Desde sus comienzos, Red Bull ha sido una compañÃa que no se ha conformado con asociarse con el deporte. Quieren ser el centro. Participan de lleno en la gestión de las entidades donde participan. Escogen equipos directivos y, a diferencia de patrocinios más tradicionales, se involucran en el dÃa a dÃa de sus inversiones. “Mateschitz (su fundador) nunca se ha considerado un patrocinador. Los patrocinadores gastan el dinero, tienen poco que decir y cuando el dinero se gasta desaparece. Cuando compró el equipo de Formula 1 de Ford hace 6 años, era un desastre”. Este año lo ha convertido en campeón del mundo.
El imperio se gestiona desde Fuschl am See, una pequeña localidad de 1.500 habitantes situado en las inmediaciones de Salzburgo, Austria. AquÃ, 600 trabajadores llevan las riendas de una compañÃa que transciende el producto que le da nombre y se ha convertido en una de los entes deportivos más potentes del mundo.
“En la actualidad, la marca está involucrada en más de 100 deportes y patrocina a 456 atletas por el mundo que incluyen jugadores de volley playa, motocross, snowboarders, profesionales del parapente y equipos de hockey sobre hielo y fútbol”.
“Cuando Mateschitz lanzó la bebida al mercado en 1987, no existÃa una demanda. Asà que la creo. Siendo un ejecutivo de marketing, apostar por una campaña tradicional le pareció poco sensato. En vez de copiar estrategias existentes, logró colocar la bebida en un reportaje sobre el piloto de Fórmula 1 Gerhard Berger. El piloto aparecÃa en Sao Paulo, en la playa, bebiendo Red Bull coincidiendo con el lanzamiento de la bebida en Austria. Al dÃa siguiente, las ventas explotaron”.
Diversificación
“Mateschitz gestiona su compañÃa con mucho instinto y pasión. Ya no se conforma con vender una bebida. Cuenta con una televisión Servus TV, tiene revistas de futból, motor, cotilleo y lifestyle. En Austria, HungrÃa y Suiza ofrecen un servicio de telefonÃa móvil”.
Relanzamiento del Fútbol en EEUU
Red Bull ha identificado una oportunidad en la liga de fútbol de EEUU. Durante muchos años ha sufrido problemas de imagen. Los partidos se jugaban en estadios de fútbol americano con 10.000 espectadores cuando el aforo era para 80.000. La marca ha centrado sus esfuerzos en dinamizar el deporte aprovechando su popularidad entre los inmigrantes.
“A principios de 2006 Red Bull compró The New York MetroStars, un club de fútbol totalmente eclipsado por los Yankees (baseball), Rangers (hockey), Giants (fútbol) y los Knicks (baloncesto)”.
Una de las primeras cosas que hicieron es llevar el equipo a un estadio solo para fútbol. Se construyó The Red Bull Arena con capacidad para 25.000 espectadores. “El estadio esta lleno semana tras semana”. Red Bull parece haber entrado en un momento interesante. El fútbol cada vez tiene más seguidores en el paÃs.
Desde sus comienzos, Red Bull ha sido una compañÃa que no se ha conformado con asociarse con el deporte. Quieren ser el centro. Participan de lleno en la gestión de las entidades donde participan. Escogen equipos directivos y, a diferencia de patrocinios más tradicionales, se involucran en el dÃa a dÃa de sus inversiones. “Mateschitz (su fundador) nunca se ha considerado un patrocinador. Los patrocinadores gastan el dinero, tienen poco que decir y cuando el dinero se gasta desaparece. Cuando compró el equipo de Formula 1 de Ford hace 6 años, era un desastre”. Este año lo ha convertido en campeón del mundo.
El imperio se gestiona desde Fuschl am See, una pequeña localidad de 1.500 habitantes situado en las inmediaciones de Salzburgo, Austria. AquÃ, 600 trabajadores llevan las riendas de una compañÃa que transciende el producto que le da nombre y se ha convertido en una de los entes deportivos más potentes del mundo.
“En la actualidad, la marca está involucrada en más de 100 deportes y patrocina a 456 atletas por el mundo que incluyen jugadores de volley playa, motocross, snowboarders, profesionales del parapente y equipos de hockey sobre hielo y fútbol”.
“Cuando Mateschitz lanzó la bebida al mercado en 1987, no existÃa una demanda. Asà que la creo. Siendo un ejecutivo de marketing, apostar por una campaña tradicional le pareció poco sensato. En vez de copiar estrategias existentes, logró colocar la bebida en un reportaje sobre el piloto de Fórmula 1 Gerhard Berger. El piloto aparecÃa en Sao Paulo, en la playa, bebiendo Red Bull coincidiendo con el lanzamiento de la bebida en Austria. Al dÃa siguiente, las ventas explotaron”.
Diversificación
“Mateschitz gestiona su compañÃa con mucho instinto y pasión. Ya no se conforma con vender una bebida. Cuenta con una televisión Servus TV, tiene revistas de futból, motor, cotilleo y lifestyle. En Austria, HungrÃa y Suiza ofrecen un servicio de telefonÃa móvil”.
Relanzamiento del Fútbol en EEUU
Red Bull ha identificado una oportunidad en la liga de fútbol de EEUU. Durante muchos años ha sufrido problemas de imagen. Los partidos se jugaban en estadios de fútbol americano con 10.000 espectadores cuando el aforo era para 80.000. La marca ha centrado sus esfuerzos en dinamizar el deporte aprovechando su popularidad entre los inmigrantes.
“A principios de 2006 Red Bull compró The New York MetroStars, un club de fútbol totalmente eclipsado por los Yankees (baseball), Rangers (hockey), Giants (fútbol) y los Knicks (baloncesto)”.
Una de las primeras cosas que hicieron es llevar el equipo a un estadio solo para fútbol. Se construyó The Red Bull Arena con capacidad para 25.000 espectadores. “El estadio esta lleno semana tras semana”. Red Bull parece haber entrado en un momento interesante. El fútbol cada vez tiene más seguidores en el paÃs.
Comentarios cerrados.