Allá por 1628, en pleno siglo de Oro de la literatura española, Francisco de Quevedo se hizo esta pregunta: «Podemos vivir sin los dos ojos de la cara, ¿pero podrÃamos vivir sin el ojo del culo?».
«Sábese que muchos filósofos y anacoretas,
Para vivir en castidad, se sacaban los ojos de la cara
Porque por ahà bebe el veneno de los vicios.
Pero ¿cuándo por el pacÃfico y virtuoso ojo del culo
hubo escándalo en el mundo, inquietud o guerra?».
El escritor que poseÃa los tÃtulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago aseguraba que el ojete estaba mejor situado que los ojos.
«Es vecino de los miembros genitales». En cambio, los ojos de la cara
«son vecinos de los piojos, la caspa de la cabeza y la cera de los oÃdos».
Además, el ojo del culo «da gusto a las gentes». De ahà el proverbio:
Quevedo, uno de los autores más reconocidos de la literatura española, no se quedó en el trasero y abordó incluso una de sus funciones más comunes. El escritor estaba convencido de que, aunque es verdad que los ojos no sueltan pedos, no es nada que se le pueda reprochar al culo, porque «son cosa alegre, pues donde quiera que se sueltan, anda la risa y la chacota».
Allá por 1628, en pleno siglo de Oro de la literatura española, Francisco de Quevedo se hizo esta pregunta: «Podemos vivir sin los dos ojos de la cara, ¿pero podrÃamos vivir sin el ojo del culo?».
«Sábese que muchos filósofos y anacoretas,
Para vivir en castidad, se sacaban los ojos de la cara
Porque por ahà bebe el veneno de los vicios.
Pero ¿cuándo por el pacÃfico y virtuoso ojo del culo
hubo escándalo en el mundo, inquietud o guerra?».
El escritor que poseÃa los tÃtulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago aseguraba que el ojete estaba mejor situado que los ojos.
«Es vecino de los miembros genitales». En cambio, los ojos de la cara
«son vecinos de los piojos, la caspa de la cabeza y la cera de los oÃdos».
Además, el ojo del culo «da gusto a las gentes». De ahà el proverbio:
Quevedo, uno de los autores más reconocidos de la literatura española, no se quedó en el trasero y abordó incluso una de sus funciones más comunes. El escritor estaba convencido de que, aunque es verdad que los ojos no sueltan pedos, no es nada que se le pueda reprochar al culo, porque «son cosa alegre, pues donde quiera que se sueltan, anda la risa y la chacota».
Hola Mar,
Estoy interesada en usar la imagen del retrato de Francisco de Quevedo para la promoción de un congreso universitario.
habrÃa alguna posibilidad de ponerme en contacto con el ilustrador?
Muchas gracias de antemano
Un saludo
Comparto con vosotros un audiolibro de Gracias y desgracias del ojo del culo. Espero que ayude a aquellos que tengan dificultades para leer.
lo breve y bueno, dos veces bueno!!.. Me ha gustado tu articulo y las imagenes..
Podéis encontrar este libro en la clásica LibrerÃa Padilla de Sevilla en una ediciÃon muy buena (venden por internet también)
Hola Mar,
Estoy interesada en usar la imagen del retrato de Francisco de Quevedo para la promoción de un congreso universitario.
habrÃa alguna posibilidad de ponerme en contacto con el ilustrador?
Muchas gracias de antemano
Un saludo
Comparto con vosotros un audiolibro de Gracias y desgracias del ojo del culo. Espero que ayude a aquellos que tengan dificultades para leer.
https://audiolibrosencastellano.com/ensayo/audiolibro-completo-gracias-y-desgracias-del-ojo-del-culo-francisco-quevedo-1622
Un saludo 🙂
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