Y la delegada del gobierno aboga por modificar y racionalizar el derecho de manifestación. Y puntualiza que no es para “restringirlo”, sino para “racionalizarlo”.
Da la impresión de que lo que interesa es coger una gigantesca escoba para esconder bajo el asfalto todo aquello que molesta, que no se quiere ver, y que no quieren que se vea. Eso sí, ella siempre bien rubia y bien peinada, pidiendo restricciones – que es lo que son – de derechos sin pestañear.
Lo peor es que nos tienen bien calados.
Y la delegada del gobierno aboga por modificar y racionalizar el derecho de manifestación. Y puntualiza que no es para “restringirlo”, sino para “racionalizarlo”.
Da la impresión de que lo que interesa es coger una gigantesca escoba para esconder bajo el asfalto todo aquello que molesta, que no se quiere ver, y que no quieren que se vea. Eso sí, ella siempre bien rubia y bien peinada, pidiendo restricciones – que es lo que son – de derechos sin pestañear.
Comentarios cerrados.