrados.