Definir a Wassily Kandinsky como el padre del arte abstracto quizĂĄ sea mucho decir. Lo que sĂ es cierto es que fue uno de sus grandes impulsores. Sus teorĂas sobre el arte y sobre lo que debĂa ser un artista quedaron plasmadas en dos libros: De lo espiritual en el arte (1911) y Punto y recta sobre plano (1926).
«Cualquier creaciĂłn artĂstica es hija de su tiempo y, la mayorĂa de las veces, madre de nuestros propios sentimientos», afirmaba el genio ruso. Por tanto, cada movimiento artĂstico habla y da respuesta a cada periodo histĂłrico en el que se desarrolla.
Kandinsky comprende que para identificar la realidad no es necesario referenciar sus formas. El arte, asegura, debe ser abstracto por completo. Si se quiere llegar a la esencia, se debe abandonar el modelo.
Sin embargo, algo no puede ser considerado arte si no muestra los sentimientos y la psique del artista que lo ha creado. Kandinsky piensa que la representaciĂłn del yo interior de cada artista es crucial para lograr la integridad moral. Si una obra no refleja los sentimientos de su creador, no vale nada.
Color Study â Squares with Concentric Circles
«El artista debe tener algo que decir porque su deber no es dominar la forma sino adecuarla a su contenido», afirmaba en De lo espiritual en el arte.
Pero ese yo interior debe ser comunicado de forma eficiente, por lo que el arte debe utilizar sus propios medios, que no son otros que el color y la forma. El mensaje llegarĂĄ adecuadamente al espectador si ambos logran establecer un diĂĄlogo entre sĂ. Debe existir, pues, un equilibrio entre los dos.
En su ensayo «Sobre la cuestión de la forma», incluido en el libro El jinete azul, Kandinsky afirmaba que la forma debe adaptarse al contenido, que no es otro que el mundo interior del artista.
Kandinsky entiende que esos colores y formas son como las notas musicales de una sinfonĂa. Unas y otros estĂĄn asociados. Por eso, asociamos las notas mĂĄs altas con colores como el amarillo, mientras que las mĂĄs bajas se identifican con el azul. En funciĂłn de los tonos que el artista use en su obra, estarĂĄ provocando distintas «vibraciones en el alma».
Por tanto, era fundamental para el genio ruso experimentar continuamente, porque el arte y el artista estĂĄn llamados a contribuir al desarrollo y a la sensibilizaciĂłn del ser humano, de su espĂritu, ya que ayuda a hacernos mĂĄs conscientes de lo que nos rodea y de lo que vivimos en nuestro interior.
El principal cometido del artista es iluminar el alma humana. Sus pensamientos, sentimientos y actos tienen el poder de afectar a la espiritualidad de la sociedad. El artista estĂĄ obligado, en su opiniĂłn, a crear un impacto positivo en el mundo en el que vive.
Definir a Wassily Kandinsky como el padre del arte abstracto quizĂĄ sea mucho decir. Lo que sĂ es cierto es que fue uno de sus grandes impulsores. Sus teorĂas sobre el arte y sobre lo que debĂa ser un artista quedaron plasmadas en dos libros: De lo espiritual en el arte (1911) y Punto y recta sobre plano (1926).
«Cualquier creaciĂłn artĂstica es hija de su tiempo y, la mayorĂa de las veces, madre de nuestros propios sentimientos», afirmaba el genio ruso. Por tanto, cada movimiento artĂstico habla y da respuesta a cada periodo histĂłrico en el que se desarrolla.
Kandinsky comprende que para identificar la realidad no es necesario referenciar sus formas. El arte, asegura, debe ser abstracto por completo. Si se quiere llegar a la esencia, se debe abandonar el modelo.
Sin embargo, algo no puede ser considerado arte si no muestra los sentimientos y la psique del artista que lo ha creado. Kandinsky piensa que la representaciĂłn del yo interior de cada artista es crucial para lograr la integridad moral. Si una obra no refleja los sentimientos de su creador, no vale nada.
Color Study â Squares with Concentric Circles
«El artista debe tener algo que decir porque su deber no es dominar la forma sino adecuarla a su contenido», afirmaba en De lo espiritual en el arte.
Pero ese yo interior debe ser comunicado de forma eficiente, por lo que el arte debe utilizar sus propios medios, que no son otros que el color y la forma. El mensaje llegarĂĄ adecuadamente al espectador si ambos logran establecer un diĂĄlogo entre sĂ. Debe existir, pues, un equilibrio entre los dos.
En su ensayo «Sobre la cuestión de la forma», incluido en el libro El jinete azul, Kandinsky afirmaba que la forma debe adaptarse al contenido, que no es otro que el mundo interior del artista.
Kandinsky entiende que esos colores y formas son como las notas musicales de una sinfonĂa. Unas y otros estĂĄn asociados. Por eso, asociamos las notas mĂĄs altas con colores como el amarillo, mientras que las mĂĄs bajas se identifican con el azul. En funciĂłn de los tonos que el artista use en su obra, estarĂĄ provocando distintas «vibraciones en el alma».
Por tanto, era fundamental para el genio ruso experimentar continuamente, porque el arte y el artista estĂĄn llamados a contribuir al desarrollo y a la sensibilizaciĂłn del ser humano, de su espĂritu, ya que ayuda a hacernos mĂĄs conscientes de lo que nos rodea y de lo que vivimos en nuestro interior.
El principal cometido del artista es iluminar el alma humana. Sus pensamientos, sentimientos y actos tienen el poder de afectar a la espiritualidad de la sociedad. El artista estĂĄ obligado, en su opiniĂłn, a crear un impacto positivo en el mundo en el que vive.
Un buen resumen del arte de Kandinski
Una concepciĂłn muy contemporĂĄnea del arte, tal vez muchos no entendemos la postura de Kandinsky… pero el arte es asĂ: se adelanta a su tiempo.
El arte se adelanta a su tiempo!
Comentarios cerrados.