Ćpica, leyenda y fantasĆa se dan la mano en esta portada.Ā AsĆ son los mundos que imagina su autor, el ilustrador neoyorquino Arik Roper. Ā«QuerĆa hacer algo grĆ”fico y atrevidoĀ», explica. Ā«Yorokobu tiene buen gusto para el diseƱo, asĆ que querĆa algo visualmente llamativoĀ».
Apenas tres elementos le han bastado para remitirnos a esos mundos de guerreros mĆticos y distopĆas oscuras donde se forjan las leyendas. Un león alado envuelve con su cola el medallón en el que se insertan las letras que forman la palabra Yorokobu. De fondo, un lienzo azul que bien podrĆa ser el cielo o una niebla espesa que realza aĆŗn mĆ”s el imponente escudo.
«Decidà representar algo que tuviera aspecto de piedra tallada, como una estatua o una placa. Es pesado y parece tangible. Tiene un aspecto bastante realista, pero sigue pareciendo algo surrealista».

Roper es conocido por sus ilustraciones para portadas de discos y sus pósteres. Su obra va desde la ilustración en blanco y negro, pasando por el diseƱo de letras y logotipos hasta un universo colorido, psicodĆ©lico y abstracto. Entre sus temas favoritos estĆ” la mitologĆa, algo que se deja ver en esta portada. Y para crear esos ambientes misteriosos y evocadores juega con la iluminación y el color.
Entre lo digital y lo analógico, se queda con lo segundo porque le gustan el tono natural y la textura de los dibujos creados con medios tradicionales, aunque reconoce que las herramientas digitales tienen muchas ventajas técnicas.
«Este lo he creado digitalmente. También añadà un poco de textura de acuarela transparente escaneada en la parte superior para darle un aspecto mÔs orgÔnico».
Ćpica, leyenda y fantasĆa se dan la mano en esta portada.Ā AsĆ son los mundos que imagina su autor, el ilustrador neoyorquino Arik Roper. Ā«QuerĆa hacer algo grĆ”fico y atrevidoĀ», explica. Ā«Yorokobu tiene buen gusto para el diseƱo, asĆ que querĆa algo visualmente llamativoĀ».
Apenas tres elementos le han bastado para remitirnos a esos mundos de guerreros mĆticos y distopĆas oscuras donde se forjan las leyendas. Un león alado envuelve con su cola el medallón en el que se insertan las letras que forman la palabra Yorokobu. De fondo, un lienzo azul que bien podrĆa ser el cielo o una niebla espesa que realza aĆŗn mĆ”s el imponente escudo.
«Decidà representar algo que tuviera aspecto de piedra tallada, como una estatua o una placa. Es pesado y parece tangible. Tiene un aspecto bastante realista, pero sigue pareciendo algo surrealista».

Roper es conocido por sus ilustraciones para portadas de discos y sus pósteres. Su obra va desde la ilustración en blanco y negro, pasando por el diseƱo de letras y logotipos hasta un universo colorido, psicodĆ©lico y abstracto. Entre sus temas favoritos estĆ” la mitologĆa, algo que se deja ver en esta portada. Y para crear esos ambientes misteriosos y evocadores juega con la iluminación y el color.
Entre lo digital y lo analógico, se queda con lo segundo porque le gustan el tono natural y la textura de los dibujos creados con medios tradicionales, aunque reconoce que las herramientas digitales tienen muchas ventajas técnicas.
«Este lo he creado digitalmente. También añadà un poco de textura de acuarela transparente escaneada en la parte superior para darle un aspecto mÔs orgÔnico».