Son rompedores, no se plantean lĆmites y se balancean con descaro y atrevimiento entre lo tradicional, lo establecido, y sus propias reglas. On fire, ese es el sentimiento, esa es la actitud que domina a los que se saben dueƱos del futuro y ven la vejez a aƱos luz de distancia.
Los diseƱadores de turismo studio, autores de la portada de este nĆŗmero que ahora lees, quisieron reflexionar sobre quĆ© es eso de estar on fire y llegaron a una conclusión: una forma de vivir en la que no hay lĆmites. Ā«Vas atendiendo a los estĆmulos, te dejas llevar por ellosĀ», comentan. Ā«Todo lo que te inspira, todo lo que te impulsa a hacer cosas estĆ” ahĆ. Y la experiencia, la sensación de estar on fire, es creerte que todo es posible, poder utilizar cualquier cosa sin ponerte ni lĆmites ni limitaciones. Es muy similar a la manera en la que nosotros entendemos y nos aproximamos al diseƱo, todo lo que hacemosĀ».

Y para sentirlo plenamente es necesario ser conscientes del lugar en el que se estĆ”, pero no tener reparos a la hora de mezclar lo conocido con una visión mĆ”s innovadora. Ā«Creemos que todo es posible y dar un poco de rienda suelta. Mostrar toda esa energĆa y sacar algo de ella sin prejuicios y sin lĆmitesĀ».
De ahà el contraste entre los colores vivos y poderosos que salpican esta portada. Porque a los creativos de turismo studio les gustan las cosas que vibran, que generan un poco de tensión, que provocan sensaciones.
Debajo de las letras que forman la palabra Yorokobu se agolpan, en forma de capas, otros elementos que refuerzan esa energĆa, esa vitalidad, esa fuerza. Ā«Cosas que son pura textura: hay dibujos, hay algo de tipografĆa, hay una escultura⦠Pero todo eso que estĆ” por debajo es para generar esa acumulación de elementos, esa idea de acumulación de estĆmulos que nos dan energĆaĀ».
Son jóvenes y estÔn on fire. El futuro es suyo y lo saben.