20 de septiembre 2016    /   DIGITAL
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Si eres redactor de noticias, te vas a quedar sin trabajo, y si eres escritor o traductor, puede que tambiƩn

20 de septiembre 2016    /   DIGITAL     por          
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Lee gratis la revista PlacerĀ haciendo clic aquĆ­.

Cada vez hay inteligencias artificiales mejor afinadas no sólo para traducir textos en diferentes idiomas, sino también para escribir notas de prensa o noticias acerca de resultados deportivos.

El siguiente paso es que los ordenadores empiecen a escribir creativamente, poniendo en riesgo tambiƩn este Ɣmbito que creƭamos exclusivo del ser humano.

¿Quién ha escrito esta crónica deportiva?

Las cosas pintaban mal para los Angels cuando perdĆ­an por dos carreras en la novena entrada, pero se recuperaron gracias a un batacazo decisivo de Vladimir Guerrero, que el domingo les dio una ventaja de 7-6 sobre los Red Socks de Boston en Fenway Park. Guerrero llegó a la caja de bateo con una desventaja de 2-4; pero anotó un batazo con el que empujó a dos corredores de los Angels. Ā«Si hablamos de honrar a Nicl Adenhart y de lo que le sucedió en abril en Anaheim, sĆ­, probablemente ha sido el mejor batazo [de mi carrera] —dijo Guerrero—. Se lo dedico a mi compaƱero fallecidoĀ».

Lo anterior es el inicio de una crónica del partido del 11 de octubre de 2009 entre los Angels de los Ángeles y los Red Socks de Boston en la primera ronda del play-off de la American League. Es una crónica correcta e impersonal, como la mayoría de crónicas que escriben los periodistas acerca de este tipo de eventos.

new-york-times-newspaper-1159719_960_720

La cuestión es que esta crónica no fue escrita por un periodista ni siquiera por un becario. La crónica fue escrita por entero por un programa informÔtico llamado StatsMonkey. Estamos hablando del año 2009 y, sin embargo, para muchos ahora mismo se les antojarÔ que estoy hablando del futuro remoto. Imaginad cómo estÔn las cosas ahora y cómo lo estarÔn en pocos años.

StatsMonkey ha sido creado por investigadores del Laboratorio de inteligencia artificial de la Universidad de Nothwestern. Su funcionamiento es muy sencillo: toma los datos de los resultados deportivos y los transforma en una relato en el que se hace hincapiƩ de los momentos mƔs relevantes del partido (tras un anƔlisis estadƭstico de otros momentos relevantes de otros partidos).

StatsMonkey es, en realidad, un programa muy rudimentario si lo comparamos con Quill, un nuevo sistema de inteligencia artificial concebido por los mismos investigadores dos aƱos mƔs tarde, tras fundar la empresa Narrative Science.

Quill es capaz de redactar una noticia en 30 segundos. Y cada vez hay mÔs medios que han contratado sus servicios para escribir noticias no sólo sobre deporte, sino también negocios y política. Forbes ya lo estÔ haciendo en algunas de sus noticias. Según Steven Levy, redactor de la revista Wired, dentro de 15 años el 90% de todos los artículos que leamos en prensa estarÔn escritos por algoritmos. Y eso lo dijo en el año 2012.

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Lo imposible se hace probable

Hace muy poco tiempo, la mayoría de la gente consideró imposible que una mÔquina ganara al ajedrez a un ser humano. Y sucedió. Poco después, parecía imposible que una mÔquina ganara a un ser humano en muchos otros juegos, y pasó. También los algoritmos resultan cada vez mÔs eficientes a la hora de pilotar aviones o conducir coches.

Puede que consideremos que escribir o ejercer de periodista investigador requiere de una serie de cualidades difícilmente imitables, pero finalmente se trata de descomponer todos los procesos y automatizarlos. Conducir un coche requiere de un gran número de habilidades, como escribir. Pero los humanos conducen muy mal y son víctimas de continuos despistes. De igual modo, los directivos de muchas empresas se quejan de que mÔs de la mitad de sus empleados con diplomaturas y casi la cuarta parte de los empleados con títulos superiores redactan mal, y hasta carecen de compresión lectora.

Quill, sin embargo, es capaz de escribir mƔs rƔpidamente y hacerlo mejor que una gran parte de los humanos, como explica Martin Ford en El auge de los robots:

Empieza recopilando información de una variedad de fuentes como bases de datos de transacciones, informes financieros y de ventas, sitios web e incluso redes sociales. A continuación realiza un anÔlisis en el que define cuÔles son los hechos y las ideas mÔs importantes e interesantes, y redacta un texto coherente con toda la información obtenida. La empresa afirma que es equiparable al del mejor analista humano.

El poder de los datos frente a la inteligencia: la traducción

Los cerebros humanos no son capaces de almacenar muchos datos para establecer estadísticas o reglas, y esa carencia se suple con la intuición, el pÔlpito, la corazonada, la inteligencia. Sin embargo, cuando se almacenan grandes cantidades de datos, el llamado Big Data, entonces parece que se alcanzan unos resultados casi tan buenos que los obtenidos con la inteligencia humana.

Ello fue particularmente expuesto en el año 2005, cuando Google participó en el concurso de sistemas de traducción automÔtica organizado por la Oficina Nacional de EstÔndares y Tecnología, del Departamento de Comercio de Estados Unidos. AdentrÔndose en las reglas gramaticales, contradicciones e incoherencias, Google fue capaz de traducir de forma bastante solvente un texto, pero la ventaja es que sabe hacerlo ya en 500 idiomas.

Hugo Barra, ejecutivo de Google Android, asegura que el traductor universal en tiempo real estarƔ disponible en un breve espacio de tiempo. Por el momento, estƔn trabajando en un traductor entre inglƩs y portuguƩs que ya es casi perfecto.

Los traductores humanos todavía lo saben hacer mejor, pero los datos masivos que se obtienen ahora también proceden de las traducciones de los humanos y del feedback que reciben de las traducciones automÔticas ofrecidas por Google (por ejemplo, cuando el humano sustituye alguna palabra o expresión por no ser la correcta).

El aprendizaje automÔtico, a través del uso de redes neurales (que usan los mismos principios bÔsicos del cerebro humano), nos acercarÔ en poco tiempo a una calidad de traducción indistinguible del traductor humano estÔndar. Eso no significa que el trabajo de traductor se vaya a terminar en pocos años, sino que la mayor parte de traducciones se lograrÔn de forma instantÔnea y gratuita, lo que relegarÔ la traducción mÔs fina, la mÔs humana, al Ômbito del arte, como el de las novelas mÔs complejas o los libros de poesía.

Transcurrido mƔs tiempo, quizƔ los algoritmos tambiƩn lograrƔn interpretar de modos muy interesantes los versos de un poeta extranjero.

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El arte, la Ćŗltima frontera

Concebimos el arte como una expresión exclusivamente humana, como antaño concebíamos juegos de inteligencia como el ajedrez. Sin embargo, el arte también tiene reglas, e incluso las excepciones también responden a otros conjuntos de reglas mÔs complejas, a modo de diagrama de Venn.

Para la informÔtica, pues, el arte sólo es información. Si todavía no hay arte competente creado por una mÔquina es porque aún no disponemos de suficiente información. Cuando Will Smith preguntaba a un robot, en la película Yo, robot, «¿Puede un robot escribir una sinfonía o convertir un lienzo en una hermosa obra de arte?», la réplica que recibió por parte del robot fue un zasca épico: «¿Lo puedes hacer tú?».

En pocos años, es probable que la respuesta del robot sea sí. O, al menos, la mayor parte de la gente serÔ incapaz de deducir qué obra de arte estÔ concebida por un humano y cuÔl por un algoritmo. Z-Machines son tres robots (teclista, guitarrista con 78 dedos y batería con 22 brazos) que han grabado un miniÔlbum con los temas compuestos para ellos mismos. Y la Orquesta Sinfónica de Londres interpretó una pieza compuesta por una mÔquina llamada Iamus. Uno de los críticos que asistió al concierto señaló que la pieza era artística y encantadora.

The Painting Fool es otro programa de inteligencia artificial creado por Simon Colton, profesor de informĆ”tica creativa de la Universidad de Londres, que cada vez consigue mejores crĆ­ticas por sus pinturas: cuando se le aporta información (noticias, una historia…) crea una imagen para ilustrarla. Y e-David, de Universidad de Konstanz, Alemania, es otro.

En el Ômbito de la literatura, Colton trabaja en una versión literaria (Writing Fool) que escriba poemas por su cuenta. Y una novela coescrita por seres humanos y un programa de inteligencia artificial ha llegado a la segunda fase del proceso de selección de un premio literario nacional. Incluso Watson, el superordenador de IBM, ya ha sido el encargado de seleccionar las imÔgenes para el trÔiler cinematogrÔfico del próximo estreno de Morgan, protagonizado precisamente por una IA.

Tal vez haya personas que consideren mÔs interesante consumir arte concebido por un ser humano, pero es probable que esta querencia sea tan marginal como la que hoy empuja a los melómanos a escuchar un vinilo en vez de un MP3. En otras palabras, la abundancia de obras de arte devaluarÔ el papel fundamental del ser humano en la creación de contenidos de cualquier tipo. Incluido este artículo que ahora estÔs leyendo que, por cierto, prometo que he escrito yo. De momento.

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Cada vez hay inteligencias artificiales mejor afinadas no sólo para traducir textos en diferentes idiomas, sino también para escribir notas de prensa o noticias acerca de resultados deportivos.

El siguiente paso es que los ordenadores empiecen a escribir creativamente, poniendo en riesgo tambiƩn este Ɣmbito que creƭamos exclusivo del ser humano.

¿Quién ha escrito esta crónica deportiva?

Las cosas pintaban mal para los Angels cuando perdĆ­an por dos carreras en la novena entrada, pero se recuperaron gracias a un batacazo decisivo de Vladimir Guerrero, que el domingo les dio una ventaja de 7-6 sobre los Red Socks de Boston en Fenway Park. Guerrero llegó a la caja de bateo con una desventaja de 2-4; pero anotó un batazo con el que empujó a dos corredores de los Angels. Ā«Si hablamos de honrar a Nicl Adenhart y de lo que le sucedió en abril en Anaheim, sĆ­, probablemente ha sido el mejor batazo [de mi carrera] —dijo Guerrero—. Se lo dedico a mi compaƱero fallecidoĀ».

Lo anterior es el inicio de una crónica del partido del 11 de octubre de 2009 entre los Angels de los Ángeles y los Red Socks de Boston en la primera ronda del play-off de la American League. Es una crónica correcta e impersonal, como la mayoría de crónicas que escriben los periodistas acerca de este tipo de eventos.

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La cuestión es que esta crónica no fue escrita por un periodista ni siquiera por un becario. La crónica fue escrita por entero por un programa informÔtico llamado StatsMonkey. Estamos hablando del año 2009 y, sin embargo, para muchos ahora mismo se les antojarÔ que estoy hablando del futuro remoto. Imaginad cómo estÔn las cosas ahora y cómo lo estarÔn en pocos años.

StatsMonkey ha sido creado por investigadores del Laboratorio de inteligencia artificial de la Universidad de Nothwestern. Su funcionamiento es muy sencillo: toma los datos de los resultados deportivos y los transforma en una relato en el que se hace hincapiƩ de los momentos mƔs relevantes del partido (tras un anƔlisis estadƭstico de otros momentos relevantes de otros partidos).

StatsMonkey es, en realidad, un programa muy rudimentario si lo comparamos con Quill, un nuevo sistema de inteligencia artificial concebido por los mismos investigadores dos aƱos mƔs tarde, tras fundar la empresa Narrative Science.

Quill es capaz de redactar una noticia en 30 segundos. Y cada vez hay mÔs medios que han contratado sus servicios para escribir noticias no sólo sobre deporte, sino también negocios y política. Forbes ya lo estÔ haciendo en algunas de sus noticias. Según Steven Levy, redactor de la revista Wired, dentro de 15 años el 90% de todos los artículos que leamos en prensa estarÔn escritos por algoritmos. Y eso lo dijo en el año 2012.

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Lo imposible se hace probable

Hace muy poco tiempo, la mayoría de la gente consideró imposible que una mÔquina ganara al ajedrez a un ser humano. Y sucedió. Poco después, parecía imposible que una mÔquina ganara a un ser humano en muchos otros juegos, y pasó. También los algoritmos resultan cada vez mÔs eficientes a la hora de pilotar aviones o conducir coches.

Puede que consideremos que escribir o ejercer de periodista investigador requiere de una serie de cualidades difícilmente imitables, pero finalmente se trata de descomponer todos los procesos y automatizarlos. Conducir un coche requiere de un gran número de habilidades, como escribir. Pero los humanos conducen muy mal y son víctimas de continuos despistes. De igual modo, los directivos de muchas empresas se quejan de que mÔs de la mitad de sus empleados con diplomaturas y casi la cuarta parte de los empleados con títulos superiores redactan mal, y hasta carecen de compresión lectora.

Quill, sin embargo, es capaz de escribir mƔs rƔpidamente y hacerlo mejor que una gran parte de los humanos, como explica Martin Ford en El auge de los robots:

Empieza recopilando información de una variedad de fuentes como bases de datos de transacciones, informes financieros y de ventas, sitios web e incluso redes sociales. A continuación realiza un anÔlisis en el que define cuÔles son los hechos y las ideas mÔs importantes e interesantes, y redacta un texto coherente con toda la información obtenida. La empresa afirma que es equiparable al del mejor analista humano.

El poder de los datos frente a la inteligencia: la traducción

Los cerebros humanos no son capaces de almacenar muchos datos para establecer estadísticas o reglas, y esa carencia se suple con la intuición, el pÔlpito, la corazonada, la inteligencia. Sin embargo, cuando se almacenan grandes cantidades de datos, el llamado Big Data, entonces parece que se alcanzan unos resultados casi tan buenos que los obtenidos con la inteligencia humana.

Ello fue particularmente expuesto en el año 2005, cuando Google participó en el concurso de sistemas de traducción automÔtica organizado por la Oficina Nacional de EstÔndares y Tecnología, del Departamento de Comercio de Estados Unidos. AdentrÔndose en las reglas gramaticales, contradicciones e incoherencias, Google fue capaz de traducir de forma bastante solvente un texto, pero la ventaja es que sabe hacerlo ya en 500 idiomas.

Hugo Barra, ejecutivo de Google Android, asegura que el traductor universal en tiempo real estarƔ disponible en un breve espacio de tiempo. Por el momento, estƔn trabajando en un traductor entre inglƩs y portuguƩs que ya es casi perfecto.

Los traductores humanos todavía lo saben hacer mejor, pero los datos masivos que se obtienen ahora también proceden de las traducciones de los humanos y del feedback que reciben de las traducciones automÔticas ofrecidas por Google (por ejemplo, cuando el humano sustituye alguna palabra o expresión por no ser la correcta).

El aprendizaje automÔtico, a través del uso de redes neurales (que usan los mismos principios bÔsicos del cerebro humano), nos acercarÔ en poco tiempo a una calidad de traducción indistinguible del traductor humano estÔndar. Eso no significa que el trabajo de traductor se vaya a terminar en pocos años, sino que la mayor parte de traducciones se lograrÔn de forma instantÔnea y gratuita, lo que relegarÔ la traducción mÔs fina, la mÔs humana, al Ômbito del arte, como el de las novelas mÔs complejas o los libros de poesía.

Transcurrido mƔs tiempo, quizƔ los algoritmos tambiƩn lograrƔn interpretar de modos muy interesantes los versos de un poeta extranjero.

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El arte, la Ćŗltima frontera

Concebimos el arte como una expresión exclusivamente humana, como antaño concebíamos juegos de inteligencia como el ajedrez. Sin embargo, el arte también tiene reglas, e incluso las excepciones también responden a otros conjuntos de reglas mÔs complejas, a modo de diagrama de Venn.

Para la informÔtica, pues, el arte sólo es información. Si todavía no hay arte competente creado por una mÔquina es porque aún no disponemos de suficiente información. Cuando Will Smith preguntaba a un robot, en la película Yo, robot, «¿Puede un robot escribir una sinfonía o convertir un lienzo en una hermosa obra de arte?», la réplica que recibió por parte del robot fue un zasca épico: «¿Lo puedes hacer tú?».

En pocos años, es probable que la respuesta del robot sea sí. O, al menos, la mayor parte de la gente serÔ incapaz de deducir qué obra de arte estÔ concebida por un humano y cuÔl por un algoritmo. Z-Machines son tres robots (teclista, guitarrista con 78 dedos y batería con 22 brazos) que han grabado un miniÔlbum con los temas compuestos para ellos mismos. Y la Orquesta Sinfónica de Londres interpretó una pieza compuesta por una mÔquina llamada Iamus. Uno de los críticos que asistió al concierto señaló que la pieza era artística y encantadora.

The Painting Fool es otro programa de inteligencia artificial creado por Simon Colton, profesor de informĆ”tica creativa de la Universidad de Londres, que cada vez consigue mejores crĆ­ticas por sus pinturas: cuando se le aporta información (noticias, una historia…) crea una imagen para ilustrarla. Y e-David, de Universidad de Konstanz, Alemania, es otro.

En el Ômbito de la literatura, Colton trabaja en una versión literaria (Writing Fool) que escriba poemas por su cuenta. Y una novela coescrita por seres humanos y un programa de inteligencia artificial ha llegado a la segunda fase del proceso de selección de un premio literario nacional. Incluso Watson, el superordenador de IBM, ya ha sido el encargado de seleccionar las imÔgenes para el trÔiler cinematogrÔfico del próximo estreno de Morgan, protagonizado precisamente por una IA.

Tal vez haya personas que consideren mÔs interesante consumir arte concebido por un ser humano, pero es probable que esta querencia sea tan marginal como la que hoy empuja a los melómanos a escuchar un vinilo en vez de un MP3. En otras palabras, la abundancia de obras de arte devaluarÔ el papel fundamental del ser humano en la creación de contenidos de cualquier tipo. Incluido este artículo que ahora estÔs leyendo que, por cierto, prometo que he escrito yo. De momento.

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Opiniones 10
  • Muy interesante el artĆ­culo. Existe algĆŗn software que ofrezca el mismo servicio para contenido en castellano?
    Saludos

  • Bueno, bueno, tu escribe la palabra “aroma” en Google Translate y pĆ­dele que te la traduzca del espaƱol al inglĆ©s. Yo llevo mĆ”s de 40 aƱos leyendo las mismas [….] sobre la traducción automĆ”tica y todavĆ­a no he visto ningĆŗn traductor automĆ”tico medio decente de idiomas etimológicamente alejados, como el espaƱol y el alemĆ”n. Por cierto, el tĆ­tulo alarmista es de risa, cuando empresas tan potentes como IBM, Siemens y Google se han ido dando morrazos económicos a tutiplen con la TA desde los aƱos 60…

  • Interesante, siempre pensĆ© que este tipo de empleos basados en la comunicación serĆ­an los que mas aguantarĆ­an. A este ritmo la mayorĆ­a de los empleos serĆ”n reemplazados, el asunto es que sinceramente dudo que la mayorĆ­a de las personas vaya simplemente a aceptarlo.

  • Como dato curioso y de algĆŗn modo, Roald Dahl ya supo ver de antemano el fenómeno Quill en su relato El Gran Gramatizador AutomĆ”tico, sobre el 1953. Os invito a leerlo para apreciar su visión.

  • ESTE ES UN PƁRRAFO SENCILLO DE TU ARTƍCULO TRADUCIDO POR GOOGLE
    (espaƱol > inglƩs > espaƱol):

    VERSION DE GOOGLE:

    Este es el comienzo de un reporte del partido del 11 de octubre de 2009 entre los Angelinos de Los Angeles y los Boston Red Socks en la primera ronda de play-off de la Liga Americana. Es una enfermedad crónica correcta e impersonal, como la mayoría de los periodistas que escriben sobre crónicas tales eventos.
    El punto es que esta crónica no fue escrito por un periodista incluso para un compañero. La crónica fue escrita en su totalidad por un programa informÔtico llamado StatsMonkey. Estamos hablando del año 2009 y, sin embargo, para muchos en este momento que quisieran Estoy hablando de un futuro lejano. Imagínese cómo son las cosas ahora y cómo van a ser en pocos años.

    =========
    Si esto le parece aceptable a alguien es porque nuestra referencia de una comunicación correcta es el lenguaje de “wasap”.

  • Yo espero que estĆ©n equivocados, seguramente estas profesiones van a cambiar su forma de trabajar como lo dicen en mc traducciones. De hecho hay quienes aseguran que gracias a internet y las nuevas tecnologĆ­as tiene mejores ingresos en estos campos

  • Yo espero que estĆ©n equivocados, seguramente estas profesiones van a cambiar su forma de trabajar como lo dicen en mc traducciones. De hecho hay quienes aseguran que gracias a internet y las nuevas tecnologĆ­as tiene mejores ingresos en estos campos

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