Las rupturas y las relaciones dolorosas son tema candidato a ser el más recurrente en la historia del pop. Pero pocos artistas han cantado a los corazones rotos como lo hizo Del Shannon. Sus retratos musicales sobre la angustia y la inquietud contenÃan una energÃa que llevaba a sus oyentes a confraternizar emocionalmente con esos protagonistas condenados a una trágica lucha.
Charles Westover nació en 1934 en Grand Rapids, Michigan, y aprendió a tocar la guitarra escuchando en la radio las tristes historias de Hank Williams y otros pioneros del country. A finales de los años cincuenta, Charles se acababa de casar. De dÃa trabajaba en una tienda de alfombras y por la noche lideraba una pequeña banda.
Una noche, en medio de un concierto en el garito habitual, el teclista de la banda, Max Crook, encadenó un par de notas que encendieron una luz en la cabeza de Charles. Este le pidió que las repitiese una y otra vez y se puso a improvisar sobre ellas hasta que el dueño del local se hartó de la tonterÃa y les ordenó tocar otra cosa. Al dÃa siguiente Charles fue a trabajar con las mismas notas taladrándole la cabeza y comenzó a escribir la letra.
El teclista Max era un pequeño genio de la electrónica. HabÃa fabricado un teclado al que llamaba musitrón y que producÃa un peculiar sonido. Cuando volvieron a tocar la pieza ya terminada en el local de siempre, los parroquianos les pidieron que la repitiesen una y otra vez.
Esta fue la primera de las muchas canciones que dedicó al lado más sombrÃo del amor. Su voz aguda y ese falsete se convirtieron en su seña de identidad. Pero no se puede obviar la importancia del teclado de Max. Nada sonaba asà en 1961 y ese solo de musitrón se recuerda entre los más famosos de la historia.
Su carrera se mantuvo con grandes altibajos, algo similar a su estado emocional. Los que lo conocieron Ãntimamente lo describen como un maniaco-depresivo. Siempre estaba arriba o abajo, sin pasar por el punto medio, y a eso súmale su alcoholismo.
El 8 de febrero de 1990 Del Shannon perdió la batalla y decidió acabar con todo. Se disparó en la boca con un rifle del calibre 22. No habÃa nota de suicidio y se extendieron las teorÃas. Unos dijeron que fue su segunda mujer quien le llevó hacia la bala; otros, incluso, que fue asesinato.
Hay rumores que apuntan a que se desmoralizó al descubrir que habÃa sido rechazado para ocupar el puesto de Roy Orbison en los Traveling Wilburys, algo que anhelaba con entusiasmo. Y son muchos los que acusan a un nuevo medicamento que acababa de salir al mercado.
La autopsia dio negativo en drogas y alcohol, pero sà que habÃa restos de Prozac, un innovador fármaco que el psiquiatra le habÃa recetado unos dÃas antes.
Las rupturas y las relaciones dolorosas son tema candidato a ser el más recurrente en la historia del pop. Pero pocos artistas han cantado a los corazones rotos como lo hizo Del Shannon. Sus retratos musicales sobre la angustia y la inquietud contenÃan una energÃa que llevaba a sus oyentes a confraternizar emocionalmente con esos protagonistas condenados a una trágica lucha.
Charles Westover nació en 1934 en Grand Rapids, Michigan, y aprendió a tocar la guitarra escuchando en la radio las tristes historias de Hank Williams y otros pioneros del country. A finales de los años cincuenta, Charles se acababa de casar. De dÃa trabajaba en una tienda de alfombras y por la noche lideraba una pequeña banda.
Una noche, en medio de un concierto en el garito habitual, el teclista de la banda, Max Crook, encadenó un par de notas que encendieron una luz en la cabeza de Charles. Este le pidió que las repitiese una y otra vez y se puso a improvisar sobre ellas hasta que el dueño del local se hartó de la tonterÃa y les ordenó tocar otra cosa. Al dÃa siguiente Charles fue a trabajar con las mismas notas taladrándole la cabeza y comenzó a escribir la letra.
El teclista Max era un pequeño genio de la electrónica. HabÃa fabricado un teclado al que llamaba musitrón y que producÃa un peculiar sonido. Cuando volvieron a tocar la pieza ya terminada en el local de siempre, los parroquianos les pidieron que la repitiesen una y otra vez.
Esta fue la primera de las muchas canciones que dedicó al lado más sombrÃo del amor. Su voz aguda y ese falsete se convirtieron en su seña de identidad. Pero no se puede obviar la importancia del teclado de Max. Nada sonaba asà en 1961 y ese solo de musitrón se recuerda entre los más famosos de la historia.
Su carrera se mantuvo con grandes altibajos, algo similar a su estado emocional. Los que lo conocieron Ãntimamente lo describen como un maniaco-depresivo. Siempre estaba arriba o abajo, sin pasar por el punto medio, y a eso súmale su alcoholismo.
El 8 de febrero de 1990 Del Shannon perdió la batalla y decidió acabar con todo. Se disparó en la boca con un rifle del calibre 22. No habÃa nota de suicidio y se extendieron las teorÃas. Unos dijeron que fue su segunda mujer quien le llevó hacia la bala; otros, incluso, que fue asesinato.
Hay rumores que apuntan a que se desmoralizó al descubrir que habÃa sido rechazado para ocupar el puesto de Roy Orbison en los Traveling Wilburys, algo que anhelaba con entusiasmo. Y son muchos los que acusan a un nuevo medicamento que acababa de salir al mercado.
La autopsia dio negativo en drogas y alcohol, pero sà que habÃa restos de Prozac, un innovador fármaco que el psiquiatra le habÃa recetado unos dÃas antes.