SerĆ” que el frĆo agudiza las ganas de hacer la cucharita y pegarse a otro cuerpo en busca de calor, el caso es que este viernes hemos amanecido romĆ”nticos. AsĆ que, para demostrarlo, vamos a empezar este regalito con un poema de amor. Pero, tranqui, que no tiene azĆŗcar. Empezamos.
En un paĆs donde mĆ”s del 60% de sus habitantes piensa que poseer un arma aporta seguridad, una organización dedicada a luchar contra la venta de armas abrió una armerĆa en Nueva York. Con la particularidad de que cada una de las armas que se vendĆa allĆ tenĆa su historia.
SerĆ” que el frĆo agudiza las ganas de hacer la cucharita y pegarse a otro cuerpo en busca de calor, el caso es que este viernes hemos amanecido romĆ”nticos. AsĆ que, para demostrarlo, vamos a empezar este regalito con un poema de amor. Pero, tranqui, que no tiene azĆŗcar. Empezamos.
En un paĆs donde mĆ”s del 60% de sus habitantes piensa que poseer un arma aporta seguridad, una organización dedicada a luchar contra la venta de armas abrió una armerĆa en Nueva York. Con la particularidad de que cada una de las armas que se vendĆa allĆ tenĆa su historia.