El Black Metal noruego,  más allá de la quema de iglesias, de la truculencia de algunas de sus vicisitudes (ojo con el enlace si no te gusta la casquerĂa) y de la violencia que ejercen algunos de sus ejecutantes, es una fuente de inspiraciĂłn para muchas personas. AsĂ ha ocurrido con el creador colombiano Humberto Junca, que pensĂł que podĂa utilizar la estĂ©tica del extremo gĂ©nero musical nĂłrdico para criticar la violencia que acontece en su paĂs.
Humberto Junca no es fan del Black Metal. Dice que entiende «su importancia y su impacto, su transgresión. Pero me aburre, me parece musicalmente plano, carente de poética y de humor. Me gusta más su estética. Los logos de los grupos de Black Metal me parecen fantásticos».
Sin embargo, le convocaron para una exposiciĂłn de arte colombiano en Oslo y pensĂł que el material debĂa guardar alguna relaciĂłn con el paĂs escandinavo. «Rápidamente pensĂ© en unir logos de grupos de Black Metal de allá, con algo propio, mĂo, colombiano».
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PensĂł que podĂa utilizarlos para llamar la atenciĂłn acerca de la situaciĂłn polĂtica y social que vive Colombia. Junca ha dibujado esos logos de bandas en pupitres de colegio en una serie que ha bautizado como Damn Right! Norwegian Wood?. «Quise unir dos clases de “males”. Un mal lejano y simbĂłlico para mĂ, el del Black Metal, y un mal propio, doloroso, el de la guerra en Colombia, una guerra civil ilegal, no declarada, que nos desangra», explica.
[pullquote class=”right”]Me gusta la idea de volver a la letra imagen equĂvoca, oculta y ambigua.[/pullquote]
Las piezas del ilustrador colombiano están dibujadas con bolĂgrafo, de la misma manera que cuando Junca asistĂa a clases en el colegio. Él explica que era buen estudiante y que a los que pintaban los pupitres en el colegio eran sus amigos. Con los años y como recompensa, el dibujante ha desarrollado una habilidad y paciencia que le sirven para crear obras tan minuciosas con las de Damn Right! Norwegian Wood?
«Bajo de internet logos de grupos, retratos o registros fotográficos de eventos trágicos. Paso esas imágenes al pupitre y luego las dibujo, las relleno, con mucho cuidado. Generalmente me demoro de 15 a 20 horas por pupitre», relata.
El logo que Junca dibuja en el vĂdeo y la mĂşsica que suena en Ă©l son de Darkthrone.
El ilustrador colombiano enlaza su pasado colegial con este presente que vive a travĂ©s de la actitud comĂşn. «Como en mi colegio, aĂşn me burlo de la figura de autoridad. Ya no me burlo del profesor o del rector, ahora me burlo de polĂticos, por ejemplo».
Dice que con las piezas de la colecciĂłn de Black Metal trata de llenar un vacĂo que el colegio deja sin completar. Asegura que ningĂşn profesor les dice en la escuela que «estamos en guerra hace dĂ©cadas. Nadie enseña y cuestiona que los colombianos matan colombianos, nadie quiere ver lo evidente. Al dibujar estas escenas, tambiĂ©n me interesa controlar, comprender, analizar quĂ© pasa, por quĂ© nos matamos mutuamente».
Su serie noruega no es la Ăşnica incursiĂłn que ha hecho en esto de vandalizar pupitres. Junca cuenta que ha hecho otra serie con el nombre de Muebles de mala educaciĂłn que ironiza acerca de los culpables, a su juicio, de la situaciĂłn de la educaciĂłn en Colombia.



El colombiano dibuja a los personajes en el asiento para que estĂ©n en contacto directo con el trasero de los alumnos y las alumnas. A la vez, explica las causas de la burla en la tabla reposabrazos de cada pupitre. «Todas estas personas son ahora vĂctimas de su propio invento. Para hacer esta serie, he acudido a quienes conocen nuestra historia educativa para que me informen, me cuenten lo que ha pasado. Hasta el momento, he contado con la colaboraciĂłn de Miguel Huertas, William Vásquez y Sylvia Suárez. He hecho seis pupitres, pero quiero que sea una especie de Top Ten de la infamia educativa», explica el ilustrador. Los cuatro infames personajes restantes verán la luz a lo largo de 2015.
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