ยฟPor quรฉ es Pippi Langstrump uno de los grandes iconos feministas literarios?

ยกYorokobu gratis en formato digital!
ยซTenรญa nueve aรฑos y vivรญa completamente sola. No tenรญa padre ni madre, lo cual era una ventaja, pues asรญ nadie la mandaba a la cama precisamente cuando mรกs estaba divirtiรฉndose, ni la obligaba a tomar aceite de hรญgado de bacalao cuando le apetecรญan caramelos de mentaยป.
Asรญ comienza Pippi Calzaslargas, el libro escrito por la sueca Astrid Lindgren, publicado por primera vez en 1945, que la convirtiรณ en una de las autoras infantiles mรกs populares de todos los tiempos. No en vano, sus libros han sido traducidos a mรกs de noventa lenguas y sus historias sobre la pequeรฑa Pippi espantaron a toda una generaciรณn de padres (aunque se metieron en el bolsillo a millones de niรฑos de todo el mundo).
Basta echar un vistazo a las primeras lรญneas del famoso libro โque la editorial Blackie Books publicรณ hace poco en espaรฑol, recopilando por primera vez todas las historias en un รบnico tomoโ para descubrir en ellas a un persona, cuando menos, singular.
Como muchos hรฉroes de la tradiciรณn escandinava popular, Pippi es una niรฑa intrรฉpida y dotada de una fuerza sobrehumana โcapaz de levantar a su caballo con una sola manoโ. Y tambiรฉn es grosera, escandalosa, impertinente e indomable.
ยซCreo que Pippi personaliza la libertad lรบdica del hombre, tanto para mujeres como para varonesยป, asegura el escritor Jens Andersen, autor de Astrid Lindgren: The Woman Behind Pippi Longstocking, una biografรญa de la escritora sueca. ยซAstrid dijo que creรญa que la popularidad de Pippi entre los niรฑos tenรญa algo que ver con el deseo natural de estos de tener mรกs poder y el soรฑar con ser mรกs grandes y mรกs fuertes que sus padresยป.
Segรบn el crรญtico y periodista Jonathan Cott, Pippi vivรญa ยซcompletamente fuera de las convenciones burguesasยป. Pero, por encima de todas las cosas, se convirtiรณ en uno de los grandes iconos feministas de la literatura infantil. Sobran los motivos para hacer tal afirmaciรณn, pero trataremos de resumir aquรญ varios de ellos.
Para empezar, esta pequeรฑa de cara pecosa, trenzas rojas y medias de colores tiene solo nueve aรฑos y, a pesar de ello, vive sola en una casa llamada Villamangaporhombro. Con la รบnica compaรฑรญa de un caballo y un mono al que llama Seรฑor Nelson. Ha viajado por todo el mundo, bebe cafรฉ, es solvente econรณmicamente โgracias al cofre repleto de monedas de oro que tiene en casaโ y totalmente autosuficiente.
La anarquรญa preside su existencia: duerme con los pies sobre la almohada, come con las manos, se suena los mocos con la ropa y limpia la casa cuando (y como) le parece. Cuando varios policรญas se presentan un dรญa en su casa para tratar de llevarla a un hogar infantil, ella logra vacilarles y mandarles a paseo. Total, sabe apaรฑรกrselas sola perfectamente y no necesita, cual princesa Disney, que un prรญncipe acuda a su rescate.
Tambiรฉn estรก libre de rutinas monรณtonas como la escuela o la tarea. Y el dรญa que decide acudir al colegio, mรกs que nada por experimentar lo que uno siente al tener vacaciones de Navidad, aparece en el patio de la escuela montada en su caballo, a galope tendido y a las diez de la maรฑana โya que confiesa que ella no puede comenzar la jornada a las ocho de la maรฑanaโ. Pero, tras desafiar al profesor con su gran sentido del humor, se da cuenta que aquello no es para ella.
ยซPara resaltar su inconformidad, la autora la ubica en un mundo que conocemos. Sus amigos Tommy y Anika, de hecho, son buenos, educados y obedientes. Van a la escuela y respetan las figuras de autoridad. Pippi, en cambio, va a su bola y es algo anarquistaยป, comenta la escritora Emma Shevah en una entrevista digital.
Shevah seรฑala que el personaje tambiรฉn es feminista, optimista y librepensador. ยซNo se enoja ni se ofende, incluso cuando es insultadaยป, apunta la novelista. ยซEstรก feliz con quien es y con cรณmo se ve. Es generosa, defiende a los oprimidos y divierte a sus amigos enfermos haciendo acrobacias en su ventana, abrazรกndoles e incluso con papel de regalo cuando le dan un obsequioยป.
ยซLas muchas peleas que Pippi mantiene con niรฑos y hombres tienen un carรกcter mitolรณgico y generaciones de mujeres de todo tipo de culturas y lenguas han leรญdo o escuchado acerca de Pippi siendo niรฑasยป, espeta Andersen. ยซEsas mujeres nunca olvidaron su especial y moderna manera de feminismo: pacรญfica, divertida y anarquista, usando todo su Pippipoder de una manera humanรญstica feliz, por asรญ decirloยป.
El carรกcter subversivo de los libros los hizo inusuales para la literatura juvenil de la รฉpoca. Por eso, y a pesar de tratarse de un personaje de libro infantil, las aventuras de la antiautoritaria Pippi fueron censuradas durante aรฑos en varios paรญses, incluido Espaรฑa, ยซpor considerar a la pequeรฑa demasiado impertinente, demasiado mal ejemplo. Antipedagรณgicaยป โreza la ediciรณn de Blackie Booksโ.
Era como si todos los libros infantiles y juveniles tuvieran que ser aleccionadores e instructivos. ยซNo fue hasta el estreno de la mรญtica serie de televisiรณn en 1969 que Pippi se abriรณ paso en las librerรญas y televisiones de millones de hogares del mundoยป.
ยซA mรญ nunca me han gustado las muรฑecas, y cuando tuve una temporada que no querรญa comer, mis padres me sobornaban con la idea de comprarme una pippiยป, cuenta el sociรณlogo y escritor Lucas Platero.
ยซRompรญa las normas de tantรญsimas maneras que generaba un oasis donde poderse imaginar. Supone cierto ejercicio de la androginia, en la medida que ella hacรญa cosas que parecรญa que solo podรญan hacer las personas mayores, y en concreto,ย los hombres. Y, sin embargo, ella encarnaba rotundamente a una niรฑa; una niรฑa que era libre y que no necesitaba ser rescatada por ningรบn prรญncipeยป.
A mediados de los noventa, sin embargo, un comentarista social argumentรณ que el culto a Pippi habรญa tenido un efecto altamente perjudicial tanto en los escolares como en los niรฑos en edad preescolar en Suecia. ยซEl culto a Pippi lo ha puesto todo patas arriba, en las escuelas, en la vida familiar y en tรฉrminos de comportamiento normalยป, escribiรณ entonces en un destacado diario de aquel paรญs.
Pero a Pippi no le importaba no ser considerada normal. Le bastaba con ser ella misma. Y, sin ser consciente de ello, rompiรณ con las ideas convencionales sobre cรณmo deben comportarse las niรฑas y se pasรณ por el forro los roles de gรฉnero de los adultos.
Ella se quiere y se acepta tal y como es. Y es tremendamente feliz. De hecho, en uno de los capรญtulos del libro, Pippi se topa con el escaparate de una perfumerรญa en el que cuelga un letrero con la imagen de un gran bote de crema y el mensaje ยซยฟLe hacen sufrir sus pecas?ยป.
A Pippi no, pero decide igualmente entrar en la tienda para dejar clara su postura al dependiente. ยซNo, las pecas no me hacen sufrirยป, le dice. Y รฉl, bastante sorprendido, le responde que cรณmo puede decir eso si tiene la cara cubierta de ellas. ยซYa lo sรฉ, pero no me hacen sufrir. Las quiero mucho. Adiรณsยป, le responde la pequeรฑa de sonrisa pรญcara.
Por todos estos motivos, no parece extraรฑo que Pippi se convirtiera con el tiempo en un modelo a seguir para el movimiento feminista. Muchos adultos, de hecho, aspiran hoy dรญa a que sus niรฑas sean tan fuertes, valientes, desinhibidas y desafiantes hacia las figuras de autoridad, como lo es Pippi. Y a educarlas en la igualdad de gรฉnero. Enseรฑarlas a que luchen contra los estereotipos y roles de gรฉnero, como el intrรฉpido personaje.
ยซ[Pippi] nos ayuda a imaginar la autovรญa, el lugar en el que podrรญan estar las mujeres en un futuro posible, aunque sea distรณpico, en el que las niรฑas desde jรณvenes puedan dirigir su destino. Eso es profundamente radicalยป, nos comenta Platero.
De tal palo, tal astilla
Si Pippi pasarรก a la historia por su inintencionado activismo es porque, sin duda, tenรญa a quiรฉn parecerse. De hecho, su creadora fue conocida tambiรฉn por levantar desde jovencita la bandera del feminismo. Por eso y por convertirse con los aรฑos en una respetada activista polรญtica, ecologista, empresaria y humanista.
Astrid Anna Emilia Ericsson, mรกs conocida como Astrid Lindgren, naciรณ y se crio en Vimmerby, una pequeรฑa localidad del sur de Suecia. A los catorce aรฑos comenzรณ a colaborar con el periรณdico de su ciudad natal, y aรบn no habรญa cumplido dieciocho cuando su romance con el editor jefe del diario, de cincuenta, acabรณ en un embarazo. Madre soltera, su hijo Lars tuvo que vivir con una familia de acogida en Copenhague durante tres aรฑos antes de que su madre pudiera reclamarlo.
En 1931, Lindgren se casรณ con su jefe, Sture Lindgren, con quien tuvo a su segunda hija, Karin. Durante aรฑos, la sueca trabajรณ como taquรญgrafa a tiempo parcial โcomplementando sus ingresos con la venta de cuentos infantiles a revistas navideรฑasโ. Y, durante los aรฑos que durรณ la Segunda Guerra Mundial, comenzรณ a escribir una serie de diarios personales en los que relatรณ cรณmo vivรญa el conflicto.

En 1941, Karin tuvo que pasar unos dรญas en cama debido a una neumonรญa y, como se aburrรญa, solรญa pedirle a su madre que le contase historias. Una noche, cuando su progenitora se habรญa quedado ya sin ideas, la niรฑa le dijo: ยซHรกblame de Pippi Langstrumpยป.
Aquel era un nombre que se acababa de inventar, pero Lindgren decidiรณ seguirle el juego y empezรณ a contarle una historia completamente nueva sobre una niรฑa extraรฑa llamada Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta, hija del capitรกn de barco Efraรญn Calzaslargas, cuya madre habรญa muerto hacรญa aรฑos y cuyo padre habรญa sido el rey de los mares. Y a partir de ese dรญa, Astrid comenzรณ a contarles a sus hijos historias sobre la tal Pippi.
Pero no fue hasta la primavera de 1944 cuando Pippi se convirtiรณ en una fantasรญa escrita โLindgren sufriรณ una caรญda y se torciรณ el tobillo, por lo que decidiรณ aprovechar el tiempo de convalecencia para escribir esas historiasโ. En otoรฑo de ese aรฑo, el editor Gerhard Bonnier se negรณ a publicar las historias de Pippi, al considerarlas demasiado anรกrquicas y traviesas. En cambio, la editorial Rabรฉn & Sjรถgren sรญ aceptรณ publicar el primer libro en 1945. ยซ
La negativa de Bonnier ha sido considerada el mayor error en la historia editorial nรณrdica. Hoy Pippi se traduce a cincuenta idiomas y ha vendido alrededor de cincuenta millones de copiasยป, reconoce Andersen.
Aunque el libro tuvo una buena acogida cuando saliรณ publicado, la cosa empezรณ a cambiar el dรญa que un profesor de psicologรญa comentรณ que el libro era de mal gusto, que Pippi se comportaba como si estuviera ยซmentalmente enfermaยป y que los niรฑos corrรญan el riesgo de sentirse inspirados por eso.
Astrid no dudรณ en responder a esos comentarios defendiendo el derecho de un niรฑo a descubrir el mundo por sรญ mismo. Su frase ยซDales amor a los niรฑos, mรกs amor y aรบn mรกs amor, y el sentido comรบn vendrรก soloยป, de hecho, ha perdurado con el paso del tiempo.
Andersen seรฑala que los diarios de guerra de Astrid nos muestran que la autora tenรญa muchos pensamientos sobre el poder, el mal y la naturaleza del hombre. ยซNo hay que olvidar que Pippi es una persona que tiene todo el poder del mundo y no hace mal uso de este poder.
Durante toda su vida, Astrid creyรณ que este es el mayor desafรญo y lo mรกs difรญcil para la humanidad: tener poder y no usar las fuerzas de una manera incorrecta, para pelear y matar. En ese sentido, Pippi no es solo un icono feminista, sino tambiรฉn un sรญmbolo de paz entre las personasยป.
A pesar de que sus libros la hicieron rica, Lindgren siguiรณ viviendo modestamente en su apartamento de Estocolmo. En 1999, fue elegida como la sueca mรกs popular del siglo. Tres aรฑos despuรฉs, muriรณ en su casa mientras dormรญa. Tenรญa 94 aรฑos.
ยกYorokobu gratis en formato digital!
ยซTenรญa nueve aรฑos y vivรญa completamente sola. No tenรญa padre ni madre, lo cual era una ventaja, pues asรญ nadie la mandaba a la cama precisamente cuando mรกs estaba divirtiรฉndose, ni la obligaba a tomar aceite de hรญgado de bacalao cuando le apetecรญan caramelos de mentaยป.
Asรญ comienza Pippi Calzaslargas, el libro escrito por la sueca Astrid Lindgren, publicado por primera vez en 1945, que la convirtiรณ en una de las autoras infantiles mรกs populares de todos los tiempos. No en vano, sus libros han sido traducidos a mรกs de noventa lenguas y sus historias sobre la pequeรฑa Pippi espantaron a toda una generaciรณn de padres (aunque se metieron en el bolsillo a millones de niรฑos de todo el mundo).
Basta echar un vistazo a las primeras lรญneas del famoso libro โque la editorial Blackie Books publicรณ hace poco en espaรฑol, recopilando por primera vez todas las historias en un รบnico tomoโ para descubrir en ellas a un persona, cuando menos, singular.
Como muchos hรฉroes de la tradiciรณn escandinava popular, Pippi es una niรฑa intrรฉpida y dotada de una fuerza sobrehumana โcapaz de levantar a su caballo con una sola manoโ. Y tambiรฉn es grosera, escandalosa, impertinente e indomable.
ยซCreo que Pippi personaliza la libertad lรบdica del hombre, tanto para mujeres como para varonesยป, asegura el escritor Jens Andersen, autor de Astrid Lindgren: The Woman Behind Pippi Longstocking, una biografรญa de la escritora sueca. ยซAstrid dijo que creรญa que la popularidad de Pippi entre los niรฑos tenรญa algo que ver con el deseo natural de estos de tener mรกs poder y el soรฑar con ser mรกs grandes y mรกs fuertes que sus padresยป.
Segรบn el crรญtico y periodista Jonathan Cott, Pippi vivรญa ยซcompletamente fuera de las convenciones burguesasยป. Pero, por encima de todas las cosas, se convirtiรณ en uno de los grandes iconos feministas de la literatura infantil. Sobran los motivos para hacer tal afirmaciรณn, pero trataremos de resumir aquรญ varios de ellos.
Para empezar, esta pequeรฑa de cara pecosa, trenzas rojas y medias de colores tiene solo nueve aรฑos y, a pesar de ello, vive sola en una casa llamada Villamangaporhombro. Con la รบnica compaรฑรญa de un caballo y un mono al que llama Seรฑor Nelson. Ha viajado por todo el mundo, bebe cafรฉ, es solvente econรณmicamente โgracias al cofre repleto de monedas de oro que tiene en casaโ y totalmente autosuficiente.
La anarquรญa preside su existencia: duerme con los pies sobre la almohada, come con las manos, se suena los mocos con la ropa y limpia la casa cuando (y como) le parece. Cuando varios policรญas se presentan un dรญa en su casa para tratar de llevarla a un hogar infantil, ella logra vacilarles y mandarles a paseo. Total, sabe apaรฑรกrselas sola perfectamente y no necesita, cual princesa Disney, que un prรญncipe acuda a su rescate.
Tambiรฉn estรก libre de rutinas monรณtonas como la escuela o la tarea. Y el dรญa que decide acudir al colegio, mรกs que nada por experimentar lo que uno siente al tener vacaciones de Navidad, aparece en el patio de la escuela montada en su caballo, a galope tendido y a las diez de la maรฑana โya que confiesa que ella no puede comenzar la jornada a las ocho de la maรฑanaโ. Pero, tras desafiar al profesor con su gran sentido del humor, se da cuenta que aquello no es para ella.
ยซPara resaltar su inconformidad, la autora la ubica en un mundo que conocemos. Sus amigos Tommy y Anika, de hecho, son buenos, educados y obedientes. Van a la escuela y respetan las figuras de autoridad. Pippi, en cambio, va a su bola y es algo anarquistaยป, comenta la escritora Emma Shevah en una entrevista digital.
Shevah seรฑala que el personaje tambiรฉn es feminista, optimista y librepensador. ยซNo se enoja ni se ofende, incluso cuando es insultadaยป, apunta la novelista. ยซEstรก feliz con quien es y con cรณmo se ve. Es generosa, defiende a los oprimidos y divierte a sus amigos enfermos haciendo acrobacias en su ventana, abrazรกndoles e incluso con papel de regalo cuando le dan un obsequioยป.
ยซLas muchas peleas que Pippi mantiene con niรฑos y hombres tienen un carรกcter mitolรณgico y generaciones de mujeres de todo tipo de culturas y lenguas han leรญdo o escuchado acerca de Pippi siendo niรฑasยป, espeta Andersen. ยซEsas mujeres nunca olvidaron su especial y moderna manera de feminismo: pacรญfica, divertida y anarquista, usando todo su Pippipoder de una manera humanรญstica feliz, por asรญ decirloยป.
El carรกcter subversivo de los libros los hizo inusuales para la literatura juvenil de la รฉpoca. Por eso, y a pesar de tratarse de un personaje de libro infantil, las aventuras de la antiautoritaria Pippi fueron censuradas durante aรฑos en varios paรญses, incluido Espaรฑa, ยซpor considerar a la pequeรฑa demasiado impertinente, demasiado mal ejemplo. Antipedagรณgicaยป โreza la ediciรณn de Blackie Booksโ.
Era como si todos los libros infantiles y juveniles tuvieran que ser aleccionadores e instructivos. ยซNo fue hasta el estreno de la mรญtica serie de televisiรณn en 1969 que Pippi se abriรณ paso en las librerรญas y televisiones de millones de hogares del mundoยป.
ยซA mรญ nunca me han gustado las muรฑecas, y cuando tuve una temporada que no querรญa comer, mis padres me sobornaban con la idea de comprarme una pippiยป, cuenta el sociรณlogo y escritor Lucas Platero.
ยซRompรญa las normas de tantรญsimas maneras que generaba un oasis donde poderse imaginar. Supone cierto ejercicio de la androginia, en la medida que ella hacรญa cosas que parecรญa que solo podรญan hacer las personas mayores, y en concreto,ย los hombres. Y, sin embargo, ella encarnaba rotundamente a una niรฑa; una niรฑa que era libre y que no necesitaba ser rescatada por ningรบn prรญncipeยป.
A mediados de los noventa, sin embargo, un comentarista social argumentรณ que el culto a Pippi habรญa tenido un efecto altamente perjudicial tanto en los escolares como en los niรฑos en edad preescolar en Suecia. ยซEl culto a Pippi lo ha puesto todo patas arriba, en las escuelas, en la vida familiar y en tรฉrminos de comportamiento normalยป, escribiรณ entonces en un destacado diario de aquel paรญs.
Pero a Pippi no le importaba no ser considerada normal. Le bastaba con ser ella misma. Y, sin ser consciente de ello, rompiรณ con las ideas convencionales sobre cรณmo deben comportarse las niรฑas y se pasรณ por el forro los roles de gรฉnero de los adultos.
Ella se quiere y se acepta tal y como es. Y es tremendamente feliz. De hecho, en uno de los capรญtulos del libro, Pippi se topa con el escaparate de una perfumerรญa en el que cuelga un letrero con la imagen de un gran bote de crema y el mensaje ยซยฟLe hacen sufrir sus pecas?ยป.
A Pippi no, pero decide igualmente entrar en la tienda para dejar clara su postura al dependiente. ยซNo, las pecas no me hacen sufrirยป, le dice. Y รฉl, bastante sorprendido, le responde que cรณmo puede decir eso si tiene la cara cubierta de ellas. ยซYa lo sรฉ, pero no me hacen sufrir. Las quiero mucho. Adiรณsยป, le responde la pequeรฑa de sonrisa pรญcara.
Por todos estos motivos, no parece extraรฑo que Pippi se convirtiera con el tiempo en un modelo a seguir para el movimiento feminista. Muchos adultos, de hecho, aspiran hoy dรญa a que sus niรฑas sean tan fuertes, valientes, desinhibidas y desafiantes hacia las figuras de autoridad, como lo es Pippi. Y a educarlas en la igualdad de gรฉnero. Enseรฑarlas a que luchen contra los estereotipos y roles de gรฉnero, como el intrรฉpido personaje.
ยซ[Pippi] nos ayuda a imaginar la autovรญa, el lugar en el que podrรญan estar las mujeres en un futuro posible, aunque sea distรณpico, en el que las niรฑas desde jรณvenes puedan dirigir su destino. Eso es profundamente radicalยป, nos comenta Platero.
De tal palo, tal astilla
Si Pippi pasarรก a la historia por su inintencionado activismo es porque, sin duda, tenรญa a quiรฉn parecerse. De hecho, su creadora fue conocida tambiรฉn por levantar desde jovencita la bandera del feminismo. Por eso y por convertirse con los aรฑos en una respetada activista polรญtica, ecologista, empresaria y humanista.
Astrid Anna Emilia Ericsson, mรกs conocida como Astrid Lindgren, naciรณ y se crio en Vimmerby, una pequeรฑa localidad del sur de Suecia. A los catorce aรฑos comenzรณ a colaborar con el periรณdico de su ciudad natal, y aรบn no habรญa cumplido dieciocho cuando su romance con el editor jefe del diario, de cincuenta, acabรณ en un embarazo. Madre soltera, su hijo Lars tuvo que vivir con una familia de acogida en Copenhague durante tres aรฑos antes de que su madre pudiera reclamarlo.
En 1931, Lindgren se casรณ con su jefe, Sture Lindgren, con quien tuvo a su segunda hija, Karin. Durante aรฑos, la sueca trabajรณ como taquรญgrafa a tiempo parcial โcomplementando sus ingresos con la venta de cuentos infantiles a revistas navideรฑasโ. Y, durante los aรฑos que durรณ la Segunda Guerra Mundial, comenzรณ a escribir una serie de diarios personales en los que relatรณ cรณmo vivรญa el conflicto.

En 1941, Karin tuvo que pasar unos dรญas en cama debido a una neumonรญa y, como se aburrรญa, solรญa pedirle a su madre que le contase historias. Una noche, cuando su progenitora se habรญa quedado ya sin ideas, la niรฑa le dijo: ยซHรกblame de Pippi Langstrumpยป.
Aquel era un nombre que se acababa de inventar, pero Lindgren decidiรณ seguirle el juego y empezรณ a contarle una historia completamente nueva sobre una niรฑa extraรฑa llamada Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta, hija del capitรกn de barco Efraรญn Calzaslargas, cuya madre habรญa muerto hacรญa aรฑos y cuyo padre habรญa sido el rey de los mares. Y a partir de ese dรญa, Astrid comenzรณ a contarles a sus hijos historias sobre la tal Pippi.
Pero no fue hasta la primavera de 1944 cuando Pippi se convirtiรณ en una fantasรญa escrita โLindgren sufriรณ una caรญda y se torciรณ el tobillo, por lo que decidiรณ aprovechar el tiempo de convalecencia para escribir esas historiasโ. En otoรฑo de ese aรฑo, el editor Gerhard Bonnier se negรณ a publicar las historias de Pippi, al considerarlas demasiado anรกrquicas y traviesas. En cambio, la editorial Rabรฉn & Sjรถgren sรญ aceptรณ publicar el primer libro en 1945. ยซ
La negativa de Bonnier ha sido considerada el mayor error en la historia editorial nรณrdica. Hoy Pippi se traduce a cincuenta idiomas y ha vendido alrededor de cincuenta millones de copiasยป, reconoce Andersen.
Aunque el libro tuvo una buena acogida cuando saliรณ publicado, la cosa empezรณ a cambiar el dรญa que un profesor de psicologรญa comentรณ que el libro era de mal gusto, que Pippi se comportaba como si estuviera ยซmentalmente enfermaยป y que los niรฑos corrรญan el riesgo de sentirse inspirados por eso.
Astrid no dudรณ en responder a esos comentarios defendiendo el derecho de un niรฑo a descubrir el mundo por sรญ mismo. Su frase ยซDales amor a los niรฑos, mรกs amor y aรบn mรกs amor, y el sentido comรบn vendrรก soloยป, de hecho, ha perdurado con el paso del tiempo.
Andersen seรฑala que los diarios de guerra de Astrid nos muestran que la autora tenรญa muchos pensamientos sobre el poder, el mal y la naturaleza del hombre. ยซNo hay que olvidar que Pippi es una persona que tiene todo el poder del mundo y no hace mal uso de este poder.
Durante toda su vida, Astrid creyรณ que este es el mayor desafรญo y lo mรกs difรญcil para la humanidad: tener poder y no usar las fuerzas de una manera incorrecta, para pelear y matar. En ese sentido, Pippi no es solo un icono feminista, sino tambiรฉn un sรญmbolo de paz entre las personasยป.
A pesar de que sus libros la hicieron rica, Lindgren siguiรณ viviendo modestamente en su apartamento de Estocolmo. En 1999, fue elegida como la sueca mรกs popular del siglo. Tres aรฑos despuรฉs, muriรณ en su casa mientras dormรญa. Tenรญa 94 aรฑos.
No dejes de ver la luz. Dinero, poderes, fama y riqueza se convierten en tu
tรญtulo en solo dos semanas. Si estรก interesado en unirse a la hermandad illuminati contรกctenos por correo electrรณnico david.bird306@gmail.com
O whatsapp urgente a travรฉs de este contacto
+17742175170
Para su iniciaciรณn en lรญnea.
No importa dรณnde estรฉs, la distancia puede afectar el trabajo de nuestro baphomet.
Whatsapp +17742175170 ahora y diga sรญ a sus sueรฑos.
Quรฉ lindo homenaje. Enhorabuena Yorokobu
Muy buen artรญculo. Tuve la suerte de ver a “Pippi” por TV siendo un chaval y nunca me habรญa planteado este enfoque “feminista”. Realmente una serie impactante y para recordar, que hace preguntarme “ยฟQuรฉ serรก lo que mis hijos vean y rememoran el dรญa de maรฑana?
Comentarios cerrados.