«El espacio es una enorme frontera sin lÃmites donde la verdad es a menudo más extraña que la ficción», sentencia Pat Rawlings. Este ilustrador ha dibujado más de 1.000 lienzos para toda una serie de prestigiosas instituciones, como la NASA, la Enciclopedia Británica o Scientific American.
Aunque la ciencia ficción suene mucho a fantasÃa y tramas inventadas, detrás de ella hay un profundo trabajo de investigación. Rawlings debe pintar acontecimientos lejanos o hasta inexistentes pero de una forma muy realista, con detalles que los conviertan en escenarios posibles.
¿Cómo es el módulo que llegará a Marte? ¿Y la expresión de un astronauta cuando mira a la Tierra desde la Luna? ¿Cómo vestirán los futuros habitantes del planeta rojo? Todo cuenta, cada minucia del diseño de la nave, los pormenores de una misión y las caracterÃsticas del planeta, desde su geologÃa hasta el clima o la gravedad de un cuerpo.
Una vez que cuenta con todos los detalles, libera su mente de las leyes terrestres y deja volar su imaginación. «Trato de sumergirme en estos datos y me veo a mà mismo caminando en el planeta. A veces, cuando estoy haciendo esto y alguien entra en mi estudio, casi salto de la silla de la sorpresa porque ¡he estado en otro planeta!».
Aunque la Guerra FrÃa terminó y la fotografÃa es la nueva protagonista del relato de los acontecimientos espaciales, las recreaciones artÃsticas siguen trasladando a los ciudadanos visiones que todavÃa no han sido capturadas por lente alguna. En 2007, el artista de la NASA dibujaba un cinturón de polvo en el sistema estelar UX Tauri, nada menos que a 450 años luz de distancia.
La enormidad del universo resulta inalcanzable, y hay vistas que solo existen en las teorÃas que elaboran los cientÃficos. El punto central de todas estas obras es la colaboración entre artistas, investigadores e ingenieros, que juntos nos hacen creer en fenómenos extraños y misiones casi inalcanzables.
«El espacio es una enorme frontera sin lÃmites donde la verdad es a menudo más extraña que la ficción», sentencia Pat Rawlings. Este ilustrador ha dibujado más de 1.000 lienzos para toda una serie de prestigiosas instituciones, como la NASA, la Enciclopedia Británica o Scientific American.
Aunque la ciencia ficción suene mucho a fantasÃa y tramas inventadas, detrás de ella hay un profundo trabajo de investigación. Rawlings debe pintar acontecimientos lejanos o hasta inexistentes pero de una forma muy realista, con detalles que los conviertan en escenarios posibles.
¿Cómo es el módulo que llegará a Marte? ¿Y la expresión de un astronauta cuando mira a la Tierra desde la Luna? ¿Cómo vestirán los futuros habitantes del planeta rojo? Todo cuenta, cada minucia del diseño de la nave, los pormenores de una misión y las caracterÃsticas del planeta, desde su geologÃa hasta el clima o la gravedad de un cuerpo.
Una vez que cuenta con todos los detalles, libera su mente de las leyes terrestres y deja volar su imaginación. «Trato de sumergirme en estos datos y me veo a mà mismo caminando en el planeta. A veces, cuando estoy haciendo esto y alguien entra en mi estudio, casi salto de la silla de la sorpresa porque ¡he estado en otro planeta!».
Aunque la Guerra FrÃa terminó y la fotografÃa es la nueva protagonista del relato de los acontecimientos espaciales, las recreaciones artÃsticas siguen trasladando a los ciudadanos visiones que todavÃa no han sido capturadas por lente alguna. En 2007, el artista de la NASA dibujaba un cinturón de polvo en el sistema estelar UX Tauri, nada menos que a 450 años luz de distancia.
La enormidad del universo resulta inalcanzable, y hay vistas que solo existen en las teorÃas que elaboran los cientÃficos. El punto central de todas estas obras es la colaboración entre artistas, investigadores e ingenieros, que juntos nos hacen creer en fenómenos extraños y misiones casi inalcanzables.
En la frase “A partir de 1955, la tecnologÃa gráfica avanzó lo suficiente y combinó las dos técnicas” creo que hay un error… ¿no serÃa 1995? 1985 también serÃa factible, aunque poco probable, y además en el párrafo anterior se lee que “Rawlings comenzó a crear arte espacial en los ochenta”.
Por lo demás, un artÃculo muy interesante, aunque echo en falta una mención a Chesley Bonestell (https://en.wikipedia.org/wiki/Chesley_Bonestell)
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